Capítulo 16: Los amos del tiempo atacan

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En el espacio, los amos del tiempo habían llegado a su destino con aquella extraña criatura que amenazaba al multiverso, ellos parecían conocer a la perfección de que se trataba aquel ser.

Estaban suspendidos los amos del tiempo en el aire contemplando a la criatura, era inmensa y ellos muy pequeños, los amos del tiempo medían cientos de metros, sin embargo eran muy pequeños en comparación con aquel ser.

– Muy bien, debemos hacer nuestra vieja formación de ataque, quizá sea la última vez que la hagamos, digámosla con mucho fervor y con nuestros nombres como las primeras veces cuando éramos jóvenes – comentó Yan Xen.

– Esta bien, ¡Idun! – respondió uno de los amos posicionándose.

– Aquí vamos, ¡Thot! – expresó otro.

– ¡Lehahia! – gritó uno más de los amos del tiempo haciendo formación.

– ¡Apsu! – se formó el último.

– ¡Yan Xen! – remató Yan Xen.

Los amos del tiempo estaban en una formación de batalla para enfrentar al ser gigantesco, estaban viéndolo fijamente, la criatura no expresaba nada, no parecía hablar.

Decidieron encaminarse a la pelea con el ser, volaron a el uno tras otro para con sus puños dirigirse a la cara de la criatura, un aura rodeaba los puños de los amos del tiempo, embistieron a la bestia uno tras otro, la cual pareció haber sentido el ataque de los amos del tiempo.

Con su mano, como si se trataran de unas moscas, trató de quitárselos de encima, les alcanzó a dar y los lanzó lejos, sin embargo los amos del tiempo se reincorporaron a la pelea.

Volvieron volando a donde estaba aquel ser, este ya los tenía identificados, pues los había tratado de atacar, a diferencia de una criatura cualquiera, esta parecía llevar una especia de armadura.

Los amos del tiempo volvían a atacarle, esta vez en una combinación de golpes y patadas que hicieron todos juntos para vencer a aquel ser, el cual no parecía sentir mucho sus golpes.

La criatura nuevamente los sacudió como si fueran insectos para que le dejaran de molestar, de sus ojos salió un brillo que se transformó en rayo y atravesó el universo, destruyendo muchas cosas que había a su paso.

Los amos del tiempo al ver eso se sorprendieron y definitivamente debían de acabar con aquel ser antes de que se decidiera a acabar con todo el multiverso con esos rayos que sacaba.

Cargaron energía de sus manos, se estaba formando una esfera de energía blanca, la cual se hacía cada vez más grande conforme aumentaban el poder que iban cargando, se juntaron en una línea y liberaron esa energía.

Con forma de chorro, impactó la energía a aquel ser, quien cerró sus ojos, le había calado el ataque, entonces empezó a molestarse, parpadeo y de sus ojos salieron unas ondas, las cuales mandaron lejos a los amos del tiempo.

– Es muy fuerte – expresó Idun.

– Es cierto, no podemos con el – asintió Apsu.

– ¡No nos daremos por vencidos! – les dijo Thot.

– Claro que no lo haremos – recalcó Yan Xen.

– Debemos formar una estrategia – sugirió Lehahia.

La criatura emitió un agudo rugido, el cual dejó ensordecidos y aturdidos a los amos del tiempo, mientras que en todas partes del multiverso pudo escucharse aquel rugido de aquel ser.

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