En la boca del lobo (2)

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¿Cuál era la misión ahora? Pensar, poner sus mentes a trabajar en un plan nuevo con el que salir de lo que era su trampa mortal. Heiji se asomó de nuevo al  pasillo a calcular donde estaba cada persona, eran 5 en la enorme sala, dos filas de 8 pasillos. Heiji y Heru se encontraban en la parte de la izquierda en la esquina del segundo pasillo; los dos encargados hacían su trabajo en el lado contrario, con las estanterías de la derecha, en el tercer pasillo; por ultimo el seguridad, caminaba por el pasillo central cerca de los encargados pero al tanto del resto de la sala. Ya estaban situados en sus mapas mentales, Heru pensó en algunos atajos que podían tomar para ocultarse mejor, era cuestión de esperar el momento oportuno.

–¿Guarda? Venga un momento.

Escucharon una voz alzarse y unos pasos alejarse de ellos, se miraron y asintieron a la vez, era ese momento.

–¿Esto estaba asi? Debemos escribirlo todo tal y como es.

–Sí sí lo estaba, la ultima revisión lo acordó de esta forma.

Debían ser sigilosos y ágiles. El primero en salir del escondite fue Heiji, mirando que efectivamente el guardia ya no estaba vigilando en el centro. Con una seña Heru fue el siguiente en salir, cruzando hacia las estanterías de la derecha en el segundo pasillo. Sin perder ni un instante el científico examinó cada producto en busca del adecuado, sonriendo victorioso al tomar el bote entre sus manos y asegurándose que fuera ese.

Miró al detective asintiendo con la cabeza, estaban a solo una estantería de los otros y no podían arriesgarse a que los descubrieran. Los nervios estaban a flor de piel y el de gafas lo notaba con el simple hecho de que necesitaba respirar por la boca, el hilo que separaba el éxito del fracaso era demasiado fino y la mente jugaba malas pasadas.

Heiji no quería perder ni un momento y arriesgarse aún más. Pronunció la palabra "salida" pero sin emitir ningún sonido, volvieron a caminar en silencio para volver al pasillo principal, moviéndose lo más rápido que les permitía el silencio de sus pies.

Pero el hilo que sujetaba el éxito acabó por romperse.


El Detective Conan:Un caso preocupanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora