06. Un café frío y Dylan

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Melanie

—¡¿Acaso estás demente, Melanie?! —Kalev estalla y yo miro con pena a Elías quien está sentado en la mesa de nuestra cocina —¿Fallen Forest? ¿Sola? Esto cruza todos los malditos límites, hermana.

—Estoy viva, estoy aquí. Bájale dos rayas a tu enojo que nada me ha pasado.

—Kalev, deberías calmarte un poco, gritar jamás es la solución, solo haces que los dos se enojen más y no llegarán a nada —Elías interviene y mi hermano lo mira con acusación.

—¿Acaso tú sabías de esto? —lo señala.

—Claro que no, ¿por qué tu hermana andaría por allí contándome lo que hace? —responde tranquilo y Kalev se sienta en la silla junto a él mientras yo me quedo de pie mirándolos.

—Si te decía, no me ibas a dejar ir y tampoco irías conmigo. Kalev, debía intentar hacer algo por la materia.

—¿Por qué eres tan egoísta, Melanie? Si no hubiera sido por la tal Rebekah quizás no habrías regresado viva de ese bosque.

—Exageras, deja regañarme. ¡No me pasó nada!

—Pero pudo, corriste con suerte esta vez y lo único que conseguiste fue un resfriado, sabes que en ese lugar ocurren cosas malas.

—Y ¿qué cambiaría si yo estuviera muerta? ¡El sol seguirá saliendo, el aire seguirá llegando a tus pulmones, la lluvia seguirá viniendo cada invierno, el tiempo seguirá corriendo! —grito, enojada.

—Melanie, no hables así —Elías me mira con tristeza y bufo.

—¿Sabes? No lo entiendo, en serio no lo hago, pero cada vez que creo que lo he logrado termino perdiéndome en un laberinto sin salida. —dice Kalev mirándome, enojado, y yo solo muerdo mi labio inferior con impotencia, estoy frustrada y quiero llorar.

—¿Puedo ir al Coffee Bar con Elías? —pregunto y ambos fruncen el ceño, confundidos.

—Haz lo que quieras, total y siempre lo haces. —mi hermano se pone de pie y se va de largo hasta que lo oigo subir las escaleras.

La cocina se sume en un silencio sepulcral, pero no incómodo. Elías no dice nada y yo tampoco.

Discutir con Kalev siempre tiene perdidas y no precisamente para él ya que la que termina siempre disculpándose y siendo la peor hermana de todas soy yo.

Justo ahora necesito tanto a Blue, desde aquel día en que regresé de Fallen Forest mi celular quedó sin batería y no lo puse a cargar para no tener que hablar con ella, pero la necesito más que nunca.

"No, no hablaré con ella. Puedo tragarme el orgullo unos días más..."

¿Podrías llevarme? —pido con un hilo de voz y Elías se pone de pie asintiendo.

—Pero solo puedo llevarte, mi mamá organizó una cena con mis abuelos y debo estar en casa antes de la siete, lo siento, Melanie. —mira el reloj de la cocina y veo que faltan veinte minutos para esa hora así que al salir de la casa tomo conmigo un libro y subo a su auto —Espero que estés consiente de que le diré a Kalev que estarás allí sola y que te pase a buscar.

—Está bien —respondo mirando por la ventana y eso fue todo lo que hablamos en el transcurso hasta llegar a donde trabaja. —Gracias por traerme.

—No hagas nada estúpido y solo lee tu libro. —bromea y yo sonrío de lado. Cierro la puerta de su auto y entro al local.

Solo hay unas seis personas repartidas en algunas mesas. Camino hasta la caja para pedir un café que no voy a tomarme, pero si quiero ocupar una mesa por unas horas lo mínimo que puedo hacer es comprar algo.

Dylan Neil [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora