Cuando Sakura vio acercarse a Zia con el celular pegado al oído, hizo la boca en una fina línea y su mirada se tornó dura.
—Nos vamos —dijo él al presionar el costado de su teléfono para apagar la pantalla.
Sus hermanas lo vieron con sorpresa, mientras que Sakura lo miró con enojo.
—A la orden —gruñó al levantarse y caminar hacia el pasillo.
Zia la siguió, quiso decirle lo que estaba pasando, pero se contuvo. Se encaminaron a su recámara para que recogiera la ropa que le regalaron; sin embargo, una vez dentro, él cerró la puerta y puso su escudo, a lo que Sakura lo vio confundida.
—Reiku te está buscando. —No fue pregunta, fue certeza. Ante esto, ella tuvo una horrible sensación en el estómago y vio a su alrededor, nerviosa—. ¡Sakura!
Ella cerró los ojos y suspiró con pesadez, tarde o temprano le tendría que decir la verdad, así que asintió, resignada.
—¿Por qué no me dijiste? —preguntó, molesto.
—¿Cómo admites que el loco que está destruyendo a la humanidad, te busca? —cuestionó de regreso, en voz baja.
Zia se le acercó.
—¿Por qué?
Sakura vio hacia la ventana, su estómago estaba revuelto, se le empezaba a complicar respirar, estaba teniendo un ataque de pánico.
—Quiere mi poder —susurró.
El líder la vio contrariado, a Reiku solo le servía su poder para sanarse a sí mismo, dudó que fuera por eso.
—Reiku tiene suficientes Peris para evitar que alguien le haga daño, no te necesita con esa urgencia.
Sakura suspiró y lo miró con miedo, mientras que él la vio preocupado. ¿Qué no le estaba diciendo?
—No quiere esa habilidad —confesó en voz baja.
Él la vio confundido, nunca se le ocurrió preguntar si tenía más poderes, pero si Nessa había dicho tener, era porque esperaba que aparecieran.
—Hay que irnos de aquí —le urgió Zia al caminar al clóset para sacar de él una pequeña mochila.
Se la pasó a Sakura mientras recibía una mirada contrariada, ¿por qué no le preguntaba sobre su poder?
—Zia —musitó con sorpresa.
Él metió la ropa en la mochila y la cerró, luego puso ambas manos en las mejillas de ella y juntó sus frentes.
—Reiku no te va a encontrar —aseguró tratando de controlar el temblor en su voz.
Sakura no entendió por qué actuó así, era como si tuviera miedo por ella y no de ella. Le ocultó cosas, ¿no le importaba?
—Puedo controlar la mente —confesó con urgencia; se lo tenía que decir, él debía entender que todo era su culpa.
Zia negó y la abrazó con fuerza, luego depositó un beso en su coronilla y suspiró.
—No me importa —susurró—. Esto entre nosotros no pasó por tus habilidades, fue por ti.
Sakura lo vio con lágrimas en los ojos, lo amaba como jamás había amado a nadie. Por su lado, Zia poco a poco empezó a entender quién era ella en realidad. Puso las manos en sus mejillas y la vio con adoración.
—Te esperé por mucho tiempo —confesó en voz baja, al pasar un mechón de cabello detrás de su oreja.
Ante eso, ella lo vio sorprendida. Pero ¿y su alma gemela?
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El poder en uno
Science FictionCuando el mundo se divide por temor a aquellos que son diferentes, una luz de esperanza se formará en medio de la traición y el alma quebrantada. Superando miedos, engaños y secretos; ellos se unirán para luchar y demostrar que no todo es lo que p...