El Detective Conan:Un caso preocupante

Complicaciones

–Ran–.

Se despertó de golpe con la frente húmeda por el sudor, jadeando levemente. Al incorporarse sintió un fuerte dolor culpa de haberse dormido en una mala postura, apoyando sus brazos y cabeza en el borde de la cama. Después de recobrar la compostura, observó el rostro supuestamente despierto del niño que estaba sentado en la cama. Su expresión se veia calmada y serena, parecia mirar hacia la pared a su izquierda aunque la realidad fuera totalmente distinta, aquel muchacho no miraba a ningún lugar y podia ser que ni siquiera su consciencia estuviera intacta. Ran no pudo evitar la mueca que se formó en sus labios al centrarse en unos orbes tan potentes como el azul electrizante que le caractizaba, ahora apagados y frios, sin vida.

Su boca suspiró pesadamente, levantando su aún cansado cuerpo y estirando hacia atras sus hombros en un intento que su espalda dejara de doler. Su estomago reclamaba por comida y seguramente esa era la razón por la cual se había despertado. Caminó lentamente hacia la cocina, frotando sus ojos con la mano derecha antes de abrir la nevera en busca de algo comestible, no había nada. Mordió su labio algo molesta y se asomó al laboratorio buscando a alguien, en su busqueda solo encontró una nota con la letra de Heiji.

¨Salí con Heru para buscar el último ingrediente que necesita, volveremos pronto¨.

Acababa de recordar aquello, antes de dormirse ya le habían comentado algo al respecto sobre irse temprano y además la hermana de Heru no iba a estar durante tres dias por motivo de quedarse en casa de una amiga, cosa que le hizo pensar a la joven sobre la extraña libertad y dependencia de la niña.

Volvió a la habitación pero esta vez no se sentó ni se acercó a Conan, se quedó al final de la cama mirandolo fijamente mientras meditaba que hacer. Por una parte debia ir a comprar algo para no morirse de hambre y también cocinar algo para cuando volvieran los demás. A su vez no queria, no, se había prometido no abandonar al chico en ningún momento hasta que su estado mejorara. Era un mar de lios y dudas ¿Si se daba prisa no habría ningun problema, verdad? Ese fue el incentivo para que tomara sus cosas y saliera de la casa, no sin antes colocarse una chaqueta para que el frio no fuera una molestia.

Poca gente paseaba por aquelas calles, la zona era más de almacenes y empresas que no de viviendas, pero por suerte se encontraba un supermercado a solo 5 calles y de ahí podria comprar varias cosas, las necesarias para comer y cenar un par de veces.

Su flequillo era agitado por la brisa que corria libre, al no tener ninguna compañia solo podia pensar durante su trayecto, pensaba en la esperanza de una cura, pensaba en la suerte que había sido encontrar a alguien como Heru y pensaba también en que estaba olvidando algo, algo que desde el fondo de su ser era importante pero le era imposible recordarlo. Por más que pensaba y rebuscaba aquella verdad que no podia olvidar sus recuerdos estaban borrosos y demasiado confusos. Entrecerró sus ojos frunciendo levemente el ceño, abrazandose más a su ropa y volviendo a suspirar. No sabía porque, pero se sentia decepcionada consigo misma.

Aquellos diez minutos realmente pasaron volando, no queria desperdiciar el tiempo en que tenia y que no tenia que comprar, por ello fue a lo primero que pensó y lo que vió más a mano, algo simple pero bueno de cocinar. Era escasa la gente en la pequeña tienda, por ello solo había una dependienta la cual le regaló una sonrisa sincera y pasó la compra rapidamente por el escaner. Pagó el dinero justo y tomó la bolsa con la comida, esta vez, aceleró el paso con la ide de llegar antes a casa, calculando mentalmente el tiempo transcurrido y al mirar su reloj de muñeca se aseguró que estuvo fuera de casa aproximadamente 25 minutos.

Se sentia orgullosa de haber tardado tan poco a pesar de la distancia que había recorrido, cerrando la puerta con una sonrisa y alzando un poco la voz para indicar que acaba de llegar a pesar de que nadie podria responderle. Igualmente ilusionada entró en la habitación donde descansaba el joven para hablar con él.

 –¡Mira Conan! Fui a comprar un momento algo de comer, ya vol- – su voz se vió interrumpida al subir su vista de la bolsa a la cama y encontrar que el susodicho, no se encontraba en esta.

La bolsa que guardaba aquellos productos de comida calló al suelo reproduciendo el sonido particular del plastico arrugarse y las cosas chocar. Era curioso pero había perdido el apetito y sin embargo aun no se llevaba nada  a la boca. Salió de la habitación para buscarlo en la cocina y en el laboratorio, mirar cada rincón porque, maldita sea se ausentó solo 25 minutos, no podia tener tan mala suerte.

Su expresión se calmó y se alarmó al mismo tiempo al encontrarlo tumbado en el suelo, deduciendo que Edogawa cayó en algun momento de la cama. Lo abrazó con delicadeza revisando que nada hubiera cambiado aparte de su postura, pero él ya no mostraba los signos de un estado vegetativo ni una perdida de consciencia. Colocó su mano en un punto especifico del cuello del menor usando sus leves nociones para medirle el pulso, pero no notaba nada.

Ella no era una experta y menos una enfermera, tal vez se equivocaba, aun así tomó al vuelo su celular y salió nuevamente de la casa, pidiendo que una ambulancia viniera a buscarles a la avenida más cercana. Estaba sudando a pesar del frio, no tuvo que correr ni caminar casi nada pero estaba sudando y jadeando, podia no estar segura del pulso del castaño pero sabia que el suyo rozaba los altos niveles.

Se sentia culpable, solo llegar al hospital un enfermeró le aseguró que nada era su culpa pero no lo iba a negar, se sentia demasiado culpable. Podria haber esperado a alguien para salir a comprar o simplemente comerse ese minusculo trozo de pan que parecia llevar 4 dias en la mesa de la cocina. A pesar de la calma que le vino al saber que el ingresado llevaba un pulso leve, solo pudo sentarse en su ya conocido sillón y sujetar el telefono con sus manos, esperando que Hattori le llamara para contarle todo lo ocurrido.

Para decirle, que ya no quedaba tiempo.

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Jelowa!

¿Adivinen quien acaba de perder una apuesta?

¡Por un pelo no se crean!

Todo culpa de @Alexx_xa quien a tenido la brillante idea de apostar conmigo. Por otro lado teneis capitulo mucho antes de lo esperado asi que...

Disfruten :,3/

_Nos acercamos al final, asi que vayan preparando las palomitas_

¡Nos vemos pronto!

San, Ni, Ichi... Zero!