Capítulo XVII

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Alexa...

La mañana me parece más iluminada después de la tormenta de ayer, vamos caminando rumbo a la casa tomados de la mano, dio un brinco mi corazón cuando Derek busco mi mano y entrelazo nuestros dedos, entramos en la cocina y él seguía sosteniendo mi mano a pesar de las miradas de Ane y Peter.

-Buenos días -Los saluda Derek con una sonrisa llena de felicidad.

-Buenos días muchachos -Nos saluda Peter, con una sonrisa cómplice entre el y Derek.

- ¿Lo mismo de siempre? -Me pregunta Ane mientras tomo asiento en la barra en la que todas las mañanas desayuno.

-Claro -Digo alegremente.

Se escuchan el repiqueteo de unos tacones por el pasillo, sé dé quien son esos pasos y sin poder evitarlo me tenso, Derek toca mi mano y hace una mueca, pidiéndome una disculpa con la mirada, asiento.

- ¡Por fin te encuentro cariño! -Dice Ashley quien lleva puesto un vestido color azul, ceñido a su espectacular cuerpo, me siento incomoda con mis jeans y mi blusa de gasa verde sin mangas, aun así Derek no voltea a verla ni un segundo.

- ¿Qué paso Ashley? -Pregunta dando un sorbo a su café.

-Le pedí a Ane que pusiera la mesa en la terraza, te estaba buscando para desayunar -Dice en tono meloso. -Vamos cariño.

-Lo siento Ash, pero no creo que sea sano que tú y yo desayunemos juntos, si a Alexa no le incomoda puedes quedarte y desayunar con nosotros.

-Está mal que comas donde también lo hace la servidumbre. -Me barre de pies a cabeza, mirándome como si fuera nada.

-No te pases Ashley, no voy a permitir que le faltes el respeto a nadie en esta casa y entérate de una vez Alexa es mi novia -Se me detiene el corazón, no hemos tocado el tema de iniciar una relación como tal, no me cabe la alegría en el pecho de saber que piensa en algo más para nosotros dos.

Pero no soy la única sorprendida, cuando veo a Peter y Ane, ambos tienen la boca abierta, se creó un silencio y la primera en romperlo fue Ane, acercándose a mí dándome un abrazo tan profundo.

-En hora buena mi niña -Se me cuelga del cuello me planta un beso en cada mejilla.

-Gracias Ane -Es todo lo que puedo decir, todavía estoy en shock.

-No sabía que ya tenías novia, el otro día cuando hablamos me dijiste que no había nadie.

-Y así era, pero ayer solucione las cosas con Alexa y ahora tenemos una relación.

-Toma mi mano entre la suya y se la lleva a los labios sin dejar de verme directamente a los ojos.

-Discúlpenme y como prueba de mi buena intención, me gustaría desayunar aquí con ustedes. -Estaba a punto de tomar asiento en uno de los bancos cuando Derek habla.

-Acepto tus disculpas, pero en cuanto a desayunar con nosotros, claro que puedes siempre y cuando Alexa, mi novia, este de acuerdo. -Dice dándome a mí la libertad de decidir.

Me muero de ganas de decir no, que se vaya lejos de aquí, pero lo único que logro hacer es asentir, tratando de quitarle importancia a su presencia, no puedo evitar que se me revuelva el estómago, al tenerla aquí, tan cerca de él.

- ¿Qué toman? -Pregunta Ashley, tratando de ver la taza de Derek.

-Café ¿Quieres uno?

-No, sabes que no tomo café -Dice haciendo una cara de asco -Ane prepárame un té -Dice en tono despectivo y la anciana me ve con cara de pocos amigos, y yo me encojo de hombros, inmediatamente se da cuenta del error que cometió porque añade -Por favor -Con una sonrisa totalmente falsa.

Ane le sirve el té poniéndolo frente a ella, la tensión es tanta que se puede cortar, el único divertido con todo esto es Peter que no deja de pasear su mirada de Ashley a mi terminando con Derek, nadie ha hablado, los tres desayunamos en silencio, la primera en romperlo es Ashley.

