El Detective Conan:Un caso preocupante

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El sonido de las teclas en constante movimiento marcaban un ritmo asonante en la sala. También se escuchaba el sonido del cristal, pequeñas ruedas metálicas o el lápiz escribiendo a gran velocidad. El tachón muy marcado del lápiz, casi hizo que el papel se rompiera, pero eso a Heru no le importaba nada. Estaba enfadado, nervioso, se sentía en un mar de dudas e información donde llegaba el punto en que no sabia a que recurrir. Su libreta estaba llena de tachones por ahí y por allá y pulsaba sin contenerse las teclas de su computadora.

Se detuvo en seco al invadirle un pensamiento ¨¿Y si no lo encontraba?¨¨¿Y si no había cura existente y todo era en vano?¨. En ese caso, ¿Qué podría hacer? Tendría de dignarse y aceptarlo. Su ordenador lo devolvió a la realidad, no dudó en volver al trabajo, estaba seguro, algo encontraría.

-Duerme un rato-. Bonita orden que como todo rebelde no había cumplido. Heiji miraba a la nada, sentado en la mesa de la cocina, pensando, sin hacer otra cosa porque tampoco sabia que debía hacer. En parte se sentía impotente, un completo inútil. Sentado en una de las sillas y con la cabeza apoyada en su mano izquierda miraba más allá de la pared, su vista no estaba centrada en nada en absoluto, simplemente viajaba por sus pensamientos, ideas y recuerdos.

Fuera estaba lloviendo, no había salido en todo el día, pero ella tenia el presentimiento de que estaba lloviendo. Ran también estaba sentada, en una butaca a los pies de la cama donde reposaba Conan, sus codos, apoyados en el borde de la cama y sus palmas sujetaban su barbilla. ¿Cuanto llevaba esperando? ¿Cuanto tiempo había pasado ya? ¿Minutos? ¿Horas? No tenia ni idea, pero tampoco se había levantado para comprobarlo. Solo estaba allí, como quien espera a algo, como quien espera a alguien, como quien, quiere tener esperanza.

Entonces la alarma mental se activó, la mano del castaño comenzaba a moverse, señal de que se despertaba. Le bastaron segundos para salir de la habitación. Tuvo que llamar 3 veces a Heiji para que al fin quisiera reaccionar. Heiji se quedo en la esquina de la cama inferior, cerca de la puerta, junto con Heru que acaba de llegar. Ran se acercó hasta estar al lado del chico, le ayudó a incorporarse y que quedara sentado en la cama.

Algo no iba bien...

Algo era diferente...

Alguien no reaccionaba.

Conan, no reaccionaba.

Ran: ¿Conan? ¿Conan me ves? ¿Me oyes?

Intentaba sacar alguna contestación del chico que estaba despierto, pero no hacia ninguna reacción. Al notar la preocupación instantánea Heru examinó a Conan.

Heru: Así que era eso...

Pronunció en un susurro mínimo. Se incorporó para volver a su lugar, a unos metros de la puerta. Los otros dos jóvenes le miraban expectantes, querían una contestación sobre aquello.

Solo pronunció a un volumen suave pero entendible.

Heru: Estado vegetativo.

Ran: ¿Qué?

Heiji: Esta completamente ido, cuadra.

Heru: Es un estado de la persona donde responde a caracteres inconscientes como la luz o el dolor, pero no esta consciente, esta ido, en una especie de trance que hace que no sea consciente de lo que pasa, algo así como en shock.

Ran: ¿Se va a curar? 

A pesar de que hablaban con calma, la castaña estaba nerviosa.

Heru: Haré todo lo que este en mi mano.

Luego de decir eso se retiró de nuevo al laboratorio, Heiji también fue con él.

Heru: ¿Te vas a quedar ahí callado, observándome?