Mi Guardaespaldas. (TERMINADA)

11

Me estiré para que mis músculos se relajaron, me giré a un lado de la cama y tome la almohada, tenía su olor y eso hizo que me aferrara más a ella, la abrace como si quisiera que si olor se impregnará en mi y volví a perderme en mi sueño.

Alguien estaba en la casa, lo sabía por qué se escuchaba como bajaban y subían las escaleras, me levante de la cama aún confundida, pero no hice otro movimiento, solo me quede ahí sentada. Entonces escuche una voz, no era conocida para mi y eso me asustó un poco, me puse de pie y me acerqué a la puerta que estaba medio cerrada, no parecía haber alguien pero los pasos se acercaron un poco más, cerré la puerta y le puse el seguro antes de ver quién era, tenía miedo y no tenía mi celular para por lo menos mandarle un mensaje  a Tayler o a alguien más.
De repente la manija de la puerta empezó a moverse bruscamente, me tape la boca para evitar hacer un ruido, mire alrededor del cuarto y vi el closet, ese era el lugar más seguro para esconderme, así que camine lentamente para que no se escucharán mis pasos y entre en el pequeño espacio cerrando la puerta de madera detrás de mi. Dentro solo había un par de camisas que seguramente son de Tayler, me recargué a un costado del closet y me deje caer sentándome en el suelo, el espacio era pequeño pero cabía perfectamente si me sentaba. Nuevamente la manija de la puerta empezó a moverse pero esta vez si se abrió, sentí como mi corazón se aceleraba y trate de ver por un orificio que tenía la puerta pero solo logre ver unos pies caminando alrededor de la habitación, estaba más nerviosa que nunca, ya que está vez me encontraba sola y no tenía ninguna arma u objeto para defenderme. Los pies se detuvieron a un lado de la cama y después el hombre hablo:

- No hay nadie aquí. - dijo, parecía tranquilo. - Si, ya busque en toda la casa pero no está. - la voz parecía ser de un hombre joven. Lanzó un suspiro y espero a que la persona con la que hablaba terminara. - Si, te espero afuera.

Fue lo último que dijo y salió de la habitación cerrándola de un portazo. Ahora estaba más que asustada, no sabia quien era ese hombre y por qué había entrado a mi casa. No sabía si volvería pero por si acaso, me levante del piso, empecé a descolgar las camisas de Tayler y las puse en el suelo, después safe el tuvo de metal que las sostenía y volví a sentarme en el piso, no sería la mejor arma pero serviría de algo.

Un ruido en la habitación hizo que abriera los ojos, según yo, no estaba dormida pero al parecer lo estaba ya que no había escuchado cuando alguien entró a la habitación, tome el tuvo de metal que había dejado a mi lado y lo sostuve fuerte esperando que no me encontrara, se escuchaban pasos que caminaban de un lado a otro pero esta vez no quise mirar por el orificio, quería estar atenta por si abría la puerta poder pegarle con el tubo. Y justo como dije, la puerta se abrió y yo lance el golpe, pero el fue más rápido y lo detuvo con su mano, aún seguía en el piso y sin darme cuenta había cerrado los ojos, que tonta soy, quise dar un golpe con los ojos cerrados y tirada en el piso, ahora estaba en problemas...

- ¿Nora? - abrí los ojos cuando escuche su voz. - ¿Que haces aquí?

Me levante y lo miré a los ojos, parecía preocupado pero su expresión cambio a aliviado en un segundo. No pude evitar las ganas de abrazarlo y mis emociones me traicionaron haciendo que las lágrimas salieran de mis ojos.

- No vuelvas a dejarme sola. - le pedí mientras el trataba de consolarme acariciando mi cabello.

Entonces alguien entró por la puerta, deje de abrazar a Tayler y me puse detrás suyo, pero el hombre no intento hacer nada.

- Nora, el es Carlos, lo mande para que se asegurará de que todo estaba bien, trate de llamarte para avisarte pero no contestaste.

- Perdón por asustarte. - Me dijo Carlos.

- Creí que regresarías hasta mañana. - dije ya más tranquila.

- Lo haría, pero en cuanto Carlos me marco y me dijo que no estabas en la casa vine inmediatamente. Creo que le faltó buscar en algunos lugares.

- Lo siento hermano, pero esta casa es enorme, estaba empezando a desesperarme.

- ¿Como entro? - no sabía por qué pero solo le hablaba a Tayler aún cuando sabía que Carlos no era una mala persona.

- Olvidaste poner el seguro de la puerta trasera cariño - contesto Carlos, no me gusto la forma en la que me dijo cariño, o quizá no estaba acostumbrada a que me llamaran así si no eran mis padres los que lo hacían. No conteste y al parecer el entendió que quería estar sola, bueno con Tayler solamente. - Bueno, yo tengo cosas que hacer, márcame si necesitas algo Tay.

Unos minutos después nos encontrábamos en la cocina, yo ya estaba más calmada pero aún no asimilaba bien las cosas. ¿Que hubiera hecho si en verdad alguien hubiera entrado a la casa? Seguramente ni siquiera estaría aquí justo ahora.

- ¿Ya estás mejor? - Me pregunto Tayler mientras preparaba té, yo solo asentí. -

- Perdón por hacer que vinieras cuando tenias otras cosas que hacer.

- Nora, este también es mi trabajo. De hecho no tenía que haberte dejado sola. Lo siento.

Baje la mirada, me sentía un poco mal de que tuviera que dejar su vida por estar aquí cuidándome y encerrado ya que es lo único que yo hago básicamente.

- Se lo que piensas. - dijo.

- No estoy pensando nada. - Mentí.

- Así como Carlos pudo entrar también lo podría hacer otra persona, no porque sea tu casa significa que sea más seguro que allá afuera, aún cuando se supone qué hay vigilancia aquí.

Es cierto, en donde se supone que estaban las demás personas de vigilancia cuando yo estaba encerrada en un closet esperando que no me raptaran.

- Créeme que prefiero estar aquí contigo que en otra parte. - No sabía si lo decía por el trabajo o por otra cosa. Se acercó a mi y dejo la taza de té en la mesa. - De ahora en adelante no me separaré de ti.

Puso sus manos en mi cintura y se acercó aún más a mi, estábamos a solo unos milímetros de distancia. Nuestras narices se rozaban pero el no hacía nada para juntar nuestros labios, solo estaba ahí tan cerca de mi, acercó sus labios a los míos pero no me beso, solo dejaba que se rozaran un poco, entonces levanto un poco la cabeza y dio un pequeño beso en mi mejilla, después uno un poco más atrás, por mi oreja y finalmente bajo a mi cuello, yo tenía los ojos cerrados y solo lo sentía, se sentía bien, nunca nadie me había besado con esa delicadeza y el que el lo hiciera aún cuando parecía una persona ruda me pareció increíble.
Podía sentir su respiración en mi cuello y como daba pequeños besos en el, yo incline un poco mi cabeza para darle mejor acceso a el, pero el regreso a mis labios, estaba tardando demasiado en besarme así que está vez fui yo la que tomó la iniciativa. Alcé mis manos hasta su rostro y junte nuestro labios, sentí como sonreía pero aún así no deje de besarlo hasta que no pude más.

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Hola! Les dejo otro capítulo de la novela, espero que les esté gustando mucho y quiero agradecerles por qué ya llego a las mil visitas!! Espero llegar a mucho más.
Gracias.
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