Algunas veces eran pocas las palabras que lograba cruzar con mis padres. Claro estaba el ejemplo de hoy. Salieron más temprano al trabajo, más de lo habitual; cada uno de ellos tenía su porqué y para qué. Tampoco me iba a entrometerse tanto en la vida de ellos, ambos lo hacían para darnos una vida mejor... Sin saber que ya la teníamos.
Solía sentirme cansada de que inuestros padres hicieran esto muy seguido pero, ahora había sido como un milagro, ya que James quería estar follando todo el maldito fin de semana, a veces era muy raro el hijo de mierda.
Me removí un poco en mi cama, seguía tumbada en esta. Supe que mamá y papá se marcharon temprano, porque desde cierta hora estaba ya despierta, no había podido conciliar el sueño. Tampoco entendía porque seguía tumbada en la cama, pude haber hecho algo de provecho todo este tiempo que estuve aquí, pero tampoco era como si tuviese ganas de hacerlo... En pocas y buenas palabras, la pereza se había apoderado de mi hermoso cuerpo, sin dejarme hacer algo productivo.
Frustrada por mi absurda y no buena decisión, me levanté de la cama y caminé a paso cansado hasta la ducha. No tarde más de diez minutos dentro, los bostezos eran tremendos y comenzaba a creer que en serio el agua fría no había servido para despertar de todo esto.
—¡Jade!
La persona más fastidiosa de la cual creí que no vería hasta dentro de minutos, aparece ahora, gritando fuera de mi habitación.
Rápidamente me coloqué mi ropa limpia, era capaz de entrar ahora y no dejarme salir para nada hasta que a él se le diera la gana.
—¿Qué quieres? —grito, terminando de ponerme la blusa.
—¡Buenos días para ti también, hermana! —entra de golpe a la habitación, con una sonrisa enorme en el rostro y encima, solamente lleva una camiseta y su bóxer.
—¿Qué haces acá? —pregunto confundida.
—¿Qué no sabías? —niego lentamente, cruzándome de brazos— ¡Tenemos algo para el fin de semana!
Mis piernas tiemblan por un segundo, mis labios se entre abren, mi respiración se acelera un poco y en serio, siento mi entre pierna palpitar. ¿Había dicho ya cuanto he querido estar una vez más con mi hermano? Pues, ahora las hormonas se me alborotaron y, de verdad, que quería que ya estuviéramos juntos, que me tocará solamente como él lo ha hecho, que me brinde amor y cariño con unas simples caricias, sea verdad o mentira, pero que él lo haga.
Puedo convertirme en su sumisa solamente para poder recibir amor y caricias por parte de él.
Estoy decidida a todo lo que quiera.
—J-James... Yo —no me deja terminar cuando ya me tiene acorralada a los pies de la cama y su cuerpo delante de mí.
—Por favor, Jade. —susurra acariciando con sus nudillos mi mejilla— Te necesito, a cada segundo que transcurre, mi necesidad se hace mas grande... —acerca sus labios a mi mejilla, acariciando con sus labios y nariz mi piel— Sólo déjame hacerlo...
Ronroneó suavemente. Contra mi oído. Incitándome a jadear suavemente.
Siento algo golpear contra mi abdomen, la tibia piel de James me invade y apenas, se transmite tranquilamente hasta la mía.
Me hundo en una pequeña y delicada sensación, una que por el momento no soy capaz de explicar, es algo que tampoco entiendo pero, me encanta como es, como se siente.
—Será algo rápido —murmura nuevamente— Quiero volver a sentirte, te quiero a ti y solamente a ti, a nadie más. Siempre serás mi razón de ser...
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Rebeldía; 3
Fiksi Remaja[LNMH#3] Trilogía de La Nerd Más Hermosa. Prohibida su adaptación. C: 20161108 T: 20171704 Todos los derechos reservados©