Singular Delirio 2: Las Mentiras Más Bellas.

25. Nubes Negras.

Un vehículo del Instituto nos llevó al concurso. Era un Chery Van de color blanco, pero este tenía estampado en ambos lados del vehículo el escudo del colegio, y por ende, también tenía el nombre del colegio. Antonie Hylening. No sé si eso podría considerarse como estrategia de Marketing, es decir, eso realmente provocar que las personas que estén caminando por las calles se digan algo como: "Oh, Antonie Hylening. indagaré sobre ese instituto para poner a mi hijo ahí".
    Mis compañeros que se han embarcado en esta loca travesía son personas que en mi puta vida he visto. No sé exactamente cuantos son, pero han llenado este vehículo, así que soltando un número al azar diría que son quince en total, y me estoy arriesgando.
    —Espero que todos hayan traído sus materiales —Mr. Christopher iba en los asientos de adelante— No olviden que el concurso dura cinco horas, es el tiempo suficiente para que puedan plasmar su obra de Arte.
    Algo que no sabía Mr. Christopher era que yo no puedo realizar una excelente obra de Arte en tan sólo cinco horas, y he analizado bien mi tiempo para terminar un dibujo; Tardo siete horas. Es muy poco tiempo para mí, lo único que voy a lograr en ese tiempo es un trabajo mediocre.
    —Chicos, ya saben, bajemos en cámara lenta para que nuestros contrincantes nos teman.
    Bien Paule, recuerda: Has un pequeño Cómic mudo sobre algún evento significativo para nuestra ciudad, tú puedes...
    Por un momento el sol nos estaba matando y nos cambiaron la mesa unas tres veces para huir de esos resplandeciente rayos solares, pero al final cuando encontramos el sitio perfecto el sol desapareció y el frío se hizo presente. Un clima de mierda. Hasta botellas de agua helada nos habían regalado.
    Concurso patrocinado por: Aguvida, agua cien por ciento natural.
    Todos eran muy buenos dibujando, tanto que mis dibujos eran simplemente una burla. Ellos dibujaban con todos los detalles posibles mientras que mis dibujos se quedaron en un estado muy plano.
    —¿Y si le haces un fondo? —dijo mi compañero de mesa.
    —Sólo traje los carboncillos.
    —Eso no pinta nada bien.
    —Lo sé...
    Finalmente paso lo que tenía que pasar. Me desanimé y perdí el concurso, pero no era el único, todos habían perdido el concurso, después de todo la salida en cámara lenta asustó tanto a nuestros contrincantes que se pusieron más feroces. Nos patearon el culo y a mi hasta me enterraron el pie.
    —Espera, ¿entonces perdiste? —Phil se sentó a mi lado como siempre lo hace al subir al expreso— ¿Pero por qué? Tú eres muy bueno dibujando.
    —Olvidé materiales y me faltó tiempo —me cubrí el rostro— Y no sabes lo vergonzoso que fue pararme enfrente de todos y mostrar mi asqueroso dibujo. Habían dibujos muy buenos y creativos, mientras que el mío fue tan... ordinario. Quise hacer algo perfecto, pero el arte no se trata de ser perfecto, más bien se trata de ser imperfecto, pues nos llama la atención lo extraño, algo nuevo, y lo nuevo en el arte, nace de la imperfección, algo que me faltó.
    —Eso es horrible —abrió su mochila— ten, comete un chocolate.
    Phil me dio un chocolate. No dudé en comerlo, me estaba muriendo de hambre.
    —¿Y ustedes qué hicieron en mi ausencia?
    Rebecca se subió al autobús y se incorporó en su asiento sobre saltada, así que antes de que Phil pudiera decirme lo que hicieron hoy llamé por el hombro a Rebecca, pero recibí un grito lleno de cólera acompañado de un insulto.
    —¡No me jodas la puta vida ahora!
    —Pero no te he hecho nada...
    —¡Me importa una mierda!
    Todos en el expreso me miraban, y como a Rebecca se le habían cruzado los cables decidí quedarme en silencio y no hablarle más por el momento. Claro, Phil desde el primer insulto en me dijo que la deje así.
    Detesto mucho ese comportamiento, y yo que pensaba que lo que habíamos acordado en el malecón era el final de nuestras peleas, pero no, al parecer mis palabras de quedaron allá. Así es como poco a poco se está muriendo el amor.
    —¿Qué le pasa a esa loca? —Phil tenia la mirada encendida— ¿Realmente quieres estar con una mujer como esa?
    —Debió haber tenido un mal día... Mejor dejemos que escuche música.
    El autobús empezó a moverse dejando entrar una dulce brisa por las ventanas que estaban abiertas. El cielo estaba parcialmente nublado, la temporada de lluvia esta por comenzar el próximo mes (Octubre), y todos estamos anhelando que lleguen las vacaciones del primer quimestre, es decir, estamos culminando la primera parte del periodo educativo que llevó consigo cinco meses, luego habrá vacaciones de de una semana e inmediatamente comenzamos la segunda parte del periodo educativo con cinco meses más, finalmente, luego de eso vienen las vacaciones de tres meses y medio.
    El próximo año...
    El último año de secundaria... 
    Oh, Dios mío, ¡El examen final! Tan sólo el pensar en esas ciento cincuenta y cinco preguntas me eriza la piel.
    Hay una chica en este autobús que va a graduarse este mismo año y tiene que andar la mayor parte de los días con uniforme formal.
    —Lo siento a todos los presentes, pero voy a tener que quitarme este chaleco —La chica llamó la atención de todos— ¡Y no quiero pillar a ninguno de ustedes mirándome las tetas!
    No fue idóneo decir eso, pues el ser humano tiene por defecto un impulso que nos hace querer lo que nos prohíben. Algo en nosotros se activa y nos hace sentir deseo de lo prohibido.
    Vaya, el libro de psicología ha sido de ayuda.
    Y hablando de Prohibido...
    —¡Las fotos de Rodrigo!
    —Shhh... Relax. Mastica el chicle y no hagas bomba —Phil tapó mi boca— Te juro que hice lo posible para que Randall no difunda esas fotos, pero creo que ya muy tarde.
    —¡Pero eso no era lo ideal!, eso va encontra de lo moral —susurré.
    —Lo sé, lo sé. Pero me dejé llevar por el morbo —Phil sonreía, parecía estar disfrutandolo.
    Esto no está bien, tarde o temprano los malos caen, y esta vez nosotros somos los malos.
    —¿Malos?, ¿En serio? —Phil se cabreó— Te voy a decir qué es malo.
    Phil miró a Rebecca.
    —Esa perra se besó con Donald en tu ausencia. Jasper los vio.