Cold I y II Temporada©

Capítulo 36. Ariel

#ColdNight

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Muevo mi cuello de un lado a otro mientras intento alejar el cansancio que comienza a apoderarse de cada parte de mi cuerpo. Parpadeo en varias ocasiones y tallo mi rostro con ambas manos, convenciéndome a mí misma de que todo lo que había sucedido esa noche, no era más que una estúpida pesadilla.

Tyler estaba en prisión por haber intentado asesinar a su hermana, mientras que yo me encontraba sentada en la sala de espera del hospital, esperando noticias sobre el estado de salud de Tara.

Aunque no se lo mostré en el momento, me encontraba molesta con él; ¿Qué mierda tenía en la cabeza para intentar asesinar a esa tipa en un lugar repleto de doctores y seguridad? Negué con la cabeza y suspiré. Alguien con más inteligencia, utiliza otros métodos si quisiese eliminar un demonio.

Fruncí el ceño ante ese último pensamiento. ¿Qué carajos me estaba pasando? ¡Tara es un ser humano! ¿Por qué estaba pensando en asesinarla?

Volví a negar con la cabeza una y otra vez.

Definitivamente me estaba haciendo daño salir tanto con Tyler. Estaba aprendiendo a ser como él.

Abrí mi bolsa y saqué el móvil para enviarle un mensaje a mi madre. Ella sólo estaba a unos pisos más arriba con Landon, y tal vez quisiera saber que me encontraba en el centro médico otra vez.

Para: Mamá

De: Ari <3

Mom, estoy en el hospital otra vez. ¿Recuerdas a Tara?

De: Mamá

Para: Ari <3

¡Cómo olvidarla! ¿Qué pasa con ella?

Para: Mamá

De: Ari <3

Nada importante, en realidad. Fui a verla con Tyler, y él casi la mata. Ahora estoy esperando a que Thiara y Zac se presenten, para poder llamar a papá para que vayamos por Tyler a la prisión.

Sonreí en el momento en que el teléfono comenzó a vibrar ante la llamada por parte de mi madre. Pasé el dedo por el táctil y después lo llevé hasta mi oído.

—¡Ariel Savannah Green! —puse los ojos en blanco al escuchar mi segundo nombre.

Había sido llamada así, en recordatorio de la amiga irlandesa de mamá, en sus años de universidad. Si bien recordaba, no la conocía más que por una fotografía, por lo que nunca comprendí lo que la llevó a llamarme como a esa chica.

—¿Sí, madre?

—¿Quieres explicar qué es lo que ha pasado?

—Bueno, madre. Pues verás, Tyler abrió sus manos y las cerró fuertemente alrededor del cuello de su hermana, y entonces ¡Bam! Ella....

—¡Basta! —rió mi progenitora del otro lado del teléfono—. No te estoy pidiendo detalles, simplemente quiero que me expliques por qué sucedió algo así.

—Esa mujer está loca —hice una mueca completamente asqueada al recordar palabra por palabra de lo que le dijo a su hermano—. Comenzó a mencionar a sus padres y a su hermanito... la forma en que los asesinó. Tyler perdió el control, mamá. Pero no puedo culparlo.

Un lento suspiro abandonó sus labios.

—Aléjate de ella, Ariel. No es sano que permanezcas a su alrededor. Ella no está bien, y no dudaría en dañar a cualquier persona con tal de hacer sufrir a los que odia.