Capítulo III

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Derek...

Decidí adelantar mi regreso a la hacienda para poder terminar lo más pronto posible con el reaseguro de la propiedad, me salto el paso de buscar a Peter y voy directamente al chalet del tal Alex Ferro para coordinar su agenda de trabajo, la puerta está abierta, pero no hay nadie, avanzó hasta llegar a la habitación pero sólo hay una laptop en el escritorio, entro esperando encontrar al tal Alex frente a ella, pero no hay nadie, los débiles rayos del ocaso se filtran por las ventas, cuando la veo quitarse la blusa mientras camina se dirige al armario, no me ha visto, eso es obvio, actúa con tanta naturalidad que parece que camina sobre ceda y no hay nada ni nadie a su al rededor, carraspeo para hacerme notar, y voltea asustada.

Entonces puedo ver sus hermosos ojos, son tan oscuros y eso hacen que se vea completamente bella, no solo son sus ojos, sus labios carnosos, su delicada nariz, y sus largas pestañas, no lleva una gota de maquillaje y esta empapada en sudor, aún con todo eso no le resta belleza, avanzo hacia ella como hipnotizado.

-Buenas tardes señorita -Soy el primero en hablar, ella se queda callada sin hacer absolutamente nada -Estoy buscando a su novio, el ingeniero Alex Ferro.

Tengo una sensación amarga en la boca, como acido, al saber que ya tiene a alguien en su vida, su cara cambia a una de completa confusión y siento que el corazón deja de latir al contemplar otra posibilidad de porque ella esté aquí.

-Perdón, ¿Es tal vez su marido?

-Creo que está usted confundido yo soy la ingeniero Alexa Ferro, -entonces me invade una alegría absurda de saber que no hay alguien quien acompañe a esta hermosa mujer- desconozco de donde venga el error pero yo trabajare con usted en los próximos días.

-Disculpa, pero por el nombre creí se trataba de un hombre y no de una mujer, en el correo que me envío la señorita Castro solo decía que ella no podría realizar el trabajo y en su lugar asistiría el ingeniero Alex Ferro.

-Ya entiendo porque Peter creyó que tendría que recoger a un hombre.

-De haber sabido que Alex es una mujer, no me presentaría aquí de esta manera y hubiese puesto a Peter a cargo de todo.

- ¿A qué se refiere con que Peter estaría a cargo de todo si hubieras sabido antes que soy mujer?

Que comentario tan estupido he hecho, ahora no sé que responder, me quedo callado esperando que deje pasar el comentario, pero no lo deja pasar y mueve la cabeza esperando mi respuesta.

-No lo tomes a mal, pero la última mujer que realizo este trabajo confundió mi hospitalidad con cortejo de mi parte y se volvió un acoso constante su estancia aquí, por eso no trato con mujeres –Entonces sus ojos se vuelven más negros y brillantes debido a la furia provocada por mis palabras.

-Habemos mujeres más interesadas en nuestro trabajo que en un hombre, así que despreocúpate no pienso saltar sobre ti suplicando que me hagas tuya.

Intentó decir algo, pero no lo logro, me deja callado sin poder articular palabra, es la primera mujer en mucho tiempo que me dice lo que realmente piensa, la admiro, no solo por lo hermosa que es, sino lo por lo sincera que también es y ahora la veo diferente, más intensamente paso mi vista desde los pies para dibujar con la mirada su hermosa figura y darme cuenta que no lleva una camisa encima, vuelvo abrir la boca, pero en esta ocasión trato de pensar mejor lo que voy a decir y no puedo.

- ¿puedes ponerte una blusa? -alza una ceja y añado -Por favor.

Rompe el encanto de su mirada volviéndose a buscar algo que ponerse en el armario y saca una blusa color negra de cuello uve, se la pone ignorando mi presencia, pero aún así no dejo de ver cada uno de sus movimientos.

-Gracias –logró decir al verla tan altanera, ella solo asiente. -No me mal intérpretes, es una actitud estupida de mi parte permíteme iniciar nuevamente -Sonrío tímidamente. -Mucho gusto soy Derek Bauman, estoy buscando a la ingeniero Alexa Ferro. -Extiendo la mano y no puedo evitar reír.

-Mucho gusto señor Bauman -Toma mi mano y es como si una corriente eléctrica me sacudiera de los pies a la cabeza, decido ignorarlo y seguir con el juego, antes de volver a decir una tontería.

- ¿Es usted Alexa Ferro? –Ríe tímidamente y hace que quiera ponerme a sus pies con su bella sonrisa.

-Así es, pero todos me llaman Alex

-Si a usted no le molesta me gustaría llamarla Alexa, es más bonito y femenino que Alex -Me ofrece una de esas sonrisas, juro que si la vuelve hacer no respondo de mí.

-Por supuesto que no me molesta que me llames Alexa, ¿en qué puedo ayudarte?

-En realidad solo venía a presentarme y saber si te hace falta algo e invitarte a cenar a mi casa conmigo. -No sé en que momento mis planes cambiaron drásticamente, pero tengo curiosidad por conocer a Alexa.

-Muchas gracias, solo tengo un pequeño detalle con la conexión a internet, me comento Peter que en esta zona de la propiedad no hay, pero trataría de solucionar el problema lo más pronto posible

-Me temo que no se va poder solucionar eso, la única parte de la casa donde hay una buena conexión a internet, es mi oficina, solo espero que no te importe compartirla conmigo de vez en cuando.

-No, está bien solo necesito revisar mi correo y ponerme en contacto con mi jefe para informarle diariamente el avance que tenemos en la propiedad.

-Entonces es necesario que te pases a la casa principal a una de las habitaciones de invitados y espero que le guste trabajar con música porque esa oficina es el lugar perfecto para practicar un poco.

-Estoy bien aquí no tengo problema alguno con ir todos los días a tu oficina.

-Insisto en que te instales allá de inmediato, le diré a Peter que se encargue de recoger tus cosas.

-Muchas gracias señor Bauman

-Solo Derek por favor Alexa, -Le digo un poco más serio -Todavía no has respondido a mi invitación.

-Claro, será un gusto acompañarte, deja me ducho rápido y en 15 minutos estoy contigo -Dice sonriendo nerviosamente.

El Sonido del AmorWhere stories live. Discover now