Cold I y II Temporada©

Capítulo 46. Ariel

#ColdDay

Capítulo dedicado a Zaira que estuvo de cumpleaños :D Muchas felicidades!

***

El perder a un ser amado, no podía compararse con ningún otro dolor en el mundo; ahora entendía a la perfección todo aquello que Tyler una vez pasó al despedirse de sus padres. Todo aquello era el sentimiento más horrible que había vivido.

Ver a mi hermano descender hacia el interior de la tierra, me estaba matando lentamente; sentía como si me estuviesen pasando por el fuego, mientras a la vez era torturada con látigos de puntas que desgarraran mi piel.

Mi madre se aferraba a mi brazo sin poder contener los gritos de dolor que abandonaban sus labios; papá... él intentaba alejarla de mí, para que dejara de hacerme daño con sus uñas. A mí no me importaba que me lastimara, de hecho, el sentir mi brazo arder ante la presión de los dedos de mi madre, me ayudaban a apaciguar aunque fuesen unas milésimas, todo aquel dolor que comenzaba a desbordarse desde mis entrañas.

Levanté la mirada, un grupo de personas vestidos completamente de negro se encontraban alrededor del agujero donde mi hermano estaba terminando por desaparecer; miradas llenas de lástima era lo que nos dedicaban, al ver el punto de desesperación en el que mi madre había entrado, sin que papá o mis tíos Caleb y Adam pudieran hacer algo por tranquilizarla. La mujer se negaba a liberarme, y yo tampoco quería que lo hiciera, pero de mi boca se negaban a salir las palabras; mi garganta se encontraba completamente seca, y por más presión que ejercía con mis labios y lengua para tratar de decir algo, era inútil. Había perdido el habla.

Lizzy coloca ambas manos sobre mis hombros, a la vez que Sarah revisa mi brazo justo cuando mis tíos lograron llevarse a mi madre lejos de mí. Bajo la mirada y observo mi antebrazo, pequeñas gotas de sangre lo recorren desde el lugar donde mamá me había tenido cautiva con sus uñas. Sarah me habla pero no logro escucharla al igual a como lo hace Lizzy, pues simplemente me limito a observar mi brazo y a concentrarme en el dolor que proviene de ahí, impidiéndome pensar en que no volvería a ver a mi pequeño hermano.

Levanto la mirada y observo a las chicas, les dedico una sonrisa a boca cerrada y después alejo sus manos con suavidad. Limpio las palmas de mis manos en la tela de mi vestido negro y me doy la vuelta para comenzar a caminar en dirección opuesta al lugar.

Cada persona tiene su manera de lidiar con su dolor; mamá, ella decidió que gritar era perfecto, papá estaba tragándose todo, haciendo como si la muerte de su hijo no le afectaba. Tyler en su momento había decidido alejarse de todo el mundo y hacer sufrir a los demás para sentirse mejor consigo mismo.

Continúo caminando de forma derecha hacia la salida del cementerio.

En mi caso, yo no era del tipo de persona que le gustaba ver sufrir a los demás para sentirme mejor.

Elevo mi mano, donde el dolor punza mi brazo tras los rasguños de mi madre. Una pequeña sonrisa se asoma en mis labios mientras las lágrimas comienzan a caer sobre mis mejillas.

El dolor y el ver la sangre recorrer mi brazo me hacía sentir tan bien, que llegué a la conclusión de cuál sería la mía.

—No voy a dejarte hacerlo.

Aspiro profundamente, deteniéndome al escuchar su voz.

—No quiero ver a nadie —logro a contestar con voz rasposa.

Continúo alejándome, sus pasos se mantienen a unos metros tras de mí, no pretende dejarme ir sola, pero también quiere darme mi espacio. Lo intuyo por la distancia a la que se mantiene.

—Lo vi en tus ojos, miré la satisfacción que sentías al sentir las uñas de tu madre clavarse en tu piel —continúa hablando—. Sirena... no voy a dejarte hacerlo.