22-.Declaración

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Ariana

No he dejado de dar vueltas en mi habitación, y si sigo así, dejaré un hoyo en el piso. 
Estoy muy preocupada. No dejo de pensar en que Rebeca irá detrás de Daniel, si es que ya no lo hizo. No sé como existe tantas personas de mierda, si no existieran o si se murieran les haría la vida más fácil a muchos. Rebeca es el claro ejemplo.

Saqué a mi araña de su caja para relajarme un poco. Me senté en la cama y la dejé caminar sobre ella.

El idiota de mi hermano entró a mi habitación, y no demoró en soltar un grito al ver a mi adorable mascota.

— ¡Tienes que tener ese animal de ocho patas!

— Vivo con un animal de dos patas que no se calla nunca. — sonreí inocentemente. — Éste no es nada.

— Que simpática eres.— sonrío falsamente.

— Seremos parientes... — quité cabello de mi cara— ¿A qué venías?

— A nada en especial. Sólo quería hablar.— lo miré, esto no suele pasar.

— ¿Quieres hablar de la chica que te gusta?

— No.— sonrió como idiota.

— ¿Algún hombre?

— Más o menos.

— Te escucho.

— Deja a tu araña en su caja. Porfis...

Me paré, y caminé hasta su caja. La dejé ahí y me senté con mi hermano en mi cama.

— ¿De qué chico quieres hablar?

— De Daniel.— dijo serio. Creo que casi me caí de la cama.

— ¿Qué? — dije aún incrédula.

— Te quiero hablar de Daniel.

— ¿Estás enamorado de él?— le dije de golpe suplicando que me dijera que no. Creo que no habría algo más incómodo que mi hermano se enamore de mi novio.
Bueno, más o menos, porque no es mi novio, así que es una reflexión tonta de mi parte.

— No, pero tú si.

— No lo estoy...

— Ariana​, ¿acaso me ves cara de idiota?— abrí la boca para hablar— No me respondas. Sólo dime si te gusta.

— No me gusta.

— ¿Segura?

— Sí.

— Ok. Entonces hablaré con Alice, le diré que tiene el camino libre.

— ¿Qué Alice?— pregunté cortante.

— Una amiga de Daniel. Ella está enamorada de él. Y me dijo que te preguntara si te gustaba Daniel.

— ¿Y a ella que carajos le importa si me gusta Daniel?

— Porque cree que Daniel está detrás tuyo, y no quiere interferir en un amor mutuo y esas tonteras.

— ¿Cree que le gusto a Daniel?

— ¿Te lo explico en chino? Que alguien me paciencia.

— Hum... No.

Pensándolo bien, es muy considerado de parte de Alice que haga esa pregunta, es dulce de su parte. Y tiene mi permiso para ser amiga de Daniel.

Miré a mi hermano hablando por teléfono, ni cuenta me di.
Escuché que de su boca salió el nombre de Alice, y salté de mi cama y corrí hasta él. Le quité el teléfono, lo saqué de mi habitación y me encerré.

Desilusión IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora