Melanie
Los siguientes días de las vacaciones de invierno no han sido la gran maravilla que digamos, he estado con resfriado y no sé qué es peor: que me lloren los ojos o que no deje de toser.
No debería quejarme ya que en estos últimos cuatro días se han reportado cuatro desapariciones y luego las muertes de aquellas personas, así que sentirme tan mierda por estar acurrucada entre mis sábanas no es tan malo como aquello.
Si viviera en otra parte que no fuera Themox, tal vez la noticia me sorprendería solo un poco. Pero eso no es algo que llegue a alarmar al pueblo de gran manera, siempre hemos sabido que es lugar peligroso al igual que Fallen Forest, pero es donde nos tocó vivir y no es como si nadáramos en dinero para poder decir que mañana nos iríamos a un lugar mejor, porque no sería así.
—Lany... Baja a cenar, mamá ya está sirviendo la comida —Kalev abre la puerta de la habitación lentamente y yo me pongo de pie.
—Deja de decirme así, sabes que lo odio. —me pongo mis pantuflas y camino hasta él.
—Lo siento, Melanie. —muerde su labio en un gesto nervioso y comenzamos a caminar uno al lado del otro en silencio hasta bajar del todo las escaleras y sentarnos en la mesa donde mi madre nos sirvió una asquerosa sopa de brócoli, con arroz blanco en otro plato más pequeño.
—¿Por qué no cocinaste tú? —susurro acercándome a él mientras tomo una cuchara y le tiro todo el arroz a la sopa para así mezclarlo y que el sabor no me haga vomitar.
—Lo intenté, pero no me dejó. —susurra de vuelta y luego nuestra madre se sienta frente a nosotros, así que comenzamos a comer en silencio.
Como puedo intento reprimir mis ganas de vomitar. Las sopas de brócoli de mi madre te hacen creer que habías estado haciendo algo mal con tu vida y comerla era tu castigo. Así de mala es. Por eso no culpo a Kalev por haber tomado esos cursos de cocina a los diecisiete y se volviera el asombroso cocinero que es hoy en día a sus veinte años. Cocina como los dioses.
—¿Y qué tal el trabajo, mamá? ¿Cómo está todo por lo de las muertes y eso?
Ahí estaba Kalev, salvando la espantosa cena que teníamos en aquel incómodo silencio.
—Pues según me contó el nuevo comandante, las familias de los ya difuntos reportaron que fueron asesinados sin razón. Han estado investigando y no encuentran nada. —comenta mi madre bajando su cuchara y suspira.
—¿Llegó un nuevo comandante? ¿Eso cuando pasó? —pregunta mi hermano con curiosidad. A mí por otro lado me tienen sin cuidado estos temas. —Estuve en la comisaria hace unos días por lo de la ventana y no vi a nadie nuevo.
—Hace poco. —dice ella —Pero da igual, si el incompetente previo no hacía nada uno nuevo menos. Debe ser una mente maestra muy loca la que está detrás de esto porque jamás hay rastros. —dice y me mira de reojo.
—¿Y tú que has visto de similar en todos los...? Bueno... Los muertos. —pregunta Kalev inclinándose por encima de la mesa mirando fijamente a mi madre con cautela, como si lo que estuvieran hablando no debería oírlo nadie más que nosotros.
—Bueno, hijo, ahora que lo dices... —mi madre lo señala como recordando algo y yo me recuesto de la silla cruzándome de brazos y tratando de pasar la asquerosa sopa que tengo en la boca hacia mi estómago —Hay algo en común que tienen todos los cadáveres y es que-
El timbre, ese fue el que me salvó de escuchar algo que me estaba revolviendo más el estómago. Mi Madre y Kalev vuelven a acomodarse en sus lugares haciendo una mueca y yo me pongo de pie rápidamente.
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Dylan Neil [✔️]
VampiroSegunda historia de la saga: 👑Reinos Sobrenaturales 🍃 "El mundo siempre ha estado rodeado de peligros, Cielo. De toda clase, de todo tamaño y formas..." TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © AntisocialCute 2017 - 2020.