26. Peor es nada

1.8K 231 14
                                    

Melanie

Luego de una cena rápida Dylan se disculpó y anunció que estaría en la oficina con su padre.

Me ofrecí a lavar los trastes con la señora Emily y luego de allí me llevó a la habitación donde pasaría la noche.

Estoy sentada en el borde de la cama y pienso en dónde podría estar mi celular, tengo dos ideas en mente, la primera es que se haya caído de mi bolsillo en el auto y la segunda que quizás sea la más probable, que en medio de la pelea se haya caído en el camino, me voy más por esa.

Me maldigo internamente por no saberme ningún número de memoria más que el de mi hermano. Si lo llamo sé que es capaz de venir hasta aquí y crear más lío del que ya hay.

—Melanie, ¿te agrada la habitación? —la señora Emily se acerca al marco de la puerta de la habitación de invitados que amablemente me ofreció para pasar la noche ya que al parecer ninguno de ellos tiene la intención de llevarme a casa de mi mejor amiga.

Estoy asustada porque de seguro Blue y su madre deben estar muy preocupadas por mi paradero.

—Es muy acogedor, señora Emily —me las ingenio para responder.

—Me alegra, espero que luego de lo de esta noche, no te sientas amenazada a nuestro alrededor —sonríe y siento un poco de envidia porque estoy segura de que al llegar a su edad seguramente no me veré igual a ella, la señora Emily es muy bonita, con su hermoso cabello rojo y aquel aire jovial. —Después de todo, somos una familia común y corriente —continúa y se acerca a paso lento hasta quedar sentada junto a mí en el borde de la cama —Solo que, como toda familia, tenemos un secreto.

—No se preocupe por eso, señora Emily, yo no diré nada. —me apresuro a decir.

—Oh, querida. —hace un gesto desdeñoso con las manos —Estoy segura de que no dirás nada.

—¿Lo dice porque su esposo quizás planea borrarme la memoria?

La señora Emily lleva una mano a mi cabello y lo acaricia hasta que sus ojos verdes me miran con cautela. Jamás había sentido aquella calidez de madre, aunque es irónico ya que su toque es frío.

—Darius siempre hace lo que le parece mejor para proteger a nuestros hijos —dice —Por algo hemos logrado vivir bien por mucho tiempo. No sabría decirte que pensará hacer contigo respecto al tema, pero sea cual sea su decisión de borrarte o no la memoria, nada cambia, seguirás siendo bienvenida a la casa y podrás ser amiga de los chicos.

—¿Usted cuál cree que sea la mejor decisión? ¿Dejarme saber o tenerme viviendo desentendida?

—No importa lo que yo piense. Lo cierto aquí, Melanie, es que pareces estar atraída al mayor de mis hijos y él también parece tener cierta atracción por ti y para mala suerte de su padre, Dylan heredó su carácter firme y protector.

—Yo...

No sé qué decir ante aquello, siento vergüenza.

"¿Es muy obvio que su hijo me gusta?"

—¡Por un demonio! ¡O sea que es verdad! Me voy una hora por comida y me pierdo de todo —exclama Rebekah entrando a la habitación. Bajo la cabeza porque de seguro leyó mi mente en esos precios momentos. —Emily Neil —señala a su madre —Mi amiga Melanie y yo tenemos temas de chicas que conversar, por favor, déjanos solas.

Su madre se pone de pie, la mira arqueando una ceja y se cruza de brazos. Rebekah sonríe de manera angelical y yo intento no reír.

—Perdón, permíteme reformular la petición... Mami linda y hermosa, ¿podrías dejarnos solas? —corrige y su madre rueda los ojos mientras sale de la habitación.

Dylan Neil [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora