Han pasado seis meses desde que estoy a cargo de la empresa y déjenme decirles que no ha sido un trabajo fácil, no hemos recuperado ni la mitad del dinero y paso la mayor parte de mis días en la oficina haciendo papeleros y supervisando cada movimiento de la empresa, los primeros días estuve a punto de rendirme pero por suerte tengo al mejor hombre a mi lado apoyándome para no rendirme ya que, si, después de seis meses aun sigo pensado en dejar todo esto.
- Si no te levantas Nora te juro que yo mismo te llevare cargando hasta la empresa. - Me dijo Tayler por la mañana.
- Ya no puedo más.
-Si puedes. - Tomo mis manos y trato de levantarme.
Ahora me encuentro en mi oficina, ya le he cambiado un par de cosas, puse un porta retrato con una foto de Tayler y yo, antes de esa foto nunca nos habíamos tomado una, probablemente porque nunca habíamos tenido tiempo por todos los problemas pero ahora que eramos pareja oficial trataría de tomarme más fotos con él para tener recuerdos.
Tayler sigue trabajando, pero esta vez me cuenta todo, trabaja para un señor multimillonario aunque puso sus reglas, no dormirá en su enorme mansión y tampoco viajará, si su jefe necesita viajar el llamara a otra persona para que lo sustituya en el viaje, yo le dije que podía quedarme sola un par de días pero el insistió en que no me dejaría y a decir verdad aun me da un poco de miedo salir sola pero la vida continúa...
Mi mente viaja a hace un par de meses, la primera vez que vi a Tayler, nunca pensé que terminaría enamorandome de él y que ahora sería mi única familia, todo lo que pasamos juntos, pensándolo bien casi nunca tuvimos un momento feliz hasta hace un mes pero tendremos mucho tiempo para ser felices.
Mi computadora suena indicándome que tengo un correo electrónico nuevo, abro la bandeja de entrada y veo el correo electrónico de mi madre, justo cuando creí que se había olvidado de mi ya que no había tratado de comunicarse conmigo desde la última vez que la vi.
Nora
Se que estas haciendo un buen trabajo con la empresa, en menos de un año seguramente terminaras con las deudas, pero te recuerdo que aún soy dueña y no planeo dejarte todo lo que he construido solo por que si... Pronto sabrás de mi.
No puedo creer lo que estoy leyendo, como se atreve a mandarme eso cuando ella y mi padre fueron los culpables de que la empresa se fuera a la ruina, claramente podría haber rechazado la oferta de estar a cargo pero no lo hice y ahora no tenia idea de si había hecho lo correcto.
Tocaron la puerta y en ella entra Tayler con una sonrisa pero la quita en cuanto me ve, seguramente se nota en mi cara mi enojo y preocupación.-¿Pasa algo cariño?
Le enseño el mensaje y el aprieta los puños, pero él siempre sabe que hacer.
-No puede hacer eso, los socios están apoyando porque ellos ya no están a cargo, si tu madre regresa seguramente dejaran de hacerlo.
Paso mis manos por mi cabello.
- Siento que nunca me dejará en paz. - le digo y el me abraza.
- Tranquila Nora, no puede llegar de repente y querer volver a ser la dueña después de que tu levantaste todo su desastre, cuando las deudas enten pagadas tu serás la única dueña y será muy difícil quitarte eso.
Eso me tranquiliza un poco pero tengo que estar al pendiente, Tayler pone sus manos en mis hombros y comienza a mover sus manos para darme un masaje.
- Es tarde, vayamos a casa cariño.
Apago la computadora y tomó mis cosas, estoy cansada pero es la única hora en la que puedo estar con Tayler aparte de los fines de semana. Tomo su mano y salimos de la oficina, me despido de los pocos trabajadores que quedan y subíamos en su coche, arranca pero algo llama mi atención, parece ser la silueta de un hombre al fondo del estacionamiento, trato de reconocer su cara pero no lo logro, parece estar mirando a nuestra dirección pero quizá es solo mi imaginación, salimos del estacionamiento y vuelvo a mirar por el espejo hacia atrás, el hombre sonríe maliciosamente y sale caminando el estacionamiento. No puede ser...
Parece ser mi padre.
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Mi Guardaespaldas. (TERMINADA)
Teen FictionNora tenía la vida que cualquier chica de veinte años desearía, sus padres son dueños de una de las empresas más reconocidas del país y parece que tiene una vida perfecta. Hasta que los problemas empiezan a llegar a su vida, cuando alguien entra a s...