El duro y frío Coronel Steve Bosley es el jefe del escuadrón alfa, la unidad más eficaz de operaciones especiales estadounidenses, quienes se encargan de la seguridad del país y el bienestar de los ciudadanos que en ella habitan.
Por otro lado, se e...
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Apenas pisamos tierra texana y Steve se fue corriendo a su moto, a mi me dolía todo, así que me tomé mi tiempo para descender del avión, me sostuve el brazo para no lastimarme a la hora de gritar.
- ¿A dónde vas, vándalo del mal?
- Tengo una cita con el amor.
- ¿Irás a Tucson a ver a esa médica? -sonrió.
- No seas celoso, es solo una amiga.- me giñó el ojo y se largó sin importarle mi vida, es cruel, eso pasa cuando un amigo se enamora, deja a la tropa para encontrarse a solas con el amor, negué con la cabeza.
- No hay problema, si te deja - me golpeo el pecho con la palma de la mano - yo la mato. - ni me escuchó, oídos sordos y ojos ciegos ante el fantasma del amor, rodé los ojos.
- ¿Jared? - ¡ay no!
- Comandante Bosley - me erguí para saludarla.
- Jared ¿estás bien? vamos al hospital.
- Me han atendido en Alemania.
- Mira Jared, estoy harta de tu conducta extraña, y parece que olvidaste lo que me prometiste - tiró de mi brazo sano y me arrastró hasta el hospital.
- ¿Qué te prometí?
- Si, dijiste que ninguna doctora te sacaría el uniforme más que yo. - tosí de los nervios, había soldados aquí escuchando.
- ¿Yo te prometí eso?
- Acuérdate, ¿o quieres que te refresque la memoria? recuéstate, es una orden.
- Abusas de tu jerarquía.
- Aunque no la tuviera, soy la encargada de ésta área del hospital en la que curiosamente estás.- miró a una de las enfermeras.- enfermera.
- Si doctora.
- Lleve a rayos X al capitán y suminístrele analgésicos, si no se deja, dispárele.
- ¿Quiere que le dispare al capitán Reynolds, doctora Bosley?
- No, solo me llama, y yo vendré a calmarlo.
- Pero yo - me puso la mano en la frente y me recostó, gemí por el dolor.
- Callado, capitán, volveré para revisar sus rayos X. - rodé los ojos, ya qué. Me recosté y la enfermera me llevó a rayos X, me coloqué como ella me lo pidió, y mientras estaba en el proceso, pensé en ese momento, en el que Mara y yo nos conocimos.
....
- No puedo dar un paso más. - habíamos hecho una de las travesías más largas de la prueba, yo estaba algo acostumbrado a ellas, por lo que no tuve ningún problema, estábamos atravesando el río, rompí formación y fui con mi compañero.
- Vamos, no te puedes rendir ahora, llevaré tu equipaje, pero tienes qué continuar.
- Si señor.- le ayudé a levantarse y tomé su equipaje, cada un pesaba cerca de 8kg, llevaba el suyo, y el mío. Cruzamos el río y aún nos faltaban algunos obstáculos, mandé a mi cabo al frente y yo fui el último en salir de la travesía.
