El Sonido del Amor

Capítulo X

           

Alexa...

Por favor para ya de llorar, no es nada, es solo alguien más, que te ha lastimado. ¿A quien quiero engañar? este es el hombre del que estoy completamente enamorada y no por ser Derek Gabler, un hombre que idealice desde hace dos años, lo quiero por ser él, Derek o bueno la persona que creía que era y que sin saber porque me lastimo, y eso me da el coraje para dejar de llorar y apartarme de él.

-Disculpe señor Bauman -digo limpiándome las lágrimas y recuperando la compostura. -En un momento me voy.

-Por favor dime Derek y no te vayas, perdóname -Su rostro refleja angustia.

-Prefiero seguir llamándolo señor Bauman, con respecto a que lo perdone, no tengo nada que perdonarle señor al final usted solo expreso lo que piensa de mí y no hay nada que disculpar en eso. -Trato de mantener un tono de voz neutro. -Y en cuanto a quedarme, le agradezco todas sus atenciones y si es por el trabajo no se preocupe hablare con mi jefe para expresarle su inconformidad con mi trabajo y venga otra persona a terminarlo. -En este punto, ya no siento nada, en realidad estoy tratando de no sentir nada.

-Por favor Alexa, perdóname sé que te lastimé y dije muchas cosas que de verdad no siento, confundí las cosas al verte con esa cámara, por favor perdóname y no te vayas -Dice con el rostro descompuesto, -no te dejes engañar Alexa- me repito a mí misma, evitando el impulso de acércame y abrazarlo.

-Le repito lo mismo señor yo no... -Me interrumpe.

-Piensa en ti, si te vas ahora le abras dado la razón a tu madre y regresaras a México sin nada, -No había pensado en eso, estaba tan dolida que me olvide por un momento de todo. -Quédate a terminar el trabajo y dame la oportunidad de reparar mi error.

¿Qué hago? No sé qué hacer, mi parte racional dice que me quede y termine el trabajo, pero la parte herida dice que me valla, -tienes que ser inteligente Alexa y pensar en ti, en este punto ya perdiste casi todo, al menos salva tu trabajo- me digo a mi misma.

-Por favor quédate -Dice suplicando, yo tomo aire y asiento con la cabeza, su rostro se ve más sereno, pero las cosas ya no volverán a ser iguales.

-Me quedo, pero de ahora en adelante nuestra relación se limitará estrictamente a lo laboral, le agradeceré señor Bauman si me pudiera instalar en un chalet y poder venir en las tardes y usar su despacho para terminar mis informes diarios. -Mi voz suena tranquila, pero por dentro estoy hecha un lio.

-Por favor perdóname y quédate aquí en la casa, dame la oportunidad de reparar mi error.

-Señor Bauman, le repito, no hay nada que perdonar y solo le pido que haga lo que le pido -Digo con voz neutra y tranquila.

Empieza a dar vueltas por toda la habitación, mirándome de vez en cuando y repitiendo algo que no entiendo, porque lo dice más para sí mismo que para mí. Entonces recuerdo que fue a buscarme, pero no me atrevo a preguntar para qué, pero al menos me debe esa explicación.

-Señor Bauman, -hablo de repente y se detiene para verme nuevamente -hace un momento usted me buscaba ¿puedo saber para que era? -Su mirada cambia y se acerca a mí y suelta el aíre que había guardado en sus pulmones.

-Para esto...

Me toma por sorpresa dándome un beso que en un principio rechazo, pero termino cediendo a él, dejándome llevar por aquel beso poniendo mis brazos sobre su cuello y en mis manos masajeo su cabello, sus manos descienden por mi cintura hasta llegar a mis caderas, mete las manos por debajo de la blusa acariciando mi espalda y su tacto me quema la piel, sus movimientos son delicados como si tuviera su violín en las manos.

-Alex... -Es la voz de Peter que entra en la habitación interrumpiendo aquel momento, intento separarme de Derek pero me mantiene en sus brazos y yo hundo mi cara entre mis manos apoyándome en su pecho avergonzada por lo que acaba de pasar. -Perdón.

- ¿Qué pasa Peter? -Pregunta Derek, por mí.

-Los muchachos buscan a Alex.

-Gracias, Peter en seguida voy -Digo y me separo del cuerpo cálido de Derek - Peter ¿puedo pedirte un favor? -Veo al hombre con la cara roja llena de pena.

-Claro que sí, dime.

- ¿Puedes llevar mis cosas nuevamente al chalet? -El hombre busca el rostro de Derek, quien asiente, y se vuelve por donde entro hace unos minutos.

-Disculpe señor Bauman, esto no volverá a pasar, que tenga un excelente día -Digo y me voy a buscar a Ernest y los chicos.