Si se creía que después de la ida de Mark, los Tomlinson tardarían en volver a la normalidad, es que no los conoces bien.
Corrían de un lado a otro por los preparativos de la boda de Johannah con Daniel Deakin, su nuevo futuro esposo.
Daniel, según Harry, había resultado ser un buen hombre lleno de sorpresas.
No se dejaba mantener, y había renunciado a Tomlinson inc para conseguir empleo en otra empresa de marketing, donde ahora representaba un puesto más alto del que tenía, por el cual ganaba más.
El cubría todas las necesidades del embarazo de Jay, a pesar de que esta pudiera pagar mejores servicios o cosas.
Hombres, pensó el rizado.
Su jefa tenía ahora siete meses de embarazo. Habían pasado ya tres desde que Mark y ella hablaron en aquel despacho sobre su inevitable separación, y dos desde que firmaron el divorcio.
Mark se había ido; había comprado otra casa a las afueras de la ciudad, donde tenía habitaciones respectivas a sus hijos quienes iban sin falta cada fin de semana.
La T seguía adornando la reja de la mansión, y Jay había sido clara al dejar en claro que a pesar de casarse con Daniel, conservaría el apellido Tomlinson.
Mark no se negó.
Daniel y los chicos habían tenido tiempo en esos tres meses que él vivía ya con ellos, en conocerlos detalladamente y ganárselos de a poco.
Claro que antes tuvo que pasar por un obstáculo más grande.
Harry.
Daniel y el habían tenido una plática amena cuando el pobre tipo bajó en su segundo día viviendo ahí, a la cocina desde muy temprano.
Se había ofrecido en hacerle un café a Johannah, a lo cual el rizado le dijo que si quería hacerle algo que fuera té.
Jay tenía ese no sé que, que le hacía repudiar el café en el embarazo.
Entonces platicaron un buen rato, consiente que el rizado ya era conocedor de su existencia desde hacía mucho.
Y luego, a la hora del desayuno, puesto que él le ayudó a hacerlo, y ahora todos acostumbraban a levantarse más temprano para comer en familia, cada Tomlinson miró la extraña conversación de Daniel con Harry.
Para cuando Jay se sentó en la esquina de la mesa, con Daniel a su lado y sus hijos después a ellos, con Harry sentado en la otra esquina, dando paso a que empezaran a comer, una simple mirada del de ojos verdes, de aprobación bastó para que los chicos se dieran la oportunidad de conocer al nuevo integrante de la casa.
Hacia un mes que se había prometido, ahora la boda se llevaría a cabo al día siguiente, un mes después.
Charlotte y Felicite aún seguían viendo los recuerdos, Daisy y Phoebe los centros de mesa.
Jay luchaba con sus nervios mientras que Daniel ese día se había quedado en un hotel.
La recepción sería en el jardín de la mansión, ya habiendo contratado a un abogado para que los casara.

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Los Tomlinson "Larry"
FanfictionTrabajar para los Tomlinson no es lo mejor que hay, pero si lo que mejor le pagan. Y no hay quejas, enserio que no. Lottie es muy linda con el; Felicite le presta sus CD's pues sus gustos musicales son los mismos; Phoebe y Daisy aman los juegos de...