Los Tomlinson "Larry"

#7

Se levantó a las seis en punto como siempre.

Había preparado la cafetera, subiendo a las habitaciones de sus niñas que al parecer habían sufrido de insomnio. Les dio un beso estruendoso en la frente a cada una y les pidió que se prepararan.

Salió de ahí y fue hasta la habitación de Louis.

Entró oyendo una suma tranquilidad. El castaño no estaba durmiendo como habitualmente lo estaría, y su cama siquiera estaba desordenada.

Suspiró apretando los labios y viendo la ventana abierta, saliendo al pequeño balcón que había en el lugar, sin rastro de Louis.

Suspiró de nuevo yendo hasta el baño, abriendo la puerta y desviando el rostro enseguida cuando percibió el desnudo cuerpo del chico parado bajo la ducha.

- Louis...- le llamó. El castaño apenas y le miró. - Toca escuela.-

- No iré.- Respondió con simpleza. Enseguida se le olvidó la desnudez del castaño y le miró severo.

- No hagas esto.- Pidió. - No te comportes de esta forma, Louis. No hay motivos...- una mirada de reproche fue la que recibió a cambio, viendo entonces esos azules rojos y más que hinchados.

- No lo entiendes.- graznó. Harry suspiró dando unos cuantos pasos hacia el, observando lo arrugada que estaba su piel, apagando entonces la llave de la regadera.

- No.- Sonrío con melancolía.- No lo entiendo. Nunca me había pasado algo así. Hasta ahora.- Aclaró.

Para ser sinceros, toda la noche había estado pensando en ello. Si bien, no era parte de la familia Tomlinson, más llevaba trabajando tres años para ellos, así que el cariño que les tenía a cada integrante era descomunal. Si, eso incluía a Louis.

- No te creo.- Reprochó el chico.

- Ustedes son como mi familia, Louis...- Admitió con algo de pena, más con mucha seguridad. Entonces, el castaño abrió los ojos viéndole con admiración bajando la mirada inmediato a ello, y abrazándose a sí mismo.

- Tengo frío.- Harry le seguía mirando fijo; a pesar de gotear, las lágrimas eran evidentes.

Retrocedió dos pasos y fue en busca de una gran toalla, volviendo al más bajo y envolviéndolo en esta. Pasó sus manos creando calor por fricción a sus costados y resopló sonriente cuando los azules se alzaron de nuevo, y la nariz roja de Rodolfo el reno absorbió sus mocos.

- Vístete y baja a desayunar.- Espetó en orden. Louis asintió.

Sus cuatro niñas se hallaban con la mirada baja, como si el cereal con leche fuera lo más interesante del mundo.

El rizado expulsó aire algo nervioso, sirviendo enseguida el café de Mark, quien estaba en la punta de la mesa, con Jay a su lado que le dedico un leve "gracias" cuando le dio su té.

Sintió un poco de alivio al ver al castaño bajar ya bien vestido, y arreglado como si nada hubiera ocurrido, sentándose al lado de su madre, frente a Felicite.

Se encargó de darle el cereal, la leche y asentar al lado su cuchara.

- Provecho.- un "Gracias Harry" sonoro se hizo presente a lo que solo rió apenas audible y dispuso a retirarse.

- Espera Harry...- Le detuvo Mark. - Yo... Bueno...- Carraspeó y le miró algo perdido. - Puedes sentarte, por favor?- Él asintió con una bandeja donde antes traía los alimentos, aún en sus manos, asentándola al lado de donde se iba a sentar y llevando a cabo la acción. Juntó sus manos tomando aire, con Louis a su lado viéndole de reojo algo asustado y sus niñas que de igual modo le veían nerviosas.