Los Tomlinson "Larry"

#28

Abre los ojos y le observa.

Louis se ve tan calmado durmiendo, siempre tan tranquilo. Respira con suavidad y parece estar en paz. Aunque sus malas noches aún no hayan acabado, sabe que está saliendo adelante.

Se levanta con cuidado de no despertarle.

Es sábado. Un día tranquilo.

Baja y el ruido se oye desde el comedor. Entonces entra a este y ve a toda la familia reunida. Incluido Mark y por qué no, Niall.

- Buen día Hazz.- Dice Felicite, que es la primera en notar su presencia. El rizado le sonríe y la saluda, al igual que a todas.

- ¿Qué haces tan temprano aquí?- Le pregunta al rubio. Este le sonríe y niega.

- Se te ha olvidado verdad...- Trata de recordar pero realmente si, se le ha olvidado.- La convocatoria salió hoy.- Abre los ojos sorprendido sin saber qué decir y cuando va a hacerlo todos se callan.

Tras suyo, el castaño ha entrado al comedor. Les desea buenos días avanzando hasta ver a Mark.

Casi enseguida cruzan miradas y se va de nuevo.

Intenta decir algo pero no sabe que.

- Harry...- Habla entonces Lottie. Él la mira.- ¿Le dijiste?

- Aún no.

- Pensaba que sería una buena idea hacer una cena mañana por la noche. ¿Qué opinas?, así podemos decirle los dos.- El rizado sonríe y asiente en acuerdo. Toma una tostada y llama a Niall, quien le sigue hasta la cocina.

- Perdona. Se me olvidó.

- Por mí no hay problema, pero sería bueno que la revises. Has perdido ya un año por cuestiones económicas. Ahora tienes el dinero, no debes perder otro más, Hazz.- Le mira algo apagado asintiendo.

- Lo sé... Solo... Bueno, llevo aquí bastante tiempo y pensaba...

- ¿No estudiar?

- Posponerlo un año más.

- Harry...

- Solo hasta que todo se encuentre mejor...

- Los estás haciendo dependientes de ti, Harry. ¿Acaso no lo notas?

- Ni...

- No. No me des excusas. Incluso tu relación con Louis no es la mejor. Deja de buscar excusas. Ellos están bien. Debes pensar en ti ahora. Es tu futuro.- Aprieta los labios algo inseguro para al final solo suspirar no muy convencido.

- Voy a checarla, lo prometo.- Le dice y el rubio no está muy seguro de su respuesta pero aún así la acepta.

Cuando Niall se va, casi al tiempo ve a Louis empezar a salir de casa.

- No creo llegar temprano hoy.- Le dice. Harry asiente sonriéndole y componiéndole la chueca corbata.

- Esta bien. Mañana no trabajarás, ¿o si?

- Depende de mi agenda.

- Es que, haré una cena. Es importante para mí que asistas a ella.- Le mira de manera extraña y solo suspira.

Entonces lleva una mano a su mejilla y le acaricia de manera suave y lenta. Se detiene en sus labios, esos de un color sandía. Esos ojos que le ven aún con adoración después de todo lo que ha pasado.

No puede evitar darle un casto beso que el rizado quiere profundizar pero que mejor corta enseguida.

- Nos vemos en la noche.- Se despide y el menor queda tan descolocado que no réplica.

Solo oyendo la puerta cerrarse y con una mano en los labios.

El día pasa rápido, y Harry, después de hacer sus deberes que consisten en llevar a varias actividades a sus niñas, alimentar y bañar junto a Rachel a los gemelos, y platicar con Lottie acerca de la cena del día siguiente, se toma un tiempo para sí mismo para revisar la convocatoria.

Y ve ahí las bases para inscribirse para el examen nacional.

Muy pocos aspiran a la carrera que él desea, pero así también, muy pocos entran.

Se muerde los labios pensando hasta que escucha la puerta principal abrirse.

Ve que son un poco más de las nueve así que va a ver al castaño que sabe que es él quien llegó.

- Si... No, claro que no. Mañana es un buen día.- Frunce el ceño. Está sonriendo. Louis está sonriendo mientras habla con alguien al teléfono.- Claro. Entre más pronto, mejor, ¿no es así?... Te veo ahí.- Vuelve a reír.- Seguro. Buenas noches linda.- Y corta la llamada.

Está en el umbral de la cocina la cual está a oscuras así que no le ve y sube de inmediato a su habitación.

Harry se queda segundos ahí, demasiado perdido y perplejo.

No sabe cómo reaccionar ni que pensar así que solo se mueve cuando siente que se ahoga pues había estado reteniendo la respiración.

Louis dijo, "buenas noches linda", Louis estaba sonriendo.

Louis ya no le llama entre el día, Louis ya no le dice lindo. Louis ya no le sonríe.

Entonces nota que ahoga un llanto uno muy grande y así se mete a su antigua habitación para darse un baño.

Cuando termina, se la pasa al menos media hora viendo a la nada. Se decide por fin para ir a la habitación que comparte con el castaño y cuando entra, ya le ve dormir.

Un puchero se le forma a punto de llorar de nuevo, mordiéndose la lengua y yendo a acostarse a su lado.

Se siente, por primera vez en ya un año desde que inició su relación con Louis, un intruso.

Más bien, a él.

Y se sorprende tanto cuando este le abraza a media noche, pues tiene insomnio. Y le estruja hacia él y coloca su rostro entre su cuello, y le huele y le acaricia.

No sabe en qué momento ya está encima suyo, ni en qué momento le besa y esos besos bajan por su cuello, por su pecho a entre sus piernas.

Y el contacto duele, pues su corazón duele, pero lo disfruta por qué se trata de Louis y está muy enamorado.

Y cuando su boca susurra su nombre, solo su nombre, con un total deseo que le traspasa los huesos, se permite olvidar todo el trato del castaño, se permite olvidar la llamada que escucho en la noche y dejarse llevar.

Y lo hace.

Goza gimiendo su nombre en cambio y recibiendo sus gruñidos.

Goza que sus manos le aprieten en lugares sensibles y que le bese el cuello hasta buscar sus labios.

Aunque están en la oscuridad, logra ver sus ojos azules brillar, y lo hacen para él, y se siente dichoso que llora sin querer.

Louis le ve preocupado temiendo haberlo lastimado deteniendo los embistes.

- Hazz...- Susurra su nombre. Harry se obliga a callar enseguida.- L-lo siento. ¿Te lastime?... Si no querías...- Niega enseguida.

- Lo deseaba. Mucho.- Le dice envolviendo sus brazos a su cuello y atrayéndolo a él.- Solo sigue... Sigue por favor...- y Louis gruñe cuando le aprieta continuando con las embestidas de manera lenta y adquiriendo un ritmo más salvaje y constante.

Se pierde en los gemidos de Harry y ambos llegan a culminar después de haberse amado lo suficiente.

Esa noche, duerme entre sus brazos.

Pudo alcanzar el sueño, por cansancio más que nada, pues su mente seguía perdida en esa llamada.