Zia sostuvo las mejillas de Sakura, mientras que con sus pulgares limpió las lágrimas que aún se derramaban. Ella mantuvo la mirada abajo, pero puso sus manos sobre las de él y suspiró tratando de calmarse. No supo cuánto tiempo pasaron en esa posición, pues su mente solo procesó el tierno toque del líder.
—¿Estás mejor? —le preguntó él en un susurro.
Ella asintió bajando sus manos a los brazos del chico mientras que él miraba a su alrededor y caía en cuenta de que debían regresar. Con cuidado la ayudó a levantarse y la abrazó de tal manera que le impidió ver los cuerpos esparcidos al caminar. La culpa no dejaba de dar vueltas en su interior; se repitió, con cada cuerpo sin vida, que Ezra le advirtió sobre los nuevos Mutis y no hizo nada por mejorar los sistemas de seguridad.
Fueron hasta dónde estaban los demás, y los encontró con gestos de sorpresa que aumentaron al ver a la chica de ojos verdes envuelta en sus brazos.
—¿Qué pasa? —preguntó.
Pero antes de que alguien le pudiera contar lo que sucedió, uno de los oficiales llegó corriendo.
—Están del otro lado —les informó con urgencia entre jadeos.
Zia lo miró desconcertado, ¿qué no los Mutis explotaban?
—Akemi toma a Sakura —ordenó con seriedad mientras Lien, Ezra y Egan se adelantaban.
La mencionada se acercó para hacerlo, sin embargo, cuando intentó entregarla y correr para alcanzar a sus amigos, Sakura lo tomó del brazo.
—¡No vayas! —le rogó.
Zia abrió los ojos con desconcierto mientras esa mirada verde lo veía con horror. Abrió la boca para preguntar qué pasaba, pero de soslayo notó a más oficiales correr detrás de sus compañeros, así que decidió poner sus prioridades en orden.
—Akemi —dijo a la par que se liberaba con delicadeza y mantenía la mirada contrariada.
Dara se levantó y tomó a Sakura de un brazo, mientras que su amiga la sostuvo por el otro. Zia les dio una mirada de agradecimiento y, tras ver una última vez a Sakura, salió corriendo.
—¡Espera! —gritó ella, desesperada, a la par que Akemi y Dara la veían aturdidas. ¿Qué le pasaba?
Ezra, Lien y Egan se encontraban acompañados de varios oficiales; estaban ocultos detrás de unos escombros tratando de encontrar a los Mutis que parecían estarse divirtiendo mientras destrozaban esa parte de la ciudad. No sabían a lo que se enfrentaban y eso los obligó a permanecer ocultos.
Zia llegó usando un gesto de confusión y preocupación que no tenía nada que ver con la situación; no podía quitarse de la cabeza el gesto de desesperación de Sakura mientras le rogaba que no fuera.
—¿Qué tenemos? —preguntó decidiendo darle prioridad a lo que debía.
Egan no dejó de ver a donde se podían escuchar risas.
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El poder en uno
Ciencia FicciónCuando el mundo se divide por temor a aquellos que son diferentes, una luz de esperanza se formará en medio de la traición y el alma quebrantada. Superando miedos, engaños y secretos; ellos se unirán para luchar y demostrar que no todo es lo que p...