capitulo 1: El comienzo

2.3K 168 39
                                    

 

Todo mundo tiene una historia y la nuestra comenzó así.

La primera vez que te vi frente a frente, estabas con Inglaterra, Francia y China, eras el que más destacaba de los cuatro ,  tal vez se debió a tu gran altura, pero eras el que más me llamaba la atención, como si solo fuéramos  los dos en aquella habitación.

 — ¡Hi, my name is  Alfred! Nice to meet you!— Esas fueron las primeras palabras que dije cuando te conocí.

 — Privet (hola)  Alfred, yo soy Ivan —

Esas  palabras que salieron de tu boca hicieron  que sintiera  como una corriente eléctrica pasaba por mi.cuerpo, era un sentimiento que no podía explicar, era emocionante, era  excitante, algo que no había experimentado hasta ese momento.

Todo mi mundo dio un giro 180°, algo estaba cambiando, ya sea para bien o para mal.

Al principio me uní a la guerra para ayudar a Inglaterra, quería vengarme de Japón por haber atacado a mi nación,  quería que todo el mundo me reconociera  como su salvador, quien los libero de los malditos nazis.

Tengo que admitir que era egoísta en cierto modo, pero que mas daba, tenía que cumplir con mis objetivos, pero...

¿En verdad era eso lo que quería?

Todo el tiempo que pasábamos juntos en aquella guerra formo un sentimiento extraño en mi.

¿Amor? Lo dude un poco

¿Odio? Quien sabe

¿Envidia? Tal vez

No sabia que era, eso no me dejaba dormir, ya me bastaba en pensar en la guerra y ahora eso, iba a colapsar si seguía así, pero cada vez que dormía, en mis sueños estabas tú, ¿como iba a poder descansar?, eras como una maldición, una dulce y amarga maldición.

El tiempo pasaba y entonces creí a ver descubierto lo que tanto me  atormentaba, pensé que era envidia.

¿porque pensé eso?


Tal vez por que todos decían que por ser una nación con un territorio extremadamente grande seríamos los vencedores, me sacaba de quicio pensar que tu serias el héroe,  yo no podía permitir que pasara eso.

¡YO TENÍA QUE SER EL HÉROE! No alguien como tú, un cerdo comunista.

Las cosas cambiaron, ahora mi meta seria ser siempre el héroe y destruir a los villanos como tú, quería destruirte, quería que suplicarás, quería borrar esa maldita sonrisa de tu rostro, quería ver en realidad quien eras, podías engañar a los demás , pero a  mi no, nunca a mi.

Admito que me portaba muy infantil, tal vez por que era el más joven de los cinco, aun que Arthur siempre me lo repetía, que solo era un mocoso.




.
.
.
.


—  ¡Oye!, América— una voz lo llamo, pero América estaba tan metidos en sus pensamiento que no se había dado cuenta que le hablaban.

 — ¡América!, maldita sea responde—

— ...eh?—  aun seguía perdido en sus pensamientos.

— Maldita sea Alfred, ¡AMÉRICA! con un demonio responde, que te estoy hablando, no me ignores mocoso—

《ah, es solo Inglaterra》pensó — ¿Qué es lo que quieres iggy?—

— Te estaba hablando desde hace media hora, estúpido gordo americano—

— jeje, estaba pensando en cosas, I'm sorry — dijo apenado.

— Primero que nada , ¿Qué demonios te pasa? no hablaste en toda la reunión, siempre sales con tus cosas de ser el héroe, y  esas mierdas que siempre dices—

— pues no pasa nada, estoy bien, lo normal, solo estoy un poco cansado, mi jefe me dejo mucho trabajo que hacer, solo eso—

— enserio, no es por que me preocupe, ni nada de eso, pero si necesitas algo puedes decírmelo, bueno ni que me interesara per...—  América no permitió que continuara,  en esos momentos su menta esta en otra parte, estaba cansado.

 — si, si Inglaterra estoy bien —

 —  este, ok,  entonces ya nos vamos, ya término la reunión y pensaba que si podías ir a comer a algún lado , si no quieres, pues no—

—...ok,  ~ ¡vamos iggy!~— grito animadamente el norteamericano, comida gratis era comida gratis  — ¿a donde iremos?— dijo con un tono infantil. 

— pues no se aun restaurante o — el americano lo interrumpió y grito muy fuertemente— ¡McDonald!—

—  ¡NO!, ¡si sigues comiendo esas  grasientas hamburguesas, vas a engordar mas de lo que ya estas!—

—  ¡ YO NO ESTOY GORDO!—

 — ¡ si lo estas!—

— ¡ que no!—

 — ¡ ya cállate y  vayámonos a comer!—

—  OK!—

Y así las dos naciones discutieron  hasta llegar a la puerta de la gran sala en donde se encontraban,  la nación más joven estaba buscando con la mirada a aquella persona que le robaba sus pensamientos , Rusia, que sin pensarlo se había  enamorado de su  eterno enemigo.

América estaba decepcionado, no había rastros de Rusia, así que se fue un poco deprimido a comer con su ex -tutor.

El americano no se había dado cuenta de que el británico lo miraba de una forma un poco preocupada, el quería saber sobre lo que le pasaba  a la nación mas joven, no era normal que estuviera de una manera seria por decir, además de que lo conocía desde pequeño y el como la gran nación que era descubriría lo que ocultaba América, a pesar de que saldría lastimado en el proceso.

Mi eterno enemigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora