Capítulo 9. Tyler

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Shawn Mendes como Shane Adams 

#ColdDay

***

Me detuve frente a la puerta de la casa sosteniendo la botella de ron frente a mis ojos, para después llevarla hasta mis labios y dar otro largo sorbo, permitiéndole a la sustancia quemar mi garganta.

No había tomado mucho, quizás solo había sido la mitad del contenido que traía la botella, pero ya con ello comenzaba a ver extrañas figuras volar a mí alrededor, en un notorio estado de ebriedad.

Coloqué la botella al lado de la puerta y saqué mi teléfono, tenía muchas llamadas perdidas de Thiara, de Gael, y al menos cinco mensajes de Lizzy. Entrecerré los ojos ante el resplandor que me ofrecía la pantalla, mientras me sentaba y apoyaba la espalda contra la puerta; busqué el número de Thiara entre los contactos y después le di llamar.

Cerré los ojos e inhalé en un par de ocasiones, tratando de encontrar la estabilidad que el licor me había quitado. Odiaba ser una mierda para tomar, pues mi organismo no aguantaba tanto, solía quedar en estado de ebriedad con gran rapidez.

¿Tyler? —Habló Thiara con voz soñolienta del otro lado de la línea—. Son casi las 12 am, ¿Dónde estás? Me tenías muy preocupada.

—Ya estoy en la casa, Thia —hablé—. No te preocupes, sabes que estoy bien... siempre lo estoy.

¿A dónde fuiste? ¿Qué sucedió?

Me encogí de hombros y negué con la cabeza mientras me alborotaba el cabello.

—Fui a ver a Tara y después estuve... por ahí —contesté, mientras levantaba mi antebrazo para ver las visibles marcas de tinta permanente que ahora lo decoraban.

¿Tara? ¿Por qué tienes que ir a verla?

—Sigue siendo mi hermana —dije con despreocupación.

No podía decirle que le había rapado la cabeza otra vez, y que me había quedado viendo la manera en la que la bañaban con agua fría mientras ella gritaba para que paraban; fue algo que sin ninguna duda me había hecho sentir mejor, a tal punto, que decidiera no vengarme de una drástica manera de la Sirenita.

Si Thiara llegase a darse cuenta de mis peculiares visitas al hospital psiquiátrico, temía que entrase en estado de shock.

No me gusta que la veas.

—Sé lo que hago, Thiara. Ahora me voy, tengo que dormir para ver si dejo de ver monstruos a mí alrededor.

¿Tomaste otra vez?

—Que novedad, ¿No? Te pasaré a ver luego... te quiero —susurré lo último.

Pude sentirla sonreír, antes de que suspirara con alivio.

También te quiero, Ty.

Terminé la llamada y me puse de pie para después, con mucho trabajo ingresar a la casa a tientas, esperando no tropezar con algo con lo que fuese a despertar a todo el mundo. Subí las escaleras con suavidad, pero debí de detenerme en el último escalón al ver a una extraña criatura merodear por mi puerta.

Golpee mi sentido izquierdo con una mano, tratando de no estar imaginando el hecho de que estaba observando a una sexy sirena intentar abrir mi puerta... parpadeé en varias ocasiones al darme cuenta de que no era una sexy sirena la que intentaba ingresar, era la sexy chica con nombre de sirena que se había pasado de lista en la tarde, quien ahora se encontraba decidiendo si entrar o no a mi habitación.

Caminé con pasos cautelosos para no llamar la atención, aún me encontraba furioso por su maldito comentario; lo último que toleraba, era a la mención que cualquier imbécil podía hacer acerca de mis padres, por lo que tuve que aguantar la tentación en ese momento, de no arrancar su bella cabellera roja con mis propias manos.

Cold I y II Temporada©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora