26. Ciego Que No Quiere Ver.

13 0 0
                                    

Ella está ahí, contemplandome con el rostro contraído, como si sintiera algún tipo de disgusto. Se acerca a mí.
    A nuestro alrededor sólo hay oscuridad, y la única luz es emanada por algo encima de mí. Es como estar en el escenario de un teatro, y ser partícipe de la obra.
    —Paule...
    —¿Rebecca?
    Rebecca me besa, pero es como si no quisiera hacerlo. Mientras lo hace mira para abajo, pero tiene posada su mano en el occipital para no separme de sus labios. Finalmente Rebecca para y se va, se adentra en al oscuridad y yo no puedo mover ni un sólo músculo hasta que...
    —¡Paule!
    Reacciono y resulta que todo era un sueño. Otra vez ese sueño.
    Elizabeth está de pie en el umbral de la puerta de mi habitación.
    —Dios mío, esta habitación es la peor de todas las habitaciones.
    —¿Y la de Rubén? —me senté en el borde de la cama. Parecía súper saiyajin con mis cabellos de punta— Su habitación siempre es un desastre.
    —¿Perdón? —Rubén sacó la cabeza— para que lo sepas mi habitación es la más hermosa de aquí, y ni James me supera.
    Los miré con el ceño fruncido y luego me puse de pie.
    —Ya la ordenaré.
    Rubén y Elizabeth se fueron y cerraron la puerta de mi habitación.
    ¿Desordenado?, no, para nada, sólo tengo cuadernos y libros por doquier y ropa tirada en los muebles de mi habitación. Los zapatos también están por doquier; nota personal: deja de usar Converse.
    Tuve que ponerme los audífonos y poner alguna canción al azar.
    Baby Please, de Allison.
    Mientras ponía todo en orden empecé a hablar con Alice. Está contándome sus penas y que Randall no la quiere. No es novedad, pero yo qué puedo hacer si Randall es un maldito que a veces va con los labios mordisqueados por alguna de sus novias, que obviamente, no saben que Randall les es infiel y Alice pertenece a ese grupo de novias.
    —Eres su amigo, deberías saber que piensa de mí —Escribió por mensaje de texto.
    —Lo soy, pero por lo general nunca habla de nadie, sólo de él mismo —Detesto las mentiras, pero entre ella y Randall, Randall es la prioridad— Mira, lo único que puedo aconsejarte es que busques a alguien a tu nivel, Randall está un poco chiflado.
    —Pero yo lo quiero a él...
    —Por experiencia te digo que no es lo que quieras, es lo que te convenga. Si escoges a alguien que no te haga completamente feliz ahora no te hará feliz nunca.
    Como Catherine. Ella es una estrella en el cielo y por más que salte nunca voy a poder alcanzarla. Siempre estará ahí pero yo nunca llegaré a ella.
    Rebecca era lo que me quedaba, pero todo indica que me está siendo infiel con Donald. No tengo pruebas que lo demuestren pero siempre que especulo algo acierto, claro, si tengo el material suficiente para trabajar, pero aún hay algo que se me escapa... Primero ella no quiere dejar de ser amiga de Donald, luego pasa más con él que conmigo, después huye de él en vez de decirle que yo soy su enamorado. Los cambios de humor cada que menciono a Donald no son para nada normales.
    —¿Lo hiciste? Rebecca, tú me prometis...
    —¿Vas a creer en rumores de mierda?, ¿Sabes qué? Vete a la maldita mierda.
    Existe la posiblidad de la infidelidad, pero también existe la posiblidad de que soy un celoso paranoico. He escrito en trozos de papel cada una de las cosas sospechosas de Rebecca y las separó en posiblidades y paranoia. Todas están en el medio.
    —¿Ya ordenaste tu habitación? —Parece que Alice no tenía con quién más hablar.
