Los Tomlinson "Larry"

#23

El día empieza algo inusual.

Harry se pone de pie algo tarde gracias a que la noche anterior Louis se puso algo intenso, así que terminó demasiado cansado.

Por suerte Jay no tocó la campanilla de ayuda.

Últimamente no lo hacía. Lo cual solo les daba muchas esperanzas justificadas de que se estaba recuperando.

Todo estaba mejorando.

Bajó las escaleras dando la vuelta a la cocina donde quedo en shock un momento ante la escena.

Su jefa estaba de pie, cargando a uno de sus gemelos mientras el otro estaba en su porta bebé, y con su mano libre removía la leche de un biberón.

- Oh, buen día Hazz!!, como amaneciste?- El rizado parpadeó algo confuso balbuceando.- Hey?, todo está bien?, necesitas algo?- Negó.

- Qué haces aquí?, deberías estar descansado.

- Oh no. No soy una anciana aún. Tengo la suficiente fuerza como para ponerme de pie y he tenido mejorías excelentes. Además, se por Louis que me lo comentó hace una semana que me fue a visitar, que hoy cumplen un año de estar saliendo.- Sonrío. Una sonrisa demasiado sincera y pura. Harry respingó entonces recordándolo.

Había estado anotándolo toda la semana en su calendario y al fin llegaba el día. Asintió.

- Si... Iremos a cenar... Aunque no me gustaría dejarte sola... Él pensó lo mismo y...

- Para nada!. Yo estoy perfecta, mírame!- Extendió su brazo disponible alardeando de su mejoría con una gran sonrisa. Harry rió asintiendo mientras iba hacia Ernest para cargarlo él.

El pequeño enseguida acepto.

- Hola lindo.- Dándole un pequeño beso. Jay sintió ternura al ver cómo su hijo amaba a Harry. - No estás molestando a mamá o si?- Ella rió.

- Y Louis, por cierto?

- Fue a trabajar temprano hoy, así vuelve antes de las seis.

- Bien. Yo decidí que prepararé el almuerzo hoy. Las chicas me pidieron mi famoso spaghetti a la boloñesa.

- Oh, qué delicioso. Te ayudo en algo?- Preguntó el rizado.

- Si, podrías darle de comer a Ernest. Yo le daré a Doris.- Rió nerviosa.- Nunca tengas hijos, podrían salirte gemelos- Suspiró radiante. Harry soltó una risa espontánea tomando el biberón que Jay le extendía.

- Si sabes que no puedo embarazarme, no?- Comentó casual.

- Entonces si eres el pasivo!- Sus mejillas adquirieron enseguida ese color rojizo intenso bajando la mirada avergonzado.

La desvío después a ello y prosiguió a darle el biberón a Ernest.

Solo oyó las gloriosas carcajadas de su jefa, le traían vida a su hogar.

El almuerzo llegó y con ello una verdadera reunión de familia.

Solo Mark y Louis faltaban, pero la felicidad en los hijos de Johannah era demasiado palpable.

Muchas risas y anécdotas escolares que hacían carcajear a la castaña mientras escuchaba atenta a sus hijos; una excelente comida.

Luego a ello, una gran platica mientras lavaban los trastes y acompañaba a Jay a su habitación. Necesitaba de nuevo estar conectada a esos tubos que le hacían seguir con vida, pero todos estaban más que de acuerdo que ahí estaba la mejoría. Solo era reforzar.

- Ya sabes que ponerte?- Él negó arrugando la nariz mientras asentaba a su lado dos fundas.

- Bien, lista?- Ella asintió y él procedió a sacar los trajes que tenía de opción. Uno rosado, demasiado llamativo que había comprado hace poco, por lo tanto Louis aún no lo veía. Y luego estaba otro color negro con rayas blancas. Ese lo había usado para una fiesta de su familia por lo tanto, tampoco había sido visto por el castaño.