Capítulo 72

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Jade.

El viaje de verdad estaba siendo largo. Si mal no me va, salimos de casa apenas minutos de que James llegó, no tardamos más de diez minutos dentro de casa, ahora, estábamos yendo por la carretera, un tanto solitaria, veía pasar carros cada diez minutos. A las orillas había árboles, claramente. Unos mas pequeños que otros e inclusive unos enormes, en algunos lugares, simplemente no había árboles, solamente un paso verde, una vista hermosa.

Mencionando el clima frío y como las copas de los árboles se movían, era espectacular, no había alguna pizca de sol, el cielo teñido de un color grisáceo.

¿Cómo existiendo este tipo de paisajes muchas personas prefirían quedarse encerradas en sus casas, perdiendo el tiempo?

Aunque, pensando bien las cosas, muchas personas no eran capaces de soportar demasiado el frío pero, ¡Ésto es Londres! Una de las ciudades mas bellas del mundo, —siendo la única que conozco además de Mullingar, cuando pasamos tiempo allá—, solamente conozco estas dos ciudades. Pero sé, que en algún momento tendré el tiempo necesario para conocer más ciudades.

James encendió la radio. No se cuánto tiempo llevábamos exactamente con la radio encendida. Girls on Fire de Alicia Keys, sonaba a volumen medio.

—¿Aún falta mucho, James?

—Mhm —respondió, asintiendo con su cabeza.

Recargué mi mejilla sobre mi mano, que se encontraba a la vez recargado mi brazo sobre la puerta del auto. Las ventanas de este mismo se encontraban levantadas, apenas y lograba sentir el viento que había afuera.

Esperaba que papá y mamá hayan llevado la suficiente ropa para abrigarse bien, a donde sea que hayan ido los dos. No me sorprendía que los dos terminarán nuevamente en Manchester o Cambridge. O alguna otra ciudad del país, solamente una vez al año era que salían del país, espero que esta no sea esa vez...

—¿De qué sopresa se trata? —pregunta una vez más, después de varios minutos en silencio. Quería sacarle un poco de información acerca de nuestra salida, una larga salida.

Lo escucho reír por lo bajo. Lo miré pero el mantenía la mirada realmente fija en la carretera, parecía como si en cualquier momento la oscuridad se hiciera presente en la ciudad.

O más bien parecía que en cualquier momento iba a caer una tormenta. Me encantaría que eso sucediera en la noche, es agradable dormir acurrucada entre las sábanas de mi cama, mientras llueve.

—No obtendrás información fácilmente. —alza una de sus cejas, esta vez, mirándome con una pequeña pero burlona sonrisa.

—Yo no te daré besos para que me digas. —me encojo de hombros, intentando parecer seria— No los obtendrás tan fácilmente. —término de hablar, tomando palabras de su última frase.

Lo oigo gruñir. Lo hace de verdad y debe de saber que si él hacía lo mismo, claramente yo también lo haría.

Pasa alrededor de media hora —suponiendo—, los árboles de hacen más grandes y sus hojas, son cada vez más secas, el otoño podía con todo. Me gustaba ver los árboles son sus amarillentas hojas a punto de caer, otras, tan apresuradas, ya en el suelo.

Suspiré con cierto cansancio. Divisé que James escribía en su celular, tratando de mantener la vista bien en la carretera, tecleando rápido. También había disminuido un poco la velocidad.

Bloqueó rápido y dejo el celular caer entre sus piernas. Volvió a su trabajo de poner la velocidad a la que anteriormente estaba, tomar el volante y centrarse en la carretera. Seguía sin saber a dónde íbamos.

Rebeldía; 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora