CAPITULO 28 PARTE 3 - dia del baile

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Di un par de vueltas mas y solté una risita tonta, me gustaba la forma en que la delicada tela beige caía sobre mis piernas y se levantaba con el aire cuando giraba. Tropeze un poco y en seguida los brazos de Kate me rodearon.

-no creo que este lista para unos tan altos-

-tenemos media hora para que este lista, entonces-

Andrea me tendió sus manos por tercera vez, yo bufe y con esfuerzo camine hasta la cama, me senté y comenze a sacarme el zapato derecho.

-¿Qué haces?- reprocho de inmediato mi prima

-me saco los tacos, son monos pero no quiero romperme un tobillo-

-ya, no exageres, eh usado mas altos-

-los mas altos que eh usado son los botines tu me has comprado, y no se comparan en nada a estos-

Levante el zapato rosa pastel entre nosotras, era de una textura como de terciopelo y eran de plataforma seguida, o bueno, como yo lo entendí, no era de los horribles tacones de aguja en los que nunca había ni quería andar.

-pero te lucen de fábula-

-con un yeso en el pie no luciere de fábula, ¿a que si?-

-bien- dijo sin quererlo, -pero no se que puedes usar en su lugar-

-¡yo si!-

Las tres miramos como Sarah daba un aplauso y dando saltitos llegaba a su maleta, comenzó a rebuscar entre sus cosas y mire pidiendo ayuda a Kate que la miraba sonriendo.

-¿Qué has hecho ahora?- pregunto divertida

-es una sorpresa- canturreo a la vez que sacaba una caja delgada de zapatos de su bolso, me la tendió y la tome algo confundida, -anda, ábrela, seguro te gustan-

Abrí la caja y mire su contenido un momento, una gran sonrisa formando se en mis labios a cada momento que pasaba, estos eran mucho mejor elección que esas cosas tortura pies monisimos.

Saque uno de los dos y se lo mostré a las otras dos chicas, eran unas zapatillas tipo balerinas de un color rosa casi blanco brillante, unos lazos que seguro irían atados a mis tobillos colgaban sueltos de ellos.

-eres increíble-

Extendí un brazo en dirección de Sarah y ella, entendiendo el mensaje, de inmediato se tiro sobre mi en un abrazo, Kate y Andrea se unieron también y no fue hasta que tocaron a la puerta que todas dejaron de aplastarme como tortilla.

-por dios- tosí y mire mal a mis amigas, -un poco mas y se me botan los ojos-

-lastima, porque el maquillaje ah quedado genial-

Andrea soltó una risita y abrió la puerta solo un poco, asomándose fuera.

-¿si?-

-¿ya están las chicas?- sonreí al escuchar la voz de mi hermano y rodé los ojos

-eh, calma que quedar monas lleva su tiempo-

-las cuatros ya son preciosas, ¿pueden darse prisa? Aun tenemos que pasar por Gemma-

-uy- canturreamos las cuatro al mismo tiempo, compartimos una mirada y rompimos a reír

-ya, ya, no nos falta mucho, bajamos en cinco-

Y sin mas, cerro la puerta en las narices de mi hermano, reí y me tire de espaldas sobre la cama, mi cabello en no muy marcados bucles a mi alrededor se veía muchísimo mas esponjado que nunca y a pesar de llevar una cantidad mínima de maquillaje en comparación a la que querían ponerme en un principio, yo sentía mi cara como pesada.

Siempre fui chica, idiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora