Oh mierda.
Antes de decir algo para defenderme, Jace volvió a besarme.
Esto es muy incómodo y extraño. Cuando me besa recuerdo cuando estábamos juntos, pero después aparece Daniel borrando esa nube de recuerdos.Volví a alejarlo.
— Jace, ya basta. Juro por Dios que no volveré contigo. Ni aunque fueras el último en el mundo.— me agaché y salí del hueco que había entre él y la pared.
Pasé mi mano por mi boca, como si estuviera limpiando.
— Anda rubia. Sabes perfectamente que aún me amas. Por algo querías tener a ese hijo.— lo mire enojada. Se me fue toda la amabilidad.
— No toques ese tema. Egocéntrico de mierda. No quería tenerlo porque era nuestro, quería tenerlo porque era un niño al fin y al cabo. Él no tuvo la culpa que no usáramos condón. — dije enojada.
— Ahora si podemos usar. — se acercó lentamente.En estos momentos quiero que haya un mega terremoto y que se parta la tierra y que Jace se caiga.
O que lo secuestren los extraterrestres, que se yo. Pero que lo saque de mi vida.
Deberían haberle disparado a él y no a Daniel.— Ni sueñes que voy a acostarme contigo. Idiota.
— Lo he soñado desde que me dejaste.
— Te dejé con razón, y ahora que me recordaste por qué, quiero que te vayas de una vez, o te tiraré por la ventana. — alzó una ceja.
— Dudo que quieras que me vaya.
— No te preocupes por mí. Estoy segurísima. Sal de mi habitación, o empezaré a gritar.
— No tengo problema con que grites.Lo miré enojada. Si Daniel o Álex lo escucharan hablar con ese doble sentido, Jace no podría hablar en su vida.
Me acerqué a él y empecé a empujarlo hasta la ventana.
— ¿No me dejarás salir por la puerta?
— No. Sal por donde entraste. Y espero que no vuelvas. Vete a la mierda.— dije empujándolo.Jace al fin me hizo caso y salió por la ventana, bajó por el pilar de mi casa y me miraba de abajo.
— Ya verás rubia. Volverás a ser mía.— dijo caminando.Cerré la ventana y salí de mi habitación, busqué a Sebastián que me sorprende que no haya escuchado nada. Abrí la puerta de su habitación. Como no. Está en su octavo sueño. Que bueno que mi vida no depende de él.
Me puse junto a su cama y me quedé mirando.
Tenía su celular en la mano, y estaba desbloqueado, había una foto de una mujer, supongo que es la chica del hospital. Sebastián estaba con auriculares a todo volumen y sus mejillas y su almohada estaban húmedas.Pobre de mi hermano, está sufriendo por amor.
Tomé su teléfono y sus audífonos y los dejé en su escritorio.
Fui al armario y saqué una manta para cubrirlo.
Lo dejé cubierto hasta el cuello, apagué la luz y cerré su puerta.Bajé las escaleras, Dallas estaba echado en el sofá, busqué a mamá pero no estaba.
"Volveré tarde"
Leí la nota de mamá en el refrigerador. Esta mujer está vuelta loca últimamente. Ni yo salgo tanto. Bien por ella, al menos se divierte.
Saqué del congelador helado de chocolate que hice con mi hermano hace unos días, tomé una cuchara y fui a mi habitación. Me acomodé y Dallas se echó junto a mí.
Estúpido perro, lo único que hace es ponerme triste, me imagino a Daniel acariciándolo o abrazándolo como si fuera un peluche.
Me metí a la boca una gran cucharada de helado de chocolate.
Daniel ¿Por qué tienes que estar dormido por tanto tiempo?
Estoy segura que estará así por varios días, creo que lo presiento.Sequé mis lágrimas.
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Desilusión I
Fiksi UmumUn día en la facultad, Dan obtiene la atención de la mujer a la que había visto desde hace semanas, su nombre es Rebeca. Cuando empiezan a salir, nota que no es la persona que él creía, todo el mundo sabía de ella mejor que él. Lo que Daniel no imag...