    —Pues sí... Aunque he metido varias cosas bajo mi cama, así que mi habitación parece limpia —me senté en mi escritorio.
    —¡Ja, ja, ja!, No me jodas, yo hago lo mismo cuando mi madre me dice que arregle mi habitación. Dáme esos cinco.
    —Créeme que te daría los cinco si no estuviéramos hablando por mensajes de texto —agarré los papelitos y los puse de un lado. Pensé en alguna otra señal.
    —¿Y ahora qué harás?, ¿Tareas?
    —No, estoy tratando de descifrar algo.
    El sol se estaba poniendo y encendí la lámpara de mi escritorio.
    Alice tuvo curiosidad por el acertijo que trataba de descifrar y se ofreció a ayudarme a resolverlo.
    —¿Crees que tu novia te es infiel? —envió un emoji que tenía rostro de confusión.
    Le expliqué todas mis suposiciones pero ni ella podía conectar los cables.
    —Y la quiero tanto que hasta sueño que me besa...
    —Sueñas que te besa... Dame un minuto.
    Mientras esperaba a Alice encendí la computadora, pues mi mente fue iluminada. Rebecca usa mucho las redes sociales, y sabe que yo casi nunca las uso, pero las tengo.
    El perfil de facebook de Rebecca estaba limpio, pero no estaban limpios los comentarios de sus fotos...
    Donald: Guapa mi China.
    Mi china.
    ¿Desde cuando un mejor amigo usa ese adjetivo posesivo?, Quiero decir, lo usa como si fuera de su propiedad, como si fuera su novia.
    Agarré un nuevo papelito y empuñé el bolígrafo.
    Nota: Rebecca le ha dado la confianza.
    Estoy cerca de saber la verdad.
    El perfil de Donald también estaba limpio, pero sus comentarios...
    Rebecca: ¡Guapo!
    Nota: Rebecca (tachón) es una perra. Comprobado.
    —¿Descubriste algo? —Alice está de vuelta.
    —Creo qué sí —me puse los lentes— estaba revisando las redes sociales de ella y las del tipo.
    —Qué bien. Yo también creo que descubrí algo que podría interesarte... Tenerlo en cuenta o ignoralo, es tu decisión. ¿Sabes que los sueños tienen significado?
    —Sí, pero no entiendo que tiene que ver eso con Rebecca —Frunci el ceño. Me está tomando el pelo.
    —Es difícil explicarte esto, aparte la que sabes más de estas cosas es mi madre. El punto es que nuestra mente es muy poderosa, tanto así que algunos hasta pueden soñar con el futuro.
    Dios, esta niña si habla estupideces, por eso es que Randall le tiene miedo, es como si me estuviera revelando secretos de la brujería. La magia negra.
    —Dime, cuantas veces has tenido ese sueño y si se besaban es un lugar lleno de luz o sin luz.
    —Unas tres o cuatro veces, creo. Pues era como un escenario de obra de teatro, ya sabes, muy poca iluminación, casi todo oscuro.
    —Malas notícias... Esa clase de beso significa infidelidad, es llamada como el beso de Judas... No encontrarás mucha información de él en Internet.
    Hice caso omiso y busque el beso de Judas, pero sólo aparecían pinturas de Judas Iscariote dándole un beso a Jesús de Nazaret, sin embargo, asociar ese beso con el sueño no suena tan descabellado. Judas Iscariote vendió a Jesús de Nazaret, pero antes de la traición él le dio un beso... El beso de Judas.
    Me puse a buscar los sueños con besos y ahí apareció.
    Soñar que le besan en la boca con indiferencia y si el ambiente es oscuro, es anuncio de traición por parte de la persona que le besa.
    Encajaba perfectamente con mi sueño, pero ¿era esto de fiar?
    ¡Demonios! Maldita sea, maldita sea, malditaseamalditaseamalditasea. Voy a asesinar a esa maldita.

Singular Delirio 2: Las Mentiras Más Bellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora