El amuleto del destino

1.1K 70 7
                                    

Los lobos se abalanzaron sobre ellos, de repente, una mujer se colocó delante y apunto a los lobos con su amuleto, -Defiendeme!- Grito, y los lobos huyeron.
Conan y Heiji se quedaron sorprendidos ante tal acontecimiento, la mujer llevaba la ropa del templo,rojo, blanco y negro, tenía el pelo largo y negro, cogido con una coleta y en la mano, llevaba un amuleto, era una gran moneda de bronce con el dibujo de dos dragones, tenía hilos rojos, por arriba formaban un aro por donde ella lo cogía y por abajo sujetaba tres monedas más pequeñas y se dividía en muchos hilos, más pequeños.
Heiji: Nosotros podíamos con esos lobos!
?: Qué desagradecido eres!
Conan: Muchas gracias señorita! Como se llama?
?: Me llamo Hikaru, soy la propietaria de este templo.
Conan: Yo soy Conan y el se llama Heiji.
Heiji: Y hemos venido a buscar un amuleto.
Hikaru: A ti no te pienso dar nada!
Heiji: Oye!
Hikaru: Pero tú me has caído bien, Conan verdad? Ven pasa dentro.
Conan: Muchas gracias.
Los tres entraron dentro del templo.
Conan: Que es eso?
Hikaru: Esto? Es mi amuleto, a pasado de generación en generación en mi familia y es  mágico, al principio no lo creía, hasta que me salvó.
Heiji: Te salvo?
Hikaru: Si, gracias al amuleto, me salvó de un gran accidente que tuve, mostrándome que curas y medicamentos necesitaba. Con el se descubren cosas ocultas y también, puedo ver el destino de las personas.
Heiji miraba atentamente el amuleto.
Conan: Entonces debe ser lo mas preciado para ti.
Hikaru: Y tanto! Ah! Casi se me olvida, aquí tienes el amuleto.
Heiji: Que!? A mi no me lo das y a el si!
Hikaru: El me a caído mejor que tu!
Conan: Ostras! Nos hemos dejado el dinero en la moto! Voy a buscarlo!
Conan sale corriendo a por el dinero.
Heiji: Oye, es verdad que eso es mágico?
Hikaru: Veo en tu mirada que lo necesitas, hay alguien, importante para ti, al que estás dispuesto a encontrar cualquier solución para salvarlo, verdad?
Heiji: He venido aquí a Tokio por el y no me iré hasta saber que está bien.
Hikaru: Es el niño? Conan, le pasa algo?
Conan entra en el templo.
Conan: Ya he vuelto! Toma el dinero.
Hikaru: Quedatelo, te hago un regalo.
Conan: En serio? Gracias!
Hikaru: Espera Conan!
Conan: Si?
Hikaru: Podrías tocar mi amuleto?
Heiji y Conan la miran sorprendidos.
Hikaru: Es que así, tendré un recuerdo tuyo.
Conan seguía extrañado, pero acercó su mano y toco el amuleto, aparto su mano y al momento, a Hikaru le cambió la cara. Su cara parecía que había visto una imagen horrible que pasaba algo terrible delante suyo.
Conan: Estás bien?
Hikaru: Si si, a sido un placer tu visita.
Heiji: Ves a la moto, yo ahora voy.
Conan se fue, y quedaron ellos dos.
Heiji: Sabes que le pasa?
Hikaru: A Conan, le pasa algo fuera de lo normal, desconocido, que va empeorando a medida que pasa el tiempo, he visto cosas terribles, cosas que no debería pasarle a un niño, pero el no es un niño cualquiera, el tiene algo especial, el es especial. Lo siento, quería darte buenas noticias y no esté horrible futuro, aunque en el hay mucho más, sobretodo muchas pruebas que deberá superar. Le rezaré a los dioses y les pediré ayuda y recuerda que siempre podéis volver para lo que necesitéis, aunque sirva de poco mi ayuda.
Heiji: Gracias, no era lo que esperaba pero en fin, no me rendiré.
Heiji se despidió de Hikaru y fue a la moto.
Conan: Donde estabas? Estaba esperandote.
Heiji: Perdon! Me entretuve.
Conan: Bueno, da igual, vamonos.
De repente a Conan le entró un sentimiento espantoso, una voz, una llamada de auxilio, ¡Shinichi! Vio una imagen, era Ran, estaba en peligro.
Conan: Corre Hattori sube a la moto! Tenemos que volver!
Heiji: Que pasa Kudo?
Conan: Ran! Ran está en peligro!
Heiji arrancó la moto y a toda velocidad volvieron.
Llegaron a la oficina, Conan sin dudarlo salto de la moto, subió las escaleras y abrió la puerta de la oficina.
Conan: Ran! Ran!
Ran no estaba en la oficina, así que subió a casa.
Conan: Ran!...ah Ran estás... aqui?... Ran!
Ran tampoco estaba en el piso de arriba.
Heiji: La has encontrado?
Conan: No... no está! Tengo... debo encontrarla!... Ran!
A Conan le costaba respirar y se sentía cansado.
Heiji: Hey Kudo! Detente te está pegando otro ataque!
Conan: No!... Esto... no es nada... Ran!... Tengo... que... encontrarla!
Conan comenzó a tambalearse y marearse, desconcentrado callo al suelo.
Conan como pudo, cogió su móvil y llamo a Ran, pero no lo cogió nadie.
Conan: Ran... Donde... donde estas... Ran?
Conan se levantó aunque Heiji intento retenerlo, tambaleándose Conan volvió a entrar en la oficina, se detuvo delante de la mesa de Kogoro e intentaba pensar a dónde podía haber ido, sabían que había ido a un curso especial de karate pero eso ya había acabado hace una hora, Donde? Donde estaba Ran?
Conan cerro los ojos y calló al suelo desmayado.

El Detective Conan:Un caso preocupanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora