40.- Corriendo hacia ustedes.

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POV Barry.

Su sonrisa era deslumbrante y yo creí dejar de respirar.

Ante mí tenía la noticia del siglo, la noticia de la vida y que causaría millones de debates sobre si es malo o bueno. Lo que a era a mi, me importaba un carajo, ¡Iba a tener un hijo de Caitlin!.

-¿Cómo que embarazada?.- Logré soltar.

-Lo supe hace dos días.

-¿Y no pensabas contarme?.

-Eso estoy haciendo ahora Barry, no es que fuera a ocultártelo.

-Oh vaya es...yo....no se que decirte ¡Tendremos un bebé! Tengo que llamar a Joe, y a Iris, también a Cisco y Jesse, Oliver...¡No puede ser, Oliver se pondrá como un loco! Felicity...Felicity de seguro te pedirá ser su madrina. 

-Hey Barry...¿quieres calmarte? Estamos de luna de miel, disfrutemos esto y al volver podremos charlar sobre eso.

-Tienes toda la razón del mundo. 

Salté a la cama con cuidado y aproveché su postura para observar su vientre aún completamente plano. Ladee mi cabeza imaginándome como sería todo a partir de ahora.

Cielos, ¿sería niña o niño? ¿Se parecería a ella o a mi? ¿Me querrá? ¿Seré para él o ella alguien a quién admirar?.

-Hola...- Solté de pronto cerca de su vientre.

Me quedé en silencio unos momentos aún pensando en las preguntas anteriores.

-No esperaras a que conteste ¿o si?.- Dijo Caitlin apoyando su peso en sus codos levantándose un poco.

-Silencio linda, esto es entre mi hijo y yo. 

Río un poco y volvió a lanzarse de espaldas a la cama. Carraspee un poco antes de continuar.

-Seas quién seas el que viene ahí déjame decirte que no tengo idea de cómo hacer esto asi que no me culpes si paso a dejarte un poco más el pañal mojado o si te arropo mas de lo necesario, tenme paciencia, iré aprendiendo. Ahora, si hay algo de lo que estoy seguro es que tu madre y yo te amaremos con exageración, si, aunque no te lo creas, si yo ya te amo y eso que ni si quiera te conozco, bueno, es cómo una cita a ciegas...pero sólo que ahora, estoy seguro de que conoceré al segundo amor de mi vida. 

Miré hacia arriba dónde mi esposa, si, ya era mi esposa secaba sus lagrimas.

-¿Por qué estás llorando?.

-Porque eres tan dulce Bartholomew Henry Allen, ven aquí.

Me mantuvo abrazado a ella por varios minutos hasta que la convencí de que bajáramos a la piscina, sólo con eso dejó de llorar. Raro.

Nuestras mini vacaciones y mini luna de miel fueron suficiente para recargarme de energía positiva para resolver los miles de problemas que traía esta pequeña ciudad. 

Obviamente las cosas cambiarían a partir de hoy, Caitlin no me dejó sustituirla en el laboratorio pero sólo sería por los primeros seis meses, luego aunque tuviera que amarrarla a casa lo haría.

-Barry, en la sexta hay un asalto a mano armada, ¿Podrías pasar?.

-Claro, hay un restaurante de comida china justo en esquina ¿pasó a comprar algo?.

-Iugh...- Soltó Caitlin por el intercomunicador y reí.- ¿Jugo de frutas?.

-Algo así me gustaría.

-Chicos, sin ofender a la chica aquí presente y su repentino odio por la comida china pero a mi si me gustaría.-Habló Cisco.

-Vale, yo llevo.

Corriendo Hacia Ti (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora