El duro y frío Coronel Steve Bosley es el jefe del escuadrón alfa, la unidad más eficaz de operaciones especiales estadounidenses, quienes se encargan de la seguridad del país y el bienestar de los ciudadanos que en ella habitan.
Por otro lado, se e...
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Después de tanto embrollo, habíamos decidido volver al inicio, volver a esa cafetería, en dónde todo había terminado.
- ¿Recuerdas que aquí fue dónde me mandaste al carajo?
- Claro, quizá lo haga de nuevo. - tragué saliva.
- ¿Es broma verdad? quedé traumado.
- Hablo en serio. - yo también hablaba en serio. - por eso pregunto, en el futuro ¿seguirás con el trabajo que te hace ir a la tienda? me preguntaba si es porque quieres ser un héroe.
- A ningún soldado le importa que lo llamen héroe, después de morir, es solo que, protegemos la paz de lugares que tendrían que estarlo.
- ¿O sea que seguirás haciéndolo aunque yo me oponga?
- ¿Te opondrás?
- ¿No debería? ¿aunque ésta vez no vuelvas nunca más? - bajé la mirada. - no te pongas nervioso, no me voy a oponer. ¿qué sentido tiene? aunque lo lamentes, no vas a cambiar de opinión, me molestaré pero al final, te voy a apoyar, si va a ser así, es mejor que yo también aprenda a estar en paz, solo si mi apoyo te da paz, claro. - fruncí los labios.
- Gracias y perdón, perdón por solo poder decir "perdón".
- ¿Vamos a pescar mañana ya que no terminé contigo? es una forma de terapia emocional. - sonrió. - me pondré mi amuleto así que no te asustes y no te sientas mal porque finja estar muy feliz, agradece que conociste a una novia como yo. - me reí, me froté la nariz con el yeso de mi brazo, ella tiene razón, tengo suerte.
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Steve pescaba en la orilla mientras yo miraba el lago, hacía frío, dejó la caña y se sentó a mi lado, me miraba mientras yo pensaba en todo y en nada.
- Qué hermosa vista, me siento en paz, siento como sana la herida de mi corazón. - decía mientras me miraba.
- Ya pasaron 2 horas y no hay pique ¿cómo es que no atrapamos nada? - estrujé la botella que tenía en mi mano, Steve me miró con los ojos entrecerrados.
