Cold I y II Temporada©

Capítulo 48. Ariel

#ColdNight

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—¿Tres? ¿Estás completamente seguro de lo que me estás diciendo?

Una carcajada resuena a través de la línea telefónica terminando por confirmar lo que acababa de decirme. Sonrío y niego con la cabeza, aún me costaba asimilar la noticia que Tyler acababa de darme. Al parecer, su hermana estaba esperando trillizos, y justo ahora se encontraba hospitalizada porque no había tomado muy bien la noticia, y la presión le había bajado a tal punto que no la dejaron marcharse del lugar.

—¡Sí, Sirena! ¿Puedes creerlo? Seremos tíos de dos hermosas niñas y un apuesto varón.

—¿Seremos?

Le doy una patada a una piedrecilla en la acera, mientras avanzo a paso lento escuchando como la felicidad de Tyler al ser tío por partida triple, salía hasta por sus poros. Se escuchaba tan feliz, que me atrevía apostar que no le importaba que su hermana estuviese hospitalizada justo ahora.

—Ajá —expresó con seguridad—. Eres mi chica, ¿No? Por consiguiente, también te conviertes en tía de Thiago, Tasha y... —hizo una pausa, donde logré escuchar una pequeña maldición salir de sus labios—, mierda, Sirena. La otra chica aún no tiene nombre.

Sonreí una vez más al escucharlo tan preocupado por los nombres de las niñas. Aunque en realidad, lo que justo ahora provocaba esas ganas de sonreír en mí, eran las palabras "eres mi chica", las cuales habían salido con mucha seguridad de sus labios.

—No sabía que era tu chica.

—¿Cómo? —pregunta.

—Dijiste que soy tu chica.

—¿De qué te sorprendes? Si bien sabes que eres mi chica desde el momento en que cruzaste el portón de la escuela y mis ojos te visualizaron.

Muerdo mi labio inferior y vuelvo a negar con la cabeza, deteniéndome frente a mi destino.

—Qué cosas las que dices, Tyler.

—Me hace feliz saber que estás conteniendo la necesidad de sonreír.

Frunzo el ceño—. Eso no es verdad.

—Claro que sí, nena. Ese suspiro te delató.

—Idiota.

—Aun así, no puedes negar que estás loca por este idiota.

—Pues supongo que ese idiota tiene razón —observo el reloj en mi muñeca y después hacia las dos grandes puertas de metal que se encontraban frente a mí.

—¿Dónde estás, Ari? Estoy dando una pequeña visita, cuando termine podría ir hacia ti.

—Yo... yo solo iré a ver a alguien. Te llamo después, ¿Vale? —después simplemente terminé la llamada.

Guardo el móvil en la parte trasera de mis pantalones y observo hacia arriba; la noche estaba comenzando a caer, me encontraba lejos de mi casa, justo en frente de un sitio triste y solitario. Miro las puertas otra vez, muerdo mi labio inferior y después comienzo a escalar. Apoyo manos y pies entre las rejas de las puertas sin detenerme a mirar hacia abajo. Me rio de verme hacer algo que jamás esperé hacer en algún momento. Llego hasta arriba y llevo mi pie derecho hacia el otro lado, me apoyo con ambas manos y después cruzo el otro pie para así comenzar a descender. Cuando me encuentro a una distancia corta del suelo, doy un salto cayendo en cuclillas, abro las manos a mis costados para obtener equilibrio y después vuelvo a levantarme.

Miro a mi alrededor, un frío recorre toda mi columna vertebral al observar todas las lápidas que se presentan frente a mí. Trago saliva con fuerza, de pronto arrepintiéndome de haber decidido ir hasta ahí. No tenía el valor que posee Tyler al visitar esos lugares como si fuese el centro comercial, pero la necesidad que sentía de poder desear estar cerca de Landon, pudo más que el temor que se apoderaba de mí al encontrarme completamente sola en un sitio rodeada de cientos de cadáveres.