El duro y frío Coronel Steve Bosley es el jefe del escuadrón alfa, la unidad más eficaz de operaciones especiales estadounidenses, quienes se encargan de la seguridad del país y el bienestar de los ciudadanos que en ella habitan.
Por otro lado, se e...
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Es increíble lo mucho que pueden cambiar las cosas cuando te apartas de el lugar al que prácticamente, solo te falta estar pegado al suelo, porque más que ser de ahí, perteneces ahí.
Llamaron a Stev en privado, me extrañó darme cuenta que solo las pertenencias de Yankee, Bravo y Charly estaban en el lugar, los tres me miraron y me saludaron.
- Atención, capitán presente.
- ¿Qué pasó?
- No lo sabemos señor - me senté en mi cama, ni siquiera Stev que era coronel le gustaba dormir fuera de la hermandad de nuestro escuadrón, menos lo haría yo, me froté las manos cuando entró Stev, estaba serio, como cuando te mandan a un lugar con 3 pesos de información, los 4 restantes nos levantamos para saludar a nuestro superior que nos miraba melancólico.
- Preparen todo, nos vamos.
- Estamos listos, señor.
- Entreguen sus placas.
- ¿Coronel? - Charly era el más joven del escuadrón, supongo que antes no había ido a una misión como la de ahora, como saben, Alfa, Charly, Cobra, Bravo y Yankee son nombres cifrados para las misiones, el nombre real de Charly es Yohan Nicols, Bravo es Vincent Murray y Yankee es Jacke Russel.
- ¿Qué pasara con Delta, señor?
- Hablamos de eso después ¿de acuerdo? necesito sus placas - entregamos nuestras placas uno a uno, parece que todos sabemos qué significa menos Charly, pero no hace preguntas, Stev se quitó la suya y las puso con las demás, en ese momento, el Mayor apareció.
- Atención - dijo Stev antes de saludar al Mayor.
- Descansen - nos miró a todos mientras nos manteníamos firmes.
- Señores, la misión que están a punto de iniciar es nivel 1, son los mejores, por eso son los que irán, no podemos darles más detalles, su coronel al mando les dará la información que se la ha proporcionado una vez que se encuentren en el campo - extendió la mano para recibirle a Stev las placas, suspiré - vayan y regresen de esa misma forma.
- ¡Señor, si señor! - el Mayor salió de la habitación, después lo hicimos nosotros y abordamos el avión.
- Me encantan éste tipo de excursiones. - dice Yankee rodando los ojos.
- Si no te gusta, renuncia Yankee.
- Ya lo estoy pensando.
- Si se dan cuenta que estoy escuchando lo que están diciendo ¿verdad? compórtense, por favor. - espetó Stev antes de abordar el avión que nos llevaría a territorio desconocido, me senté a su lado y aseguré mi equipaje.
