El viernes por la mañana Gin y yo llegamos a la casa que tenia mi familia en la montaña. Estaba todo precioso, lleno de nieve, y hacia mucho frío. Echaba tanto de menos la nieve... Recuerdo que en la casa hablábamos de la nieve, y que cuando saliésemos ya no habría ninguna pista para poder esquiar. Y ahora estaba super feliz de poder estar en la nieve para disfrutar de un bonito fin de semana.
Mi hermana me dijo que estaba todo listo, pero era una mentirosa, teníamos que ir a comprar comida, y a preparar las cosas para poder hacer fuego en la chimenea. A pesar de todo yo no me enfadaba con ella, sabia que era un desastre y que siempre yo acababa ayudándola para que saliese todo bien. En este caso no iba a ser menos.Una vez que teníamos todo listo mi hermana me dijo que tenia que bajar al pueblo a recoger a sus amigas por la tarde, así que comimos las dos, y justo cuando acabamos me quede sola mientras ella iba en busca de sus amigas. Antes de salir me pidió, que subiera a las habitaciones, y que guardase la ropa en mi habitacion, ya que si alguna amiga suya se encaprichaba de mi cuarto usaría la vieja ley no escrita de "si no hay ropa no es de nadie", y se atrincheraría. Así que me puse a deshacer la maleta.
Al cabo de media hora sentí que la puerta se abría y volvía a cerrarse, pero no escuche ni ajetreo ni pasos. ¿Que extraño?¿Habrán salido a la calle? Yo me asome a la ventana y vi como mi hermana se alejaba sola en el coche... ¡Que cazzo sucedía! Seguro que se le ha olvidado algo, y habría venido a cogerlo antes de que llegaran sus amigas. De pronto escuche unos pasos por la parte de arriba, y la puerta de mi habitacion se abrió derrepente.¿¡Que estaba sucediendo!? Gin me había dicho que daba una fiesta, pero me resulto extraño que fuese ella sola a recogerme. ¿Donde están las demás? Cuando me convenció para que viajara a Italia a pasar unos días en la nieve con ella y las amigas que conocí en Miami me pareció una buena idea, pero cuando me pidió que me pusiese cómoda, mientras volvía a bajar al pueblo a por comida me olí algo raro. ¿Que pretendía Gin?¿Por que la casa estaba tan sola?¡Era viernes por la tarde! ¿Donde estaba la gente?¿Y por que Gin había echado la llave cuando salió de la casa?
Yo decidí ir a la parte de arriba, me había indicado cual seria mi habitacion, y subí para dejar mi macuto con mis cosas. Escuche algún ruido que otro, seguro que seria alguna amiga suya deshaciendo la maleta, así que abrí la puerta para ver quien seria mi compañera de habitacion.
La sorpresa que me lleve al descubrir quien había detrás de la puerta no podía disimularla demasiado, ¡era Elettra! Mi barbilla casi toca el suelo cuando la vi a ella ahí. Gin no me dijo que vendría, es mas, le dije que si Elettra iba yo no iría. No quería volver a ser un error en su vida. ¿Como había conseguido Gin que viniese sabiendo que yo también estaría? Conociendo a Elettra, y por la cara que se le ha quedado al verme, me temo que ella tampoco sabia que yo estaba invitada.
Al verme, puso una cara de acelga, y desvío la mirada. Ahí comprobé que ella no sabia nada de mi invitación, así que tendría a una Elettra rencorosa para todo el fin de semana, bueno nos ignoraríamos mutuamente hasta que llegue el lunes, o mejor, me iría lo antes posible. ¡Necesito una excusa para irme mañana mismo! Pero eso seria mañana, hoy al menos intentaría mantener una conversación cordial.
- Hola Elettra, ¿como estas? -dije con un hilo de voz que apenas me salía del cuerpo.
- ¿Eres tu?¿¡Que cazzo haces aqui!?-me dijo sin tan si quiera mirarme, desde luego no se alegraba demasiado de verme. Yo quería hacerme la dura, pero no era de piedra y me moría por saber de ella.
- ¡Vaya!¡Yo también me alegro de verte! Bueno...supongo.-Elettra no quería hablar, y ni siquiera me miro desde que entre.
- Veo que te va bien en todo, ¿no? -dije para llamar su atención. Ella seguía a sus cosas.
- No me puedo quejar. -me dijo para no darme mucha conversación. Estaba muy poco receptiva, volvía a ser tan arisca como un gato.
- Bueno, veo que estas muy ocupada, me voy a bajo a esperar a Gin.-dije haciéndome un poco la dura.
- Como quieras. -contesto Elettra.¿¡QUE CAZZO HACE AQUI DANIELA!? No puedo negar que me haya desagradado verla, hacia mucho tiempo que no la veía... Pero... ¿¡Por que estaba tan guapa!? No, Elettra, por ahí no vayas. No puedo mirarla a los ojos, o se dará cuenta que no he podido olvidarla... Seguro que todo esto ha sido cosa de ella, y le ha pedido a Gin que me engañe ¡Eso, es! Estoy totalmente segura de que es así,... pobresita no sabe que lleva todas las de perder, esta bella donna no quiere saber nada de ti. No puede ser... ¡Estoy loca! ¿Como puedo estar teniendo una discusión con ella dentro de mi cabeza?
No podía parar de darle vueltas a el por que Daniela estaba aquí. Me estaba volviendo loca, y lo peor de todo es que estábamos solas, cuando venga Gin me va a tener que explicar todo esto. Y por supuesto cojo mis cosas y me voy, no pienso compartir ningún segundo con ella aquí
Comenzó a hablarme al poco de entrar a la habitacion. Yo no queria hablar nada con ella, no tenia nada que decirle, asi que estuve muy cortante. Gracias a Dios se dio cuenta, que no me apetecía hablar, y bajo al salón, yo me quede haciendo un chingo de cosas que tenia pendientes en mi cuarto, y así aprovechaba para evitarla.