-Querida pude notar que tienes un acento muy marcado ¿De dónde eres? -Pegunta dirigiéndose a mí.

-De México -Respondo dando una mordida a la fresa.

- ¿México? No es un lugar muy bonito, por lo que he leído. -Dice alzando su perfecta ceja.

-Te equivocas Ashley México es un país hermoso lleno de historia y cultura, hay muchos lugares bellísimo, como las Playas tan paradisiacas de Cancún, Manzanillo y muchas otras, lugares increíbles como el Nevado de Toluca, la Huasteca Potosina, el Tajín, ademas que México también tiene una de las siete maravillas del mundo, Chichén Itzá y ciudades coloniales tan llenas de historia como cómo Oaxaca, Veracruz y todo México es una historia increíble, te falta leer mucho más sobre mi país Ashley, para poder decir que no es un lugar muy bonito.

-Y no te olvides de su comida cielo -Interviene Derek poniendo su mano en mi pierna, apretándola con orgullo por defender mi país y a mi.

-Claro su gastronomía es increíble -Digo poniendo los ojos en blanco.

-Cuidado niña, porque los alemanes también nos defendemos en la cocina -Interviene Ane apuntándome con su dedo, pongo los brazos en jarra fingiendo rendición y le sonrío, Derek se ríe.

-Esto es algo histórico, Ane Queen te ha dejado callada -Le doy un codazo en las costillas, siento como mi rostro se calienta y se pone rojo, se inclina y me da un beso en los labios.

-¿Ya se la presentaste a tú mamá Derek? -Pregunta Ashley mientras yo me atraganto con un pedazo de melón.

-No, aún no -Dice Derek encogiéndose de hombros.

-Suerte con eso -Responde la ponzoñosa mujer.

El resto del desayuno transcurre en silencio, los primeros en salir somos Derek y yo, vamos a su despacho, el a practicar y yo a mandar unos correos, extrañe cada día hacer eso junto a él, entonces recuerdo que tengo algo que hablar con él.

-Tengo que hablar contigo -Digo de repente y el deja su violín a un lado.

-Dime, ¿Qué pasa?

-Hasta donde yo recuerdo, no me has pedido ser tu novia. -Digo con una sonrisa en el rostro.

-No creí que eso fuera necesario -Dice con las manos en los bolsillos del pantalón.

-Tal vez para tus otras novias no fue necesario, pero para mí si es algo muy importante.

-Te entiendo, pero cuéntame ¿cómo se hace en México?

-No sé investiga un poco, ¿quieres? –Le guiño un ojo.

-Ya pensare como pedirte que seas mi novia y te será imposible decirme que no -Se acerca hasta el escritorio y apoya las manos en él mientras se inclina quedando a mi altura.

-Gracias -Digo y le doy un beso inocente.

-Ahora vamos a pasar toda la tarde en la cama como me lo prometiste.

- ¿Yo hice eso?

-Buen intento señorita.

Rodea el escritorio y se pone frente a mí, toma mi mano y me levanta de un jalón, y me carga en su hombro y empieza a caminar.

- ¡Estás loco! ¡Bájame!

-No, si es preciso te llevo a rastras a esa cama –Dice riendo, sin detener el ritmo, salimos del despacho y avanzamos por el pasillo.

-Está bien iré por mi propia cuenta

- ¿A dónde van? –No puedo verla, pero se quien es, Ashley.

-A nuestro chalet –Le responde Derek sin aflojar el paso.

- ¿Puedo estar con ustedes? Me aburro aquí yo sola.

-No creo que eso sea una buena idea –Sigue nuestro camino, dejándola atrás.

- Por favor bájame

-Ni, loco, te me puedes escapar y no sé qué haría.

-Te prometo no ir a ni un lado, pero bájame ya, por favor.

Por fin me pone en el piso y corro por el pasillo, mientras el corre detrás de mí.

El Sonido del AmorWhere stories live. Discover now