Let it Go

Capítulo 30 ☺

Capítulo 30 ☺

—Si no me sueltas, juro que te daré un golpe que nunca vas a olvidar, ¿oíste, Haley?— rezongué, poniendo toda la resistencia que tenía en mis uñas, que se aferraban al edredón con fuerza extrema.

Haley suspiró frustrada.

—¡Tienes que bajar!— ordenó cruzándose de hombros.

—No “tengo que”— solté a la defensiva—. Y no lo haré.

Por un corto momento, sólo se oían los gruñidos de Haley al  jalar mis pies, intentando que bajara a la cena de año nuevo.

Pero no lo haría.

No con esa allá abajo.

—¿Por qué diablos no quieres bajar? ¡Es año nuevo, maldita rara! ¡Te encantaba año nuevo!

Rodeé los ojos, escondiendo mi cara en el edredón.

—¡Yo que iba a saber que iba a estar Lilian Darbel aquí!— grité, sin importar que quizá me escucharan hasta allá abajo.

Yo no iba a cenar en la misma mesa que esa hija del demonio. He dicho.

Haley dejó de jalar mis pies, gracias al cielo.

—¿A quién le importa Lilian? La invitó la tía Harper,  su madre es su amiga.

—¡Oh, no! ¿Su madre también está aquí?

Agaché la cabeza y me lamenté en silencio.

Con Lilian y su madre ¡jamás iba a salir de aquí! No había fuerza terrenal que me pudiera hacer bajar.

Alguien tocó la puerta de mi habitación antes de que ésta se abriera y entrara Nick. Traía puesta una camisa blanca con un blazer negro encima y unos jeans.

Caminó hasta Haley.

—¿Qué sucede? Se escuchan los gritos hasta mi habitación.

Eso era un poco problemático, ya que su habitación estaba un piso más abajo en el rincón opuesto de la casa.

Pero hoy, eso me valía un reverendo cacahuate.

—Marine ha decido que no bajará a cenar, ni siquiera porque es año nuevo. No le importan los fuegos artificiales o que se desperdicie el pollo que tú y ella cocinaron— chismeó mi hermana.

Si no hubiera estado aferrándome a mi cama de esa manera, ya le hubiera dado con una chancla entre las cejas.

Además, Nick y yo  ni siquiera habíamos cocinado el pollo. Lo había terminado cocinando la tía Harper luego de darse cuenta del desastre que habíamos hecho en su cocina. No nos había ido bien.

—No estaré pisando el mismo suelo que Lilian— me quejé.

—¿Quién es Lilian?— preguntó Nick.

—Una chica que iba con Marine en el instituto. Se odian, aunque o preguntes por qué, no tengo ni idea— dijo Haley.

Me levanté de un salto.

—¡Exactamente! No tienes ni idea— estiré la mano, señalando la puerta— Ahora ambos salgan de aquí y déjenme sufrir mis penas sola ¿vale?

Haley bufó, caminando hacia la puerta. En cambio Nick no lo hizo.

—¿Qué?— pregunté al ver cómo me miraba.

—Vas a bajar, ahora vístete— señaló mi short y mi playera  dos tallas mayor de lo que debería de ser.