Narra Bella
10:34 a.m.
Oscuridad. Hace tanto tiempo que solo veo eso. La oscuridad se apoderó de mi cuando Gareth entro en mi vida, pero aún podía ver la luz del sol. Hasta que me encerró en este contenedor. No sé cuanto tiempo llevo aquí. No mucho porque si no, ya estaría muerta. No pienso comerme la mierda que me traen. Creo que estoy empezando a volverme loca. La noción del tiempo y de la realidad se pierde cuando estás rodeado de sólo oscuridad.
De repente empiezo a escuchar disparos y solo puedo lamentarme al pensar lo que les va a ocurrir a esas personas que han llegado.
La gente que llega a Terminus se espera el paraíso, que aquí estarán seguros por fin, que nada les sucederá, pero lo que ocurre suele ser todo lo contrario. Ellos comen carne, carne humana.
Yo no estoy aquí por la misma razón que todo el mundo.
Mis pensamientos son interrumpidos por su voz...
一Si seguís mis instrucciones nadie saldrá herido. 一se calla por un momento, pero desafortunadamente continúa hablando.一Primero, que entre el chinito, después la del poncho, pero antes de entrar déjalo en el suelo, a continuación el pelirrojo y seguidamente la de las coletas. Después la de la gorra y el gordo. Y por último los dos negros. 一Odio tantísimo los apodos tan despectivos que pone Gareth a la gente... Ellos van entrando, y como esperaba se sorprenden al verme allí.
La puerta del contenedor se cierra causando un gran estruendo y los nuevos 'prisioneros' se separan formando dos grupos sin dejar de mirarme.
一¿Quién coño eres? 一pregunta bruscamente el pelirrojo. Hace ademán de cojer su cuchillo, pero se da cuenta de que no lo tiene. La costumbre, a mi me pasaba igual cuando entré aquí.
一Yo que tú relajaría los humos. Al contrario que vosotros, yo sé lo que pasa aquí y supongo que vosotros también querréis saberlo. 一digo levantandome del suelo, pero manteniendo las distancias.
一Yo soy Glenn. 一dice el chinito para poco después apuntar con su mano a la mujer que tiene al lado. 一Ella es Maggie, mi mujer y la de su lado es Tara. 一señala a otros dos.一Sasha y Bob.
一Mi nombre es Abraham. 一suelta el pelirrojo aún con un poco de descaro. 一Ella es Rosita y él Eugene.
一¿Y que? ¿Queréis un premio?
一No, pero tu nombre estaría bien. 一dice Tara levantanto su puño. Supongo que quiere que le choque, pero no lo voy a hacer.
一Isabella Rovia, mis amigos me llaman Bella.
一Bien, Isabella. 一el pelirrojo pronuncia mi nombre completo con un poco de burla. 一¿Nos vas a decir ya qué es lo que está pasando aquí?
一Sois comida para ellos. 一sonrío irónica al ver sus caras de horror.
一¿Comida? ¿Son caníbales? 一dice Tara.
一Son mucho peor que eso, pero sí, comen carne humana. 一contesto recordando todas las atrocidades de las que he sido testigo. Y me duele, porque yo no quería eso, ni se lo desearía a nadie.
一Joder... 一dice Glenn, creo que asustado. 一¿Cuánto tiempo llevas aquí?
一Desde que todo empezó. Al principio Terminus era una comunidad normal, pero un grupo nos atacó. Por suerte nosotros ganamos. Pero antes de que eso ocurriera fuimos sometidos a las peores torturas que se pueda imaginar. 一paro unos segundos al recordar todo lo que nos hicieron sufrir.
Levanto la mirada y ellos me miran expectantes, haciendome gestos para que continúe.
一Cuando conseguimos expulsar a los del otro grupo, las personas empezaron a temer otro ataque, y ya no se fiaban de la gente que llegaba. O eres carnicero, o eres ganado. Esa es su forma de vida ahora. Yo no estaba de acuerdo con comer carne humana, me causaba repulsión. Así que salía al bosque y cazaba ardillas o cualquier otro animal que andaba por allí. Me sirvió durante más de un año, pero me acabaron pillando y ahora estoy aquí. 一doy por finalizada la historia de este lugar, omitiendo algunos detalles sobre mi vida privada que obviamente no es necesario que sean escuchados, y menos por desconocidos que podrían utilizar cualquier cosa en mi contra.
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Just Survive Somehow | Daryl Dixon
FanfictionEl primer suspiro del amor es el último de la cordura. 一Quizás y solo quizás estéis hechos el uno para el otro y no os habéis dado cuenta. Hay que parecerse un poco para comprenderse, pero hay que ser un poco diferentes para amarse. Esta novela c...