Mi Guardaespaldas. (TERMINADA)

37

- ¿Quien es? - pregunte a través de la puerta.

- Soy Esteban. - Respondió en seguida, me abroche la bata rápidamente y abrí la puerta, pero no completamente, solo un poco. - Hola. - Le dije.

- ¿Estas bien? Pareces un poco agitada. - yo reí nerviosamente.

- Si, estoy bien.

- Pues recibí un mensaje de recepción, al parecer alguien te estaba buscando.

- Ah, ¿en serio? - el asintió.

Yo aún seguida con la puerta medio abierta, pero Tayler la abrió completamente y se puso detrás de mi, yo me pegue mi espalda a la puerta y los mire...

- Ah, creo que interrumpí algo ¿no es así? - Dijo Esteban y me miro con una ceja arriba. -

- No, nosotros solo estábamos...

- Así es amigo. - me interrumpió Tayler, yo lo mire enseguida pero el solo estaba fulminando a Esteban con la mirada.

- En ese caso será mejor que los deje solos. - Dijo. - Pero antes me gustaría preguntarle algo a Nora, a solas.

Tayler pareció dudarlo un poco pero finalmente entro al cuarto dejándome a solas con Esteban.

- ¿Estás segura de que estás bien? - me pregunto. - Eso tipo se ve demasiado intimidante. - Yo reí un poco.

- Todo está bien Esteban, ahora puedes ir con Alexa.

- Ah, había olvidado darte las gracias por ya sabes... - se tocó en cuello. - No se que le hayas dicho a Alexa pero ahora es más linda conmigo.

- Yo solo de si ánimos, no tienes que agradecerme nada.

- Bueno pues los dejo. - Alzo las cejas varias veces haciendo que riera. - Por cierto, si se quedara más días tendrá que registrarse en la recepción.

Yo solo asentí, me despedí de él con la mano y cerré la puerta detrás de mi. Busque a Tayler con la mirada y lo vi sentado en la cama con los codos recargadas en las piernas y las manos a los lados de su cara, era raro que se mirara tierno en esa posición aún con todos esos tatuajes.

- Bueno, ¿me dirás cómo me encontraste? - Pues una de mis manos en mi cintura, el se levantó y se acercó a mi.

- No recuerdo que hayamos dejado las cosas así. - Dijo, quería continuar con lo que habías dejado pendiente pero no quería verme tan desesperada, así que me giré dándole la espalda.

- Quiero que me cuentes como me encontraste...

- Por tu celular, en estos tiempos es fácil rastrearlos. - escuche sus pasos y segundos de pies estaba detrás de mi, tan cerca.

- Vaya, no pensé en eso. - susurre. - ¿Le dijiste a mi padre sobre esto?

- No, solo Chase sabe que estás aquí. - añadió.

- Creí que no te caía bien Chase. - me giré para verlo.

- Nunca he dicho que me cae bien. - puso sus manos en mi cintura y me acercó a él. - Dejemos de hablar de eso por un rato.

Y me beso, fue un beso exigente, como si llevara mucho tiempo esperando por este momento y la verdad era que yo si llevaba tiempo esperando por esto. Alce mis manos y las puse en su cuello, el me levantó del piso poniendo mis piernas a las lados de su cuerpo, sentí que camino un par de pasos hasta que me dejo caer en la cama lentamente, el se quedó parado mirándome, mi respiración estaba agitada y la bata se había abierto, me miro por varios segundos que me parecieron eternos, hasta que se saco su camisa dejándome ver su dorso lleno de tatuajes y se puso sobre mi.