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El pulcro traje gris se ajustaba perfectamente a sus piernas.

Tal alto, tan inalcanzable de aquella forma en la que se había arreglado, con uno que otro rizo suyo cayendo en su rostro haciéndolo lucir de modo más interesante.

Más interesante para todo aquel conocido de su jefa y su nuevo esposo que no lo conociera.

Aunque no se ignoraba que a su lado, un muchacho de igual modo pulcro, y bello, por qué no se le iba a negar que Louis Tomlinson lucia sumamente espectacular con ese traje azul a juego con sus ojos, escoltaba al rizado de un modo endemoniadamente posesivo.

Claro, que para quienes los conocían, solo eran dos chicos que hacían un buen papel siendo los padrinos de la boda de Johannah.

La ceremonia corrió de forma tranquila.

Jay se veía sumamente hermosa aún estando en estado.

Sus hijas eran sus damas de honor, todas que usaban preciosos vestidos azul cielo, de tirantes cruzados y piedras incrustadas a la altura de la cintura. Un tallo largo, con maquillaje natural.

La boda se llevaba a cabo en el jardín de la mansión; las flores blancas mostrando pureza, y solo lo mejor de lo mejor asistiendo a ella.

Harry sonreía a una dirección donde su madre y su hermana Gemma estaban, quienes le saludaron a mudo mientras veían la ceremonia continuar con los votos de los novios.

Para cuando "el acepto" de ambos fue finalizado y el beso selló su matrimonio, el arroz fue tirado hacia ellos y la fiesta empezó.

La entrada triunfal hacia la pista de baile con una canción que Felicite había sacado de su repertorio.

Enserio se veían muy enamorados, pensó Harry.

Se hallaba parado a un costado de el lugar mientras todos los invitados se animaban a bailar con sus parejas o amigos. 

Hacia un rato que había saludado a su madre abrazándola por largo rato y aclarándole que estaba perfectamente bien, que trabajar para los Tomlinson estaba sensacional, y que pronto tendría los ahorros necesarios para así estudiar lo que siempre había deseado.

Se había encontrado a Gemma con Niall en una plática muy amena que no quizo interrumpir más le había lanzado una mirada al rubio de precaución.

Pobre de su lengua si se soltaba de mas, pues, como buen amigo y para su mala suerte de serlo, ya le había contado a Niall acerca de la aparente confesión de Louis.

Y del beso, que él le siguió.

"Pero que carajo!!?.... Cuéntame todos los malditos detalles, ahora!."

Obviamente se los contó.

"Maldito suertudo!, te vas a cargar al nalgón de Tomlinson!"

Obviamente se enojo por el apodo al castaño.

Ósea, solo él podía decirle así, y en secreto, en la oscuridad de su habitación, solo en algunas ocasiones de la vida donde le había tocado ver a Louis cuando iba a por el a su entrenamiento de futbol y este salía con un short sumamente corto y pegado junto con una sport que indicaba que ya se había duchado.

Malditos los ojos que lo hubieran visto completo.

No es que él no lo hubiera visto ya sumamente como Dios le trajo al mundo.

Aunque pensándolo bien, y mordiéndose el pulgar sin darse cuenta de nada, el rizado nunca se había planteado lo algo excesivamente receloso que era de que alguien más observara a Louis.

Los Tomlinson "Larry"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora