Capítulo 27

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No podía. Sabía que no lo lograría, por más veces que me haya empeñado en querer hacerlo y tratar de comprender y guardarme todo eso en la cabeza, era imposible. Me estaba yendo de la patada justamente en este momento, no había más que darme por vencida y conformarme con lo que sea que vaya a sacar de calificación final.

—Juro que si saco una mala nota me dará igual, seguro y paso, solamente me hacen falta seis puntos para varias materias y otros ocho para las restantes. —agrego llevando a mis labios un poco de comida— Honestamente, estoy cansada de la escuela y de todo esto, solo necesito a la de ya las vacaciones de verano y relajarme bien. Eso necesito, nada mas. —finalizo, haciendo un ruido sofocante con el tenedor.

Ella no dice nada y parece que no lo hará, no hasta que mastique y trague por completo el gran bocado de comida que se ha llevado a la boca, creo que no puede haber nada mas asqueroso que esto.

—Pensé que el más cerdo de todo esto era James. —murmuro mirándola seriamente— Pero me he equivocado. —ella traga lentamente y sonríe.

—Lo siento, tenía hambre y este pie estaba más que delicioso. Lo amé. —dice con una sonrisa única— Sobre tus materias... Seguro las pasas, Jade. Solo ten confianza en ti misma, has dado lo mejor de ti todo este año escolar. Yo sé que lo lograrás.

Asiento detenidamente, mirándola por unos segundos más.

Había pasado ya un mes desde que nuestros padres se enteraron de que nos habíamos peleado con nosotros mismos. Fue un poco lleno de dramatización por parte de mi madre, había dejado caer la vajilla que la abuela Maura le había regalado el día de su boda. ¿Cómo no?

De que fue mal, fue mal.

Después de esa cena nuestros padres hablaron con nosotros, acerca de que últimamente estábamos muy distanciados el uno del otro y tenia razón. Lo único bueno que hice aquella noche fue despedirme amablemente de Amy, quien se marchó esperando que nada malo fuera a suceder en casa.

Hablamos e hicimos un pacto para que todo volviera a su orden. Se puede decir que desde ese día James y yo comenzamos a tratarnos un poco mejor, él sigue saliendo con aquella chica que trajo a casa para poder follarse. Lo peor de todo esto es que la chica gime tan falsamente, asco logra darme.

Así que sí, se puede decir que James y yo ya estamos bien, al igual que Darcy, regresó a nuestro pequeño círculo de amigos, más bien triángulo porque únicamente somos tres. No había ya nada mas a que temerle, solo estar juntos y superar los problemas de igual manera, como siempre lo hacíamos.

—Espero que me vaya bien en los exámenes, no me gustaría regresarme al penúltimo año. ¿Se imaginan? Saldría de aquí casi a los veinte años, eso no estaría bien visto, no para un Horan. —chasquea la lengua y comienza a comer.

—¿Dónde estabas? —señala la cancha de fútbol— Ajá...

Mastica y traga, me sonríe apenas y comienza a hablar: —Sé que sonará asqueroso pero, me estaba agasajando con Dinah debajo de las gradas... —agrega y hago mi cara de asco.

—Todo el encanto y delicioso sabor que tenía en mi labios por el pie se esfumó tan rápido como mis ganas de venir al colegio.

—Opino lo mismo, Darcy.

Ella hizo gestos extraños y me hizo reír un poco, hasta que la pregunta de James se hizo presente en nuestra mesa.

—¿Ustedes no piensan tener pareja? —lo miramos de manera extraña— Vamos chicas, ya son grandes, deberían de tener una pareja. —agrega de nueva vez.

Me encojo de hombros y Darcy hace lo mismo, apartando la bandeja de enfrente de ella. Apoya sus codos sobre la mesa y su barbilla sobre sus puños, mirando hacia todos lados de una forma un tanto desesperada, diría yo.

Rebeldía; 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora