Cold I y II Temporada©

Capítulo 10. Ariel

Sofía Carson como Sarah Adams

#ColdNight

***

El tema de la llegada de los chicos nuevos a la escuela, se había convertido en el boom del momento, no había una sola persona que no hablara de ello, era como si el mundo se había detenido a su alrededor; pero no lo era por el hecho de que eran nuevos y que se habían convertido en los "populares" de la escuela... la razón había sido porque tal parecía que ambos habían tenido un acercamiento "especial" con Tyler.

¿Increíble? La verdad... más que increíble.

Nunca esperé ver a Tyler entablar conversación con otro chico que no fuese sí mismo, pero ahora, tal parecía que Shane se había convertido en el yin de su yang, en el iceberg de su Titanic... y la verdad, aunque a pesar de la expresión de repudio que ponía cada vez que el muchacho se acercaba a hablarle... sabía que muy en el fondo estaba comenzando a disfrutar de su compañía. Y eso que sólo había transcurrido cinco días de su llegada.

Bajé las escaleras de mi casa de dos en dos y corrí al comedor, ya me había agarrado un poco tarde, por lo que tenía poco tiempo para desayunar y llegar a tiempo a la escuela.

—Ariel —papá murmuró, viéndome con el ceño fruncido en cuanto entré a toda carrera a la cocina.

Le dediqué una pequeña sonrisa y caminé hacia él para besar su mejilla.

—Lo siento, pero voy tarde —me excusé ante la manera nada agradable en que había entrado.

—Me doy cuenta de ello —habló mamá desde el otro lado de la mesa—. Siéntate y desayuna. No saldrás de aquí sin haber ingerido nada.

Asentí hacia ella y tomé el sitio al lado de mi hermano. Tyler se encontraba frente a él, leyendo con mucho detenimiento un grueso libro que había visto en la biblioteca de papá, mientras que mi hermano lo veía fijamente sin perder un solo detalle de él.

—¿Has encontrado lo que buscabas, Tyler? —indagó mamá, aclarándose la garganta.

El castaño levantó su mirada del libro y negó con la cabeza.

—No, no hay nada que me sirva para despegar de mi lado a un molesto asperger.

Mamá me observó, arqueando una ceja en mi dirección.

—¿Quieres hablarlo? Tal vez podamos ayudarte.

—No es nada que les importe, en realidad —dijo, haciendo una mueca antes de regresar su atención al libro.

Sentí el codo de mi hermano clavarse en mi costado, en una dura manera que siempre encontraba para llamar mi atención. Lo observé, fulminándolo con la mirada mientras acariciaba mi costado.

—¿Qué quieres, enano?

—¿Qué es un asperger? —cuestionó en un susurro.

Me encogí de hombros; en realidad... sí sabía lo que era un asperger. Mi primo Cloud había estudiado para ser psicólogo y cada vez que hablaba con él, no hacía otra cosa que comentarme sobre los diferentes trastornos que trataba en su clínica; aunque en realidad no sabía a lo que se refería él con "despegar a un molesto asperger de mi lado".

—Tal vez Thomas pueda ayudarte, ¿Por qué no lo llamas? —señaló papá, como si estuviese leyendo mi mente al recordar a Cloud Thomas.

—¿La nubecita? No, gracias —murmuró sin levantar la mirada.

Tomé un largo sorbo del jugo de naranja que se encontraba frente a mí, mientras me dedicaba a poner los ojos en blanco. ¿Era tan difícil dejarse ayudar?