Vaya sorpresa, me ha dicho "TI AMO"... desde luego que siempre que miraba a sus preciosos ojos dentro de la casa, sabia que dentro de ese potencial de mujer, había una persona tierna y cariñosa con un corazon enorme... pero no dejaba de sorprenderme desde que dejo guiarse por el corazon, y me acababa de confesar su amor. Se que para ella decir te amo es algo muy difícil de conseguir, y el que me lo dijese de esa manera tan inocente, romántica y lanzada me hizo hizo tocar el cielo con la punta de los dedos de mis pies... parecía que flotaba sobre las nubes. Amar para mi es "Querer, querer" y desde luego yo a Elettra siempre la querría, y quería en todo momento quererla y mimarla para siempre.
- ¿Me amas? ¿Has dicho que me amas? -dije cuando terminamos de besarnos.
- ¿Queee? No, que vaaa... - y esquivo mi mirada riéndose y poniéndose roja.
- Bueno, pues a mi me lo ha parecido. De haber sido así hubiera sido precioso...
- Testa di cazzo... Sabes muy bien lo que he dicho. -dijo cuando me sacudió una ráfaga de agua a la cara.
- Yo también te amo.-y entrelace mis dedos a los suyos para completar el corazon que teníamos tatuado entre las dos, y que solo estaba completo cuando nuestros dedos se unían.Nos fuimos al porche de la cabaña, y nos pusimos a tomar el sol. Yo me levante y fui a por un poco de agua cuando escuche el teléfono de Elettra.
- Responde el teléfono por mi, seguro que es Marc. Yo vengo ahora mismo que tengo que ir al baño urgentemente.
Así que cogí el teléfono y dije sin pensármelo dos veces - Hola Marc, Elettr....
- Gatitaaaa... Pero baby... ¿Hellowis?¿Alex? Que super cute... what the fuck... Estoy crazy...
- Perooo, Aless... no... espera... no digas nada por favor. -No sabia que hacer, Elettra era muy reservada y aunque Aless era nuestro amigo, creo que metí la pata al responder su teléfono, sin antes mirar quien era quien estaba al otro lado. A mi no me importaba, pero se que ella gestionaba las cosas de manera diferente a mi.
- No te preocupes princess, sabes que yo no diré nada. Lo super juro. ¿Pero entonces estáis juntas? No entiendo nada.
Yo no sabia que decir, y cuando vi acercarse a Elettra, no supe que decirle. Solo tape el micrófono y le dije en voz baja -ES ALESS.
- ¿Y que? -dijo sin alterar su cara de felicidad y con un tono normal.- Pásamelo...
- Oh, hiiiiii. Aless... creo que... Si, estamos juntas. Ohh, gracie mile amoree. Me hubiera gustado quedar contigo las dos y habértelo dicho, pero... ¿Siiii?¿Cuandooo? Pues claro que si eso esta hecho. Bueno... no te preocupes... (Alex, dice que un besito de su parte) ok. Bye, te cuidas.
Aun seguía sin palabras, que manera de ir de frente. Creo que me estaba excediendo en protegerla, y ahora la que mas naturalizad le daba a nuestra relación era Elettra.
- ¿Que te pasa? Te has quedado sin palabras...
- Es que sabiendo que no te gusta hablar de tu vida privada, no se como reaccionar para no hacerte sentir mal.
- Pero es Aless, ademas, no tenemos por que esconder nada. No vamos a ir con un megáfono diciéndoselo a todo el mundo, ni a pasar una avioneta con una pancarta blumettra, pero las cosas hay que llamarlas por su nombre, como diría mi papa.
Por cierto, dice que en tres días tiene que venir a Miami, y que estaría bien vernos.Desde luego, que ahora si que estaba "enloquesiendo"... no sabia que decir ni que hacer en muchas situaciones. Nunca me había pasado nada parecido, pero es que la Elettra que conocí era mas difícil que la Elettra que tenia ahora frente a mi.
Sin nada que decir que mejorase el momento me lance a ella y empezamos a besarnos, a devorarnos con la mirada, nuestros corazones se podían sentir cada vez que nos besábamos en cuello, bombeaban tan fuerte y al unísono que era algo maravilloso.
Acabamos tiradas en medio de la alfombra del salon, desnudas, y con un fuego interior que nos inundaba a ambas. Yo comencé a descender dejando un reguero de besos hasta llegar a su sexo. Me encantaba besarlo suavemente mientras jugaba con su piercing de arco iris, y notar como se estremecía ante mis recurrentes encuentros con su clitoris.
Mientras apretaba mis manos en su cadera, me hundí aun mas en ella, y mi lengua alcanzo un ritmo disparatado. Note como ella comenzaba a mover mas las caderas y de pronto sus manos se enredaron en mi pelo. Yo acompañe a mi lengua con mis dedos para penetrarla suavemente, y terminar adaptándolos al ritmo de ella. Y entonces note como se tensaba, y tras un grito que se debió escuchar hasta en Madrid vi como la había llevado hasta el climax.