Capítulo 25. Tyler

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#ColdDay

***

Shane podía ser muy fastidioso cuando se lo proponía.

Aún me encontraba gruñón, a tal punto que ni siquiera deseaba dirigirle la palabra. A pesar de que le insistí en que no eligiera ni a Elsi, ni a Cold, el hijo de puta había terminado por llevarse a Elsi, quien ahora iba acurrucada en mi regazo, mientras su nuevo amo conducía al paso de la tortuga y en completo silencio.

El bicho raro tomó el móvil entre sus dedos otra vez, disminuyendo la velocidad aún más, mientras se dedicaba a revisar un mensaje que acababa de llegarle. Hacía treinta minutos atrás que había comenzado a revisar el teléfono constantemente, incluso había notado, que con cada mensaje que contestaba, una vena resaltaba en su garganta.

Desvié la mirada mientras agarraba a la perra por el cuello y la pasaba hacia el asiento trasero, después estiré mi mano y golpeé la parte trasera de la cabeza de Shane.

—¡Ay! ¡Idiota! —se quejó, después de dar un pequeño salto en el asiento.

—¿Qué te pasa, bicho raro? Incluso una tortuga podría ir más rápido que tú.

—No sé tú, pero yo no quiero matarme.

—Eso no es lo que decías hace unos meses atrás, cuando estabas frente a un puente —le recordé, a lo que él solo se echó a reír, mientras guardaba el teléfono otra vez.

—Ya pasó esa época de inmadurez en mi vida, Tyler. Ahora soy todo un hombre.

—El que Lizzy quiera follar contigo, no te convierte en hombre —lo apunté.

Shane giró su cabeza hacia mí, se encontraba completamente horrorizado. Tragó saliva con fuerza mientras negaba una y otra vez con su cabeza. Sus manos apretaron el volante con tanta fuerza, que incluso temí que sus vasos capilares fuesen a reventarse.

Elsi ladró, metiéndose entre los dos asientos, logrando distraer la atención que el bicho raro tenía en mí, hacia ella.

Me fue inevitable no reír mientras sacudía la cabeza, ahora lo entendía todo a la perfección.

El maldito aún era virgen.

—¿De qué te ríes? —cuestionó, observándome con la cabeza ladeada.

—¿Yo? De nada —reí aún más, mientras desviaba la mirada—. Los ojos en la carretera, Santo Pureza.

—¿Cómo me has llamado?

—Santo Pureza... ¿Ahora también eres sordo, bicho raro?

—¿Por qué estás llamándome así?

Me encogí de hombros, restándole importancia.

—Tal vez porque podría apostar que ni siquiera sabes lo que es utilizar la mano.

—No entiendo —volvió a decir, sin dejar de negar con la cabeza.

—Eres tan inocente —reí, mientras extendía mi mano para revolver su cabello—. Pero mejor sigue siendo ese tierno osito gomilona montado sobre un unicornio arcoíris, imagino que ese es el método que te funciona para atraer a las chicas.

—A veces eres más raro de lo normal, Tyler.

Shane volvió a concentrarse en la carretera, mientras que la pulgosa llamada Elsi, no dejaba de fastidiar desde el asiento trasero, pidiendo atención. Fruncí el ceño al darme cuenta de que Shane había comenzado a conducir en dirección opuesta a la casa de los Green, y además, tampoco conducía en dirección a su casi palacio. Así que regresé mi atención a él.

Cold I y II Temporada©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora