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Pase la mayor parte de mi noche pensando en cómo sería el día siguiente, no puedo creer que bese a Tayler y lo peor es que deseaba hacerlo otra vez.
Me levante un poco antes de lo habitual, me bañe y cambie y pase más minutos que de costumbre en el espejo tratando de encontrar el peinado que mejor me quedara, pero al final lo deje como normalmente lo llevo, suelto.
Baje las escaleras lentamente, estaba nerviosa y sentía que las piernas me temblaban, no sabía que le iba a decir en cuanto lo viera. Por suerte pude llegar hasta la cocina sin rastro de él. Tome un un plato y me serví un poco de cereal con leche y cuando estaba punto de voltearme, sentí unas manos detrás de mi. Una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo.

- Buenos días. - dijo dándome un beso en la mejilla.

- Buenos días. - Respondí lo más normal que pude. Se alejó un poco y yo pude girarme para verlo mejor.

- ¿Estás lista? - no entendí a que se refería. Y creo que éll lo noto. - ¿Iras a la universidad no?

- Ah, si - que tonta. - solo estaba desayunando algo.

El asintió y se acercó a mi, iba a besarme lo sabia y esta vez no diría algo que lo arruinara.

- ¿Que pasa aquí? - la voz de mi padre hizo que diera un salto y Tayler se hizo para atrás de inmediato.

- Señor...

- Tenía algo en el ojo. - Dije antes de que él siguiera hablando.  Mi padre alzo una ceja, no se lo creía del todo. - Pero parece que Tayler está más ciego que yo. - Reí. ¿puedes revisarme tu? - me acerqué a el.

- Claro.- el me sopló levemente en el ojo.

- Mucho mejor. - dije tratando de sonar normal. - Bueno pues es hora de ir a la escuela.

Le di un beso en la mejilla a mi papá, mire rápidamente a Tayler y salí de la cocina. Dios, no puedo creer que estoy haciendo esto. Tayler es mi guardaespaldas, pero no puedo dejar de pensar en el beso que me dio ayer.
Un rato más tarde ya estábamos camino a la universidad, no había dicho nada por qué no se me ocurrió algo que decir y al parece el tampoco por qué tampoco había hablado. Estaba nerviosa y sentía que en cualquier momento me diría que olvidara lo de ayer.
Estacionó el auto en el lugar de siempre, pensé en algo que decir pero como nada llego a mi mente lo mejor era salir del coche, pero entonces sentí su mano en mi pierna, yo lo mire.

- Lo de ayer...

- Si, entiendo si quieres que lo olvide, de hecho es lo que estoy haciendo.

- ¿Podrías dejarme hablar? - Yo asentí. - No quiero que lo olvides y yo tampoco quiero olvidarlo, pero... lo qué pasó hace un rato. - yo lo mire, el parecía querer encontrar las palabras correctas. - Esto es mi trabajo Nora, no puedo arruinarlo.

- Oh, entiendo. - Dije un poco desilusionada aunque trate de no mostrarlo. - Tienes razón, lo qué pasó no fue lo correcto.

- Nora...

- Déjalo así Tayler, hagamos como si nada hubiera pasado.

Baje del auto más decepcionada de lo que debería estar, si, nos habíamos besado, pero eso no significaba nada. Desde hoy lo vería como lo que era, un empleado más de mi familia.
Entre a clase con la mente en otro lado, hasta que Halsey, se sentó frente a mi y me miró con los ojos entre cerrados.

Mi Guardaespaldas. (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora