🌟 MILAGROS INOCENTES 🌟

Visitas Inoportunas

*JungKook*

Aquí estoy, frente a la gran puerta principal del Hotel Park, luego de qué Yugyeom se marchó, quedando en qué nos veríamos más tarde para lo del proyecto y sin más que hacer, me adentro al lujuso Hotel, al cual ya habia venido varias veces en este último mes, por lo que Sunni la recepcionista me sonríe en cuanto me ve, fué una de las pocas personas de las que trabajan en este Hotel, qué me trato con afecto desde el primer día que Jimin me presento como su esposo, las demás me miraban con desprecio, algunas con odio, algunas con tristesa, creo que no me perdonan haberles matado la ilusión de que algún día el se fijaría en una de ellas.

— Buenos días joven JungKook — yo le dije que me llamara asi ya que al principio me decia Señor Jeon, pero eso es muy formal, queria que solo me diga JungKook, pero ella dijo que no estaba permitido dirigirse así a nadie, mucho menos a los dueños, que son políticas del Hotel, así que lo dejamos así.

— Hola Sunni — yo si podia hacerlo, ya que, estos dias estoy rebelde, siento que Jimin me conciente mucho que por eso volvi a ser como un niño — ya llego mi esposo? — pregunto y Sunni borra su sonrisa.

— Si — frunce su ceño — y venia con una resbalosa que tenia sus manos en los brazos de su esposo — la mató — pero no se preocupe, en cuanto me vio la fulmine con la mirada — mientras ella me hablaba se acerco un pequeño con unos dulces, se paro frente a mi y me miro todo sonriente, sus ojitos se perdieron y sonrieron así como los de mi Jimin.

— bebé guta eto — dijo mirandome, con sus ojos negros grandes y brillosos, mientras extendía su mano en el cual  tenía un chupetín, no sabia que hacer hasta que algo me dijo toma él dulce y así lo hice.

— Gracias pequeñín — le dije mientras acariciaba su cabello negro con mi mano libre, el sonrió dejándome ver sus dientes blancos y pequeñitos, tenia unos lindos cachetitos que se sonrojaron, al yo sonreirle, luego se fue corriendo hacia el ascensor.

— Vaya creo que fue un admirador secreto — decia Sunni sonriente, pero para mí no era solo un admirador secreto, era más que éso, porqué al tocarlo senti una calidez inexplicable, sentia dentro mío, como qué algún día lo volvería a ver a ese pequeñito — joven JungKook esta bien? — vaya me perdi en mis pensamientos.

— Si, Sunni estoy bien — le regalo una sonrisa — bueno me voy a ver a mi esposo, nos vemos luego — por lo que me dirijo hacia el ascensor, mientras Sunni me sigue hablando.

— Suerte — decia con su brazo levantado y haciendo en esta fuerza,  mientras señalaba con su otra mano sus biceps inexistentes — demuéstrele a quien le pertenece el Señor Park, a esa desubicada — Sunni si qué recordaba mucho a Tae.

Después de subirme al ascensor y dirigirme al area de las oficinas administrativas del Hotel, al fin llegue a la oficina de Jimin, ahí estaba su secretaria la cual al verme me saludo con una reverencia y yo se la devolvi, le indique que pasaria, ella solo asintió y me dedico una mirada de *acabela*, era extraño ella fué la última en aceptar que fuera el esposo de Jimin,  asi que la mire diciendo -*porque?*, a lo que ella me respondio.

— Usted es mil veces mejor que esa mujer — vaya, si que se siente muy bien escucharla decir eso — Fighting!!  — le dije *Gracias* y tomé el pomo de la puerta, logrando abrir la puerta, como me lo esperaba Mini estaba rodeando la espalda a Jimin con su brazo, mientras Jimin estaba sentado en su escritorio, ambos se voltearon a verme, pero Mini no hizo nada para levantar su asquero brazo de Jimin y el solo me miraba a mí, asombrado.

— JungKook viniste — dijo sonriendo.

— Se ve que no me esperaban? — dije retador — Te agradeceria que quites tu mano de mi esposo Mini — le advierto, mientras me acerco a ellos y ella refunfuñando me obedece, una vez entre ellos, empujo a Mini para luego sentarme en las piernas de mi esposo, él cual me recibe rodeando mi cintura con sus brazos y una enorme sonrisa en su rostro.