CAPITULO XXXIX "COCINEROS"

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Mantuve mi mano detrás del cuello de la doctora Prince, con esa misma mano le cubrí los ojos

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Mantuve mi mano detrás del cuello de la doctora Prince, con esa misma mano le cubrí los ojos.

- Olvídate de ésto. - Fisher se acercaba y saqué mi arma de mi espalda y le disparé varias veces hasta que cayó, no sé porqué en ese momento se me dio por llorar mientras disparaba, sin embargo disparé en 5 ocasiones, mientras se me escapaba una lágrima intrusa, me levanté sin decirle nada a Emy, estaba avergonzado, abordamos el helicóptero, en silencio, mis hombres se habían quedado a asegurar el área. 

- Coronel, responda.

- Coronel Stebe Bosley, le escucho bien, misión completada, estoy regresando, el objetivo eliminado, y la doctora a salvo, desconectaré la radio y me quedaré esperando, aceptaré cualquier medida disciplinaria que consideren competente, jefe.

- Trabajaste duro para llevar a cabo la misión, no habrá recompensa, pero tampoco castigo, esa será su recompensa, coronel Bosley.

- General Bosley ¿qué significa eso? - escuché protestar al secretario de Estado. 

- No pienses en nada y descansa tranquilo, hijo. 

- ¡Pondré en el acta que usted ordenó ésto, general! 

- Lo imploro, y cállese, que estoy hablando con mi hijo. 

- Será un desastre, pero como tengo a quien culpar, todo estará bien. 

- Señor, el presidente está aquí. - me alegro de no estar ahí. 

- Estoy informado de la situación aquí, siéntense. 

- Señor, creo que debería penalizar a quién ordenó esto.

- Papá, no es necesario.

- Cállate y escucha George. - me ordenó mi padre.

- Si señor. 

- Tendremos problemas con la CIA, tendremos problemas con el intercambio comercial, pero pienso distinto, no puedo disciplinar a alguien por una misión exitosa ¿tiene a la línea al coronel, general?

- Si, señor. 

- Alvavoz, por favor. - voy a morir. - Coronel Bosley.

- Le escucho, señor presidente.

- Quiero felicitarlo a nombre de los EE.UU.AA por su entrega a éste país, la misión fue un éxito, y hoy una ciudadana dormirá tranquila gracias a su valentía, coronel, los problemas que existirán son diplomáticos, y eso me corresponde a mi solucionarlo, gracias por salvar a nuestra ciudadana, gracias general, por tener un hijo tan honorable, una hija tan honorable, es un verdadero honor para mi, tenerlos a mi cargo, y duermo tranquilo, gracias a ellos, gracias coronel, cuando vuelva, hágamelo saber.

- Asi será, señor.

- Descanse, y coma bien, es una orden. - sonreí antes de colgar. 

- Si, señor. - colgué, me daba todo querer mirar a Emy y no tener el valor, el helicóptero aterrizó en la aldea, me bajé sin mirarla, necesito estar solo, y creo que ella también. 

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