CAPITULO XLVIII "BUENA IDEA"

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El tipo lucía radiante mirándose en el cristal que daba cara a la calle del hospital, estaba sentado en una silla de ruedas, correctamente abrigado y con los audífonos puestos, le miré sonreír una y otra vez, caminé más lento, para tener la oportu...

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El tipo lucía radiante mirándose en el cristal que daba cara a la calle del hospital, estaba sentado en una silla de ruedas, correctamente abrigado y con los audífonos puestos, le miré sonreír una y otra vez, caminé más lento, para tener la oportunidad de mirarlo, le toqué el hombro, se quitó los audífonos y me miró sonriente.

- ¿No me veía como una hermosa pintura?

- Deja tu vanidad, Bosley, aunque a decir verdad, sueles lucir así todo el tiempo, incluso con el brazo enyesado, luces brutalmente guapo, deberías ir preso.

- ¿Preso?

- Tanta lindura debería ser delito.

- No ayudas con mi ego, mujer. - le entregué el alta. 

- Listo, estás dado de alta, y hoy, seré tu novia, no tu enfermera. 

- Eso suena bastante interesante, estoy emocionado, vamos, entonces. - se puso detrás de mi y me guió hasta las afueras del hospital, con dirección al estacionamiento.

- ¿Está rico el clima, no? las nubes de Sierra Leona eran lindas. 

- ¿Regresamos? ¿los dos juntos? - me cuestionó tratándome de mirar.

- ¿Juntos?

- ¿Por qué? ¿acaso quieres volver con algún otro vándalo?

- No hay otro modo.

- En serio... - intentaba buscarme la cara, negó con la cabeza, me reí. 

- ¿Qué es lo que escuchas?

- Es algo que me encanta ¿quieres escuchar? - tomó los audífonos y me los prestó, me los puse y en cuánto le dio play pude escuchar mi horripilante voz y la confesión que hice cuando casi me caigo con todo y coche al mar, me vio verguenza, y y me enojé - ¡Oye! - solté la silla de ruedas y sin que pudiera evitarlo, Steve rodó al frente.

- ¡Oye! no es para tanto Emy, detén ésto. - la silla rodó hasta la que chocó con una acera, Steve voló, terminando en el suelo. 

- ¡Dios!¡estás bien! - me acerqué corriendo.

- Estoy bie... - miré la silla de ruedas.

- Demonios, es demasiado cara. - la revisé, escuché bufar a Steve, se puso de pie, me miró molesto.

- ¿Estabas preguntando si la silla de ruedas estaba bien? ¿en serio? casi morí minutos después de ser dado de alta del hospital, es como intento de homicidio.

- ¿Por qué estabas escuchando eso? ¡ha! ¿qué hago con la silla?

- Esta mujer, en serio, ahora también rompe sillas de ruedas, no usemos transporte público, por seguridad de los ciudadanos.

- Como si tú no hicieras cosas malas.

- Como si tú no hicieras cosas malas

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