Capítulo XXI

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Derek...

¡Por favor resiste Alexa! Suplico dentro de mí.

Yo solo venía a verla con el pretexto de saber que era ese sonido, aunque ya sabía que se trataba de la alarma contra incendio. Vamos a prisa hasta llegar a la habitación donde esta ella, lleva casi un minuto sin aíre, por favor Alexa aguanta.

-Tira la puerta -Le grito al hombre con aspecto de leñador.

-Señor no tarda en abrirse la puerta si la forzamos hay que volver a instalar todo el sistema. -¿A quién le puede interesar eso ahorita?

-Me importa una mierda, Alexa está ahí adentro sin oxigeno, puede morir. -El hombre solo se encoje de hombros.

-Solo nos queda esperar, si tratamos de abrir la puerta solo entorpeceremos las cosa y puede tardar más en restablecerse la alarma, tranquilízate Derek, Alexa es una mujer fuerte -Dice Ernest aún más preocupado que yo.

-Es que no lo entiendes ahí está la mujer que quiero, necesito saber que está bien.

Pasa medio minuto y la puerta se abre, Ashley se me avienta al cuello con la cara empapada en lágrimas, Ernest corre hasta Alexa, yo voy tras él, está en el piso inconsciente la cargo en mis brazos y la llevo fuera de la habitación, el hombre que se encarga de toda esta habitación le coloca una mascarilla, pero no reacciona.

-Llama a una ambulancia -Me dirijo a Cort que está como piedra contemplando la imagen sin una gota de sangre en la cara. -Por favor Alexa reacciona, por favor. -Le susurró al oído.

- ¿sigo viva? -Ya reacciono y habla en español, gracias a Dios, aunque no entendí lo que quiso decir fueron las mejores palabras que pudo haber dicho.

-Gracias a Dios -Dice Peter, no supe en qué momento llego, pero estoy feliz de que él esté aquí.

-No te entiendo –Trato de sonreír. Me seca una lágrima que corre por mi mejilla y puedo sentir su mano fría. -Estas vivía todavía mi cielo -Le prometí que no volvería a besarla frente a sus compañeros de trabajo, pero la necesito, le doy un beso tan tierno que parece ser solo un roce.

-El doctor no tarda en llegar, le llamé cuando supe que Alex estaba inconsciente

-Gracias Peter -Le digo, todavía sosteniendo a Alexa en mis brazos.

-Eso es una tontería ya estoy bien, vamos a seguir trabajando -Dice Alexa, intentando levantarse, pero se lo impido pegándola a mi todo lo que puedo.

-No, Alex por hoy ha sido todo, mañana seguiremos con el trabajo -Dice John.

-Claro que no –Protesta, intentando separarse de mí.

-Tú te vienes conmigo.

La levanto en mis brazos para llevarla a la cama de donde no debimos haber salido en todo el día, Alexa me ha dado muchas impresiones, pero la de fragilidad jamás, ni aquella vez en que lloraba tanto, ahora teniéndola así entre mis brazos sabiendo que estuvo a punto de morir la siento de cristal, sé que es una mujer fuerte, pero también sé que tengo que cuidarla más, puedo perderla y no quiero, me aterra la idea de perderla.

-No, quiero seguir trabajando, por favor.

-Por favor tú Alexa, no seas malcriada, casi mueres.

-Ok, pero bájame, por favor -Ignoro su petición y avanzo con ella en brazos hasta llegar a la habitación y ponerla en la cama. -No quiero estar todo el día en la cama.

-Por favor mi cielo solo descansa, vamos a esperar a que llegue el doctor y que él decida -Se ve cansada y pálida, me siento a un lado de ella y la abrazo sin dejar nada de espacio entre nosotros dos, no sé en qué momento las lágrimas nuevamente empezaron a bañar mi rostro, llenas de un miedo enorme a perderla.

-Tranquilo, no pasó nada, estoy aquí -Deposito un beso en su cabello para separarme solo un poco de ella, tiene los ojos cansados. –Todavía estoy aquí para hacerte enojar un buen rato. –Sonríe cansada y me da un pequeño beso

-Gracia a Dios estas aquí Alexa, fueron los dos minutos más largos de mi vida, si no se hubiese abierto esa puerta ahora mismo estaría loco. -Me interrumpe dándome un tierno beso.

-No pienses en eso por favor. -Acaricio su mejilla y nos quedamos quietos sin hacer nada durante un buen rato, tengo una pregunta que roda mi cabeza desde hace un buen rato, pero ahora no es el momento de hacerla.

Tocan la puerta, es Peter que viene con el doctor, un hombre ya entrado en años, con el pelo completamente blanco y arrugas bajo sus ojos, me levanto de la cama y Alexa hace un ruido de protesta.

- ¿Qué pasó aquí? -Pregunta viendo a Alexa.

Le explico todo lo sucedido, y el hombre solo frunce los labios y asiente unas cuantas veces, cuando termino de contar todo lo que paso le dedica toda su atención a Alexa, le pone una pequeña lámpara en los ojos, revisa sus oídos, sus pulmones, su corazón.

-Al parecer todo está bien, solo necesita descansar debido al esfuerzo que hizo por tratar de conseguir aire se debilito, pero estará bien.

-Ya oíste, así que nada de volver al trabajo hoy -Pone los ojos en blanco ante mi reacción -Tampoco me hagas así, te guste o no vas a pasar el resto del día en está cama. -Levanta los brazos dándose por vencida.

-Bueno, por mi parte es todo y cuídate niña, es un milagro que sigas vivas.

-Gracias doctor -Dice Alexa, con una sonrisa de verdad, débil pero honesta.

-Ahora vuelvo cielo -Digo, mientras le doy un beso en la frente.

Acompaño al doctor con la intención de llevarlo hasta donde esté Peter, pero este viene caminando en nuestra dirección, prácticamente corriendo, por fin llega hasta donde estamos nosotros con la respiración agitada, si la situación fuera otra me hubiese burlado de su falta de condición.

- ¿Qué paso Peter? ¿Por qué vienes tan agitado? -Toma una bocanada de aire antes de empezar a hablar.

-Ashley ya se va, quiere hablar contigo antes de irse.

-Por favor acompaña al doctor a la puerta y despide a Ashley.

- ¿Seguimos con los mismos planes para esta noche?

Con todo lo que paso no recordaba la noche que tenía planeada para Alexa y para mí, aunque no estoy seguro si sea buena idea después de todo lo sucedido.

-Doctor tengo una duda -Digo viendo al anciano que asiente. - ¿Cree que Alexa pueda bajar esta noche a cenar? O tendrá que estar en cama todo el día.

-Con la vitalidad que tiene Alex, solo necesita descansar un par de horas, no la sobre proteja Derek es fuerte y necesita hacer su vida con normalidad, si no la quiere volver loca.

-No sabe el miedo que me dio imaginarme sin esa mujer testaruda -El hombre me ve con ternura y asiente.

-Bueno me voy -Dice el anciano doctor.

-Peter continúa con lo planeado.

El hombre asiente y avanza con el doctor, por el pasillo rumbo a las escaleras.

El Sonido del AmorWhere stories live. Discover now