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Escuchamos como las cerraduras empezaron a abrirse una por una hasta que la puerta se abrió lentamente. Tayler traía una caja de pizza y tenía una sonrisa hasta que vio a su hermana sentada al lado de mi en el sillón. La miro a ella y después a mi.

- Ally, ¿que hacer aquí? - Le dijo pero me estaba mirando a mi.

- Vine por lo de...

- Te dije que iría a casa de Marie para hablar sobre eso. - dejó la caja de pizza en la barra de la cocina.

- Lo se, pero no sabía cuándo irías así que decidí venir. - se levantó y fue hasta el. - No te enojes conmigo hermanito. - Lo abrazo y el el le respondió el abrazo.

- Ya hablaremos luego, vamos a comer.

Yo me levante, fui hasta la barra y me senté en uno de los bancos, Tayler me pasó unos vasos y sirvió un poco de refresco en ellos. Ally fue al baño y sabía que este sería el momento en el que Tayler me reclamaría...

- Creo haberte dicho que... - empezó a decir pero lo interrumpí.

- Lo se, pero no podia dejar a tu hermana fuera.

- Como podías saber que en verdad era ella, que sea la última vez Nora. - Yo solo asentí, me sentía como una niña regañada por su padre.

Ally llego segundos después y nos pusimos a comer, ella empezó a contarme anécdotas sobre ella y Tayler y también supe que ella vivía con su tía ya que le quedaba más cerca de su escuela aunque Tayler le insistía en que viviera con el.

- Quizá algún día le tomé la palabra.- Dijo. - Así puedo estar al pendiente de esos trabajitos que...

- Ally... - La interrumpió el.

- Ya se, ya se... - se levantó de la barra. - Pues los dejo chicos, tengo tarea por hacer.

Se despidió de nosotros y salió del apartamento, era muy amable y me gustó mucho conocerla, antes de irse me dijo que vendría pronto para no aburrirme aquí sola y yo lo agradecí porque no sabía cuanto soportaría esto.

- ¿Como estuvo tu día? - Le pregunte para tener un tema de conversación.

- Armenia interesante que los anteriores. - Respondió.

- ¿Fuiste a trabajar? - el negó.

- En estos momentos estoy desempleado.

- ¿Te corrieron?

- No, renuncie. - Empezó a levantar los vasos que usamos.

No pregunte más porque ya había hecho demasiadas preguntas pero la verdad era que quería saber porque lo había hecho y como se supone que vivirá ahora y aparte conmigo aquí.

- Tengo dinero ahorrado. - pareciera que leyó mi mente.

- Puedo ayudarte mientras esté aquí, aún tengo las tarjetas de crédito que me dio mi padre.

- Tengo lo suficiente para unos meses, es mejor que guardes eso dinero para después.

¿unos meses? No quería estar allí unos meses, aunque me encantara estar con Tayler eso era demasiado tiempo y no quería estar encerrada.

- Trataré de que esto dure lo menos posible. - Y ahí estaba el otra vez leyendo mis pensamientos.

Se acercó hasta mi, me abrazo por detrás y beso mi mejilla.

- Hueles a mi. - sonreí.

- Tuve que usar tu shampoo y tu crema. - Le dije.

- Me gusta. - besó mi cuello.

Mi Guardaespaldas. (